Donald Trump, el mandatario electo de EE.UU., nombró a Paul Atkins como presidente de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC). El elegido por Trump ya expresó abiertamente su apoyo a la industria de las criptomonedas.
Trump avaló a Atkins en redes sociales: "Es un líder probado en materia de regulaciones con sentido común".
Y añadió que "cree en la promesa de unos mercados de capitales innovadores y robustos que respondan a las necesidades de los inversores y que proporcionen capital para hacer de nuestra economía la mejor del mundo".
Además, Trump sostuvo que Atkins "reconoce que los activos digitales y otras innovaciones son cruciales para hacer de Estados Unidos un país mejor que nunca", Y recordó que el nuevo funcioanrio es vicepresidente de la Token Alliance de la Cámara Digital desde 2017, por lo que ha "trabajado y estudiado la industria de los activos digitales".
Aunque Trump ya decidió quién será el próximo presidente para la SEC, todavía el Congreso estadounidense debe aprobar la designación. Lo cierto es que si Atkins consigue el visto bueno, el panorama regulatorio para las criptomonedas en los Estados Unidos podría cambiar rdadicalmente.
Atkins ya se desempeñó como comisionado de la SEC durante la presidencia de George W. Bush y reemplazará al actual presidente de la SEC, Gary Gensler, quien ya anunció que dejará su cargo el 20 de enero de 2025.
Gensler, exbanquero y profesor del MIT, es una figura opositora al ecosistema de criptomonedas y durante su gestión demandó e inició acciones legales contra algunas empresas del sector como Ripple y Binance.
A partir de la designación de Paul Atkins es de esperar que la SEC tome una postura más afín a las criptomonedas, además de cumplir con la promesa de campaña Trump acerca de desplegar un enfoque menos restrictivo y más a favor de la innovación y el desarrollo del ecosistema cripto en los Estados Unidos.