En un giro significativo para el panorama criptográfico, la República Checa ha tomado una decisión clave que podría influir en el desarrollo de la industria de las criptomonedas en Europa.
A partir de enero de 2025, el país implementará una exención fiscal para las ganancias de capital obtenidas por la venta de Bitcoin y otras criptomonedas, siempre que los activos sean mantenidos por más de un año.
Esta medida tiene como objetivo incentivar la adopción a largo plazo de criptomonedas, un movimiento que, según los expertos, podría colocar al país como un centro líder para la inversión en activos digitales dentro de Europa.
La ley, aprobada tras un debate exhaustivo, busca fomentar una inversión a largo plazo y fortalecer la economía local.
Aunque algunos críticos temen que la medida afecte los ingresos del Estado por impuestos a corto plazo, los defensores argumentan que atraerá inversiones y fortalecerá la industria cripto local.
Según el medio local, Parlamentní Listy, esta exención se aplica a quienes realizan transacciones con criptoactivos, siempre que los ingresos anuales no superen las 100.000 coronas checas (alrededor de 4.000 dólares).
Además, los criptoactivos deben ser mantenidos durante al menos tres años antes de su venta para calificar para la exención.
La medida incluye una aplicación retroactiva en algunos casos, permitiendo que los activos adquiridos antes de ese año también se califiquen para la exención si se cumplen ciertos requisitos fiscales en ejercicios posteriores.
El ministro de Finanzas checo, quien impulsó la ley, destacó que la medida busca evitar la especulación y promover la integración estable de las criptomonedas en la economía del país.
"Queremos que las criptomonedas se mantengan como una inversión sostenible, creando empleo en el sector tecnológico", afirmó.
De esta manera, la República Checa se une a un grupo selecto de países europeos, como Suiza y Alemania, que han adoptado políticas fiscales favorables a las criptomonedas.
Sin embargo, el enfoque checo, que aplica la exención a todos los tenedores a largo plazo, podría sentar un precedente para futuras regulaciones en Europa.
De cara al 2025, que llegará en las próximas semanas con el cierre de 2024, los usuarios ya analizan cuáles serán los tributos que seguirán vigentes (salvo que ocurran modificaciones en los próximos días) y aplicarán a las operaciones con criptomonedas.
Actualmente, los más relevantes son el Impuesto a las Ganancias y el Impuesto sobre los Bienes Personales, cada uno con criterios de aplicación específicos.
Personas físicas: Las personas residentes en Argentina no tributan por la tenencia de criptomonedas, sino por las ganancias derivadas de su venta. La tasa aplicable es del 15% sobre el beneficio, que se calcula deduciendo el costo de adquisición del precio de venta.
Empresas: Para las empresas residentes en Argentina, el tratamiento es más complejo y existen dos interpretaciones:
Las ganancias derivadas de la venta de criptomonedas por empresas se gravan con tasas progresivas del 25% al 35%, dependiendo del sujeto. Si hay distribución de dividendos, se adiciona un 7%.
Este gravamen aplica a la tenencia de criptomonedas al 31 de diciembre de cada año. Según ARCA, ex AFIP, las criptomonedas se consideran un activo financiero, modificando la interpretación previa que las clasificaba como bienes inmateriales.
Criterios de valuación:
Alícuotas: