En un operativo de alta precisión, la Policía de Córdoba logró detener a una influencer Candela Salazar a minutos de partir en un vuelo con destino a Buenos Aires. La joven, de 27 años, está acusada de estafar a múltiples personas con promesas de altas ganancias en inversiones en criptomonedas.
La detención se produjo en el Aeropuerto Internacional Ambrosio Taravella, cuando Salazar se encontraba a bordo de un vuelo de la aerolínea low-cost FlyBondi. La tripulación ya había retirado la manga para el despegue, cuando un equipo especial de la Policía dio aviso para que frenaran las maniobras e interceptó a la influencer.
Casualmente, a bordo del vuelo se encontraban el ministro de Seguridad provincial, Juan Pablo Quinteros, el jefe de la Policía de Córdoba, comisario general Leonardo Gutiérrez, y el jefe de la Fuerza Policial Antinarcotráfico, Adrián Salcedo. Los tres altos funcionarios se dirigían a un evento junto a la ministra nacional Patricia Bullrich.
Las acusaciones
Todo comenzó hace varios meses, a partir de denuncias de personas que aseguraban haber sido estafadas con promesas de altas ganancias en inversiones en criptomonedas.
"Las víctimas aseguraban que Salazar, a través de sus redes sociales, las había convencido de invertir grandes sumas de dinero en un esquema piramidal", cuenta a iProUP una fuente de la investigación.
Tras recolectar pruebas suficientes, la fiscal Lourdes Quagliatti ordenó allanamientos en los domicilios de Salazar y de su presunto cómplice, Nicolás Gionco.
No obstante, al llegar al domicilio de Salazar, descubrieron que la joven ya se encontraba en camino al aeropuerto. Rápidamente, se coordinó un operativo conjunto con la Policía de Seguridad Aeroportuaria para interceptarla.
Candela Salazar, con una imagen cuidadosamente construida en Instagram, proyectaba una vida de lujo y éxito, atrayendo a numerosos seguidores. Esta fachada servía como señuelo para convencer a sus víctimas de invertir en un esquema fraudulento, prometiéndoles ganancias exorbitantes.
"Convencía a sus seguidores de invertir en un esquema piramidal que prometía altas ganancias mensuales. Una vez que las víctimas entregaban su dinero, Salazar y su cómplice desaparecían sin dejar rastro", detalla a iProUP el ayudante fiscal de Delitos Económicos Pablo Bazán.
Cómo operaba
Como resultado de estas maniobras fraudulentas, solo en relación con los cuatro casos que fueron denunciados, se produjo un perjuicio patrimonial total y nominal de u$s22.900.
Los investigadores advierten que el número de víctimas es aún mayor, ya que existen indicios de que esta red delictiva habría captado a una cifra considerable de personas.
Según las primeras pesquisas, Gionco se encargaba de captar a posibles inversores en un gimnasio local, mientras que Salazar, con su imagen de influencer, los convencía de la rentabilidad de sus inversiones.
"Tanto Salazar como Gionco fueron imputados por estafas reiteradas y se encuentran a disposición de la Justicia. Se espera que en los próximos días sean indagados y se conozcan más detalles sobre esta compleja trama de engaños", señala a iProUP Germán Arévalo, comisario del departamento de Delitos Económicos.
En sus redes sociales, Salazar cultivaba una imagen de éxito y opulencia, documentando sus viajes exóticos (Egipto, Europa, Estados Unidos, México y Centroamérica) y promocionándose como una experta en negocios y desarrollo personal. Era, como en tantos otros casos, una fachada servía para ganarse la confianza de sus seguidores y atraerlos a sus esquemas fraudulentos.
Bajo el alias de @candesalazarok, la estafadora construyó una personalidad magnética en Instagram, presentándose como una gurú del desarrollo personal y los negocios digitales, capaz de transformar vidas.
"Te ayudo a transformar tu vida por completo y convertirte en nómada digital. Información, comunidad y más", es uno de los mensajes que aparece en su cuenta.
En sus publicaciones, Salazar compartía frases motivacionales, consejos para alcanzar el éxito financiero y ofrecía cursos y mentorías sobre cómo construir un negocio rentable en el mundo digital.
Los indicios recabados hasta el momento permiten inferir que Salazar habría establecido vínculos con entidades extranjeras dedicadas a la promoción de inversiones de alto riesgo para, más tarde, lanzar su propio negocio.
La modalidad operativa empleada por la imputada presenta notables coincidencias con esquemas fraudulentos de alcance internacional, tales como el caso Generación Zoe.