Estados Unidos vivirá este 5 de noviembre, unas elecciones históricas entre la demócrata Kamala Harris y el republicano Donald Trump, con grandes expectativas tanto en el ámbito nacional como internacional.
La relación entre Argentina y Estados Unidos es clave para la economía nacional y, según Piedad Ortiz, Chief Economist de Wise Capital, ambos candidatos podrían traer consecuencias distintas para el país.
A continuación, un análisis de cómo el resultado de estos comicios puede impactar a Argentina en áreas clave como comercio, inversiones, mercados y la relación con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En términos de asistencia financiera, el panorama es diverso.
El Acuerdo de Facilidades Extendidas firmado en marzo de 2022 con el FMI vence a fin de año, y, aunque no existen vencimientos de capital hasta 2026, Argentina busca renovar su programa con recursos adicionales que refuercen sus reservas.
Trump, en caso de ganar, probablemente facilite esta asistencia, dado que su política económica suele alinearse con gobiernos de corte liberal como el de Javier Milei.
En cambio, si Harris triunfa, la posibilidad de apoyo adicional recaerá exclusivamente en el FMI, con menor influencia directa desde Washington.
El valor del dólar es otro tema clave, y Ortiz observa que cada candidato tiene una visión distinta respecto a su rol como moneda de reserva.
Una victoria de Harris podría generar un dólar más débil, debido a su enfoque menos proteccionista, mientras que Trump tiende a políticas más alineadas con la defensa del estatus del dólar, buscando que siga siendo la divisa preferida en el comercio internacional.
En un contexto donde Argentina lucha por estabilizar su economía y fortalecer el peso, la fortaleza del dólar es un factor determinante para evaluar el impacto de estas elecciones.
Estados Unidos se destacó durante décadas como un socio comercial estable para Argentina, con exportaciones que mantienen al país norteamericano entre los principales destinos de productos albicelestes.
Y si bien la experta de Wise señala que esta relación probablemente se mantenga con cualquiera de los candidatos, un triunfo de Trump podría generar cambios.
En su posible agenda de guerras comerciales, podría surgir la sustitución de proveedores, abriendo nuevas oportunidades para que Argentina ocupe espacios de mercado en áreas claves.
Ambos candidatos pueden influir de manera diferente en los sectores del mercado internacional, lo que también impactaría en las inversiones en Argentina.
De acuerdo con Ortiz, un gobierno de Trump impulsaría sectores tradicionales como el industrial y financiero, donde la reducción de regulaciones tiende a ser prioritaria, y áreas como criptomonedas, infraestructura y defensa.
Harris, por su parte, favorecería sectores con enfoque ecológico y de energías limpias, tales como la producción de hidrógeno y automóviles eléctricos, además de los sectores de educación y salud.
En el ámbito geopolítico, se espera que un mandato de Trump ponga énfasis en temas como las relaciones con Rusia y China, manteniendo una política exterior activa que indirectamente podría repercutir en la región.
Harris, en cambio, podría priorizar la política social y enfocarse en la agenda interna, lo que podría reducir la injerencia en América Latina.
A diferencia de la elección directa en Argentina, Estados Unidos elige a su presidente a través de un sistema de Colegio Electoral, lo que puede retrasar la confirmación del resultado.
La clave estará en los estados indecisos como Pensilvania y Georgia.
Se estima que el miércoles temprano ya se conocerán los resultados, pero en caso de un conteo ajustado, el país podría tener que esperar varios días para saber quién será el próximo presidente.