Aerolíneas Argentinas se metió de lleno en el negocio del puerta a puerta internacional, y lo está haciendo con una propuesta muy ambiciosa para darle pelea a otros gigantes del sector courier, como son DHL, FedEx o UPS.
Con dos vuelos diarios para la ruta Buenos Aires-Miami, las ventajas que ofrece la compañía de bandera marcan un diferencial que pone en alerta a toda la competencia del segmento de cargas.
Pero la iniciativa de Aerolíneas no solo preocupa a las empresas de logística. Su incursión en el puerta a puerta también está encendiendo las luces de alerta entre las industrias y cámaras sectoriales, que la ven como una nueva amenaza en un contexto de fuerte caída del mercado interno.
Tras los últimos cambios normativos de la AFIP, ahora es posible realizar cinco compras anuales en el exterior por persona a través del régimen "courier", que funciona en paralelo al puerta a puerta que ofrece el correo oficial. Cada envío puede pesar hasta 50 kilos y por un monto de hasta u$s3.000 (ver infografía).
El giro que le dio Aerolíneas a este sistema posibilita que cada argentino aproveche al máximo dicho cupo. Sucede que la compañía alquiló un depósito cerca del aeropuerto de Miami para que cada usuario pueda enviar allí todas las compras que realice a través de diferentes portales online de Estados Unidos a lo largo de un mes y sin costo de almacenamiento.
Para ello, acaba de habilitar un sitio online en el que, al registrarse, el usuario recibe un código único que luego deberá consignar en cada operación que haga a través de una plataforma de ecommerce, ya sea Amazon, eBay u otras.
Con ese código, el consumidor se asegura que todas sus compras lleguen a su nombre al depósito de Aerolíneas, con la posibilidad de seguir haciendo "shopping virtual" hasta llegar a los 50 kilos de peso o los mencionados u$s3.000.
El sistema está pensado para que el cliente reciba diversos alertas como, por ejemplo, si está por pasarse del tope o si se están por vencer los 30 días de plazo durante los cuales no hay que abonar el costo del servicio de depósito.
El circuito logístico se cierra con la aceitada estructura que Aerolíneas Argentinas tiene a través de Jet Paq, presente en más de 30 localidades de las principales ciudades del país y que permite realizar las entregas en un plazo menor a las 72 horas y sin realizar un solo trámite aduanero.
Quejas de industriales y comerciantes
Si bien desde la compañía aseguran que no intervienen en las decisiones de compra de los usuarios, sí reconocen que en esta etapa el servicio está siendo utilizado con mayor frecuencia para traer tecnología de alto valor. Además, consideran que son muchos los que van a aprovechar las grandes liquidaciones de ropa que en cada temporada realizan marcas y malls de Miami.
Mientras que Aerolíneas se propone darle más visibilidad a su nuevo puerta a puerta, en la industria crece la preocupación por el impacto que pueda tener sobre el entramado productivo.
El tipo de cambio actual y los impuestos aduaneros que se aplican sobre las compras determinan que haya categorías más convenientes que otras a la hora de pasar la tarjeta y adquirir un artículo en Miami.
Las notebooks, por ejemplo, tienen una carga tributaria mucho menor que los celulares, ropa y zapatillas. Esto genera que los precios en el exterior sean mucho más competitivos que en el mercado local.
Sin embargo, la preocupación igual está latente. Con un mercado interno tan deprimido, cualquier mínima amenaza de una mayor competencia no hace más que encender nuevas alarmas en el tablero empresarial.
"No creo que sea un momento oportuno para avanzar con este tipo de medidas", enfatizan fuentes de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
"Las ventas minoristas siguen en caída. Encadenamos 17 meses consecutivos con variación negativa. En este contexto, alentar las importaciones nos preocupa y mucho, porque cualquier porcentual que se pierda afecta. Más aun, cuando la torta se está achicando", señala el directivo, quien agrega que "el sector textil y el de calzado figuran entre los más golpeados".
Empresas de electrónica, en alerta
Uno de los rubros a los que apunta este servicio es al de la electrónica de alto valor. Esto incluye desde notebooks de altas prestaciones hasta televisores, pasando por smartphones tope de gama.
Si bien serán los aranceles y el costo del flete las variables que determinarán cuán conveniente resulte adquirir un producto en Miami y traerlo vía Aerolíneas Argentinas, para los empresarios todo incentivo a la "microimportación" es un claro foco de amenaza.
"Los cambios en la normativa incrementaron las posibilidades de que un artículo que antes se compraba dentro del país ahora se traiga del exterior. Esto, obviamente, no es bueno para nosotros que producimos tecnología en Argentina, con un mercado interno tan resentido", señala el directivo de una de las firmas que fabrica dispositivos para marcas de punta en Tierra del Fuego.
La amenaza para algunas empresas es concreta. Entre los primeros afectados aparecen los premium resellers de Apple que operan en el país.
Es decir, las cadenas que cuentan con licencia oficial de la compañía cofundada por Steve Jobs, que pueden quedar seriamente dañadas con el puerta a puerta. No es para menos:
- Un iPhone XS 64 GB se ofrece en una tienda porteña a $112.500, lo que representa casi u$s2.450
- Ese mismo dispositivo se consigue en una plataforma online de Estados Unidos a menos de la mitad: u$s1.000
- Sumando impuestos internos de ese país y costos logísticos del envío, terminará en u$s1.680 (con la ventaja de recibirlo en el domicilio y en menos de 72 horas)
- La diferencia a favor del puerta a puerta es u$s770 que, al tipo de cambio oficial, representan más de $35.000
Otro caso, por demás elocuente:
- En Argentina, una Macbook Pro Touch Bar i7 con 512 GB de capacidad se vende a $204.000, lo que representa unos u$s4.463
- En Miami, se consigue por u$s2.570. Sumado impuestos y costos logísticos por u$s405, terminará costando poco menos de u$s3.000. - La diferencia, de nuevo a favor del puerta a puerta, es de $66.800
"Esto nos complica. Lo que tenemos a favor es que podemos ofrecer algunas cuotas sin interés y el cliente sabe que si tiene un problema técnico puede resolverlo fácilmente", es la respuesta que ensaya el gerente de uno de los principales locales con el logo de la manzana.
Sin embargo, las brechas de precios son tan amplias que todos los comercios con licencia Apple en el país están analizando cómo hacer frente a este "tsunami". No es para menos: en muchos casos, la competencia del puerta a puerta hace que pierda sentido ofrecer productos que cuestan hasta un 50% más en el retail.
En el caso de las marcas que se producen localmente, no se observan gaps tan marcados. Incluso, teléfonos de Samsung pueden llegar a costar menos en la Argentina que "microimportándolos".
El directivo de la firma fueguina aclara que "estamos mejor posicionados que en otras épocas, porque hemos logrado mantener los precios, dado que se trabajó mucho en la competitividad sectorial en estos dos últimos años".
Sin embargo, deja en claro que "cualquier señal de apertura importadora nos inquieta".
Desde el sector industrial de esa provincia advierten que el primer cuatrimestre fue "pésimo" en términos de ventas, y que ahora las expectativas están puestas en que el Ahora 12, que acaba de ser relanzado, ayude a traccionar.
Así y todo, debido a un arranque tan flojo, los empresarios prevén concluir el año con una fuerte caída de la producción. "Mantenemos las mismas proyecciones que teníamos al arrancar el año, que son bajas", asegura a iProUP. Estas expectativas son las siguientes:
- Celulares: las marcas apuntan a fabricar apenas 7,5 millones de equipos a lo largo del año. Son 500.000 unidades por debajo del período anterior y la peor performance desde 2010
- Televisores: aspiran a producir 2,5 millones de LED, unos 800.000 menos que en 2018. De cumplirse, será el peor registro en más de una década
Otro problema: falta de trazabilidad
En la industria fueguina reconocen que, con los constantes vaivenes económicos o incluso tributarios, un cambio en la ecuación podría acelerar el ingreso de productos.
"Lo que nos preocupa y mucho es que no existe la trazabilidad. Se puede entrar cualquier equipo sin informar marca y modelo. Esto, a los fines estadísticos, es preocupante, porque no hay manera de saber en qué medida afecta a la producción local", apunta el gerente de la compañía, que pide estricto off the record.
"Es grave porque nadie va a hacer un seguimiento de todo lo que ingresa. Esto no nos permite a las empresas llevar un monitoreo y tomar decisiones comerciales. El sector lo planteó ante la AFIP, pero no hubo respuestas", agrega.
En paralelo, desde CAME critican el hecho de que la compañía de bandera esté enfocado en fomentar importaciones: "Sería mucho más útil que brinde más herramientas logísticas para potenciar a las economías regionales".
Una lectura similar traza Raúl Zylbersztein, secretario general de Confederación Empresaria de la República Argentina (CGERA). En diálogo con iProUP, el referente del sector Pyme afirma que "es un despropósito que no se incentive a que los productores de las provincias salgan al mundo, aprovechando las ventajas del comercio electrónico y el potencial de una aerolínea de bandera".
"Debería estar pensando cómo un productor de Catamarca, vía web, pueda vender sus ponchos en Londres. Habría que fomentar las exportaciones. Pero, en lugar de esto, impulsan a más argentinos a traer cosas de afuera. En momentos como el actual, para la industria es un verdadero problema", acota.
El directivo agrega que para los sectores más sensibles –como textil y calzado– esta medida "viene a complicar aún más las cosas", dado el nivel de crisis que enfrentan.
Para poner en contexto, desde la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI) alertan que la producción de ropa en la Argentina se desplomó casi 20% en marzo respecto del mismo mes del año pasado, mientras que en hilados y tejidos –principal insumo para el sector– cayó un 17% en igual período.
"Este derrumbe de la producción nacional de prendas trajo aparejado el cierre de fábricas y establecimientos productivos, numerosos casos de convocatoria de acreedores y la destrucción del empleo asalariado privado registrado", señalan desde la entidad. Y advierten que en doce meses se perdieron más de 3.500 puestos en esta rama de actividad.
En general, los aranceles aduaneros equilibran la balanza a favor de la Argentina en los segmentos ropa y calzado. Pero los empresarios temen que, en cuanto se lance una nueva "megaliquidación" en Miami, el puerta a puerta sea la vía de entrada para indumentaria a precio de saldo.