Bitcoin (BTC), la criptomoneda más popular, marcó un nuevo máximo histórico al superar los u$s75.000 por unidad en la madrugada de este miércoles.
La subida, que llevó su valor hasta los u$s75.361,09, se produjo tras la declaración de victoria del candidato republicano Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
Este hecho ha generado gran expectativa en el mercado cripto, donde otros activos también experimentaron notables subidas.
El efecto Trump sobre el BTC y otras criptodivisas no solo se debe a la perspectiva de un enfoque más favorable hacia los activos digitales, sino también al control republicano del Senado.
Este cambio legislativo podría facilitar el camino para normativas favorables al sector, especialmente después de años de mayores restricciones impuestas bajo la administración de Joe Biden.
El senador demócrata Sherrod Brown, conocido por sus posturas restrictivas hacia las criptomonedas, dejará su cargo, lo que también ha sido percibido como positivo para los inversores.
Durante su campaña, Trump se comprometió a posicionar a Estados Unidos como un centro global de criptomonedas, incluso planteando la creación de una reserva estratégica de Bitcoin.
En contraste, la candidata demócrata Kamala Harris mantenía una visión más cautelosa.
Los analistas coinciden en que la victoria de Trump ha infundido optimismo en el sector, impulsando una fuerte demanda de bitcoin y de otros activos digitales como Dogecoin, que vio un aumento de hasta el 20%.
Sin embargo, esta subida fue breve: tras superar los u$s75.000, el valor del bitcoin comenzó a retroceder ligeramente y se ubicó alrededor de los u$s73.000 poco después.
Los expertos advierten que, aunque este hito histórico ha sido un catalizador para el mercado cripto, la volatilidad de las criptomonedas sigue siendo alta.
En los próximos días, el enfoque estará en la Reserva Federal y su próxima decisión sobre las tasas de interés, que podría influir en la cotización de bitcoin y otros activos de riesgo.
El contexto electoral en Estados Unidos y las promesas de un marco normativo amigable para las criptomonedas han dado un nuevo impulso al sector, pero la cautela persiste, ya que las criptodivisas han mostrado volatilidad extrema en eventos políticos anteriores.