Uruguay atrajo en los últimos años la atención por la mudanza de fundadores y CEO de unicornios, y también de cientos de empresarios del sector informático, que hoy están cómodos en el país vecino y no piensan en volver, debido a ciertas condiciones humanas, financieras e impositivas. Pero el éxodo sigue, esta vez de mano de las franquicias.
Sobre lo que sucede ahora, tras el éxodo de los CEO, Ricardo Domínguez, de RICA Consultores (Montevideo), afirma a iProUP: "Están llegando muchas franquicias argentinas que se instalan en Uruguay y usan el beneficio de proyectos de inversión: el Gobierno devuelve esos fondos vía descuento del impuesto a la renta por un plazo determinado".
"Los beneficios de los proyectos de inversión de COMAP consisten en que el empresario invierte u$s100 y Uruguay le devuelve u$s50 en varios años descontando en su impuesto a la renta, al reducir el capital hundido se hace más alta la tasa de rentabilidad", asegura.
Y añade: "La llegada no es tanto de personas físicas, sino de empresas argentinas que están invirtiendo en un mercado estable en materia legal, fiscal y cambiaria. En cuanto a los CEO, desde el punto de vista de Uruguay, "la llegada vino con inversiones en inmuebles, además de nuevos proyectos que han desarrollado".
"También buscando los beneficios tributarios para la construcción, ya sea por la Ley de Vivienda Promovida o por el decreto de 'gran dimensión económica' para zonas de alto nivel adquisitivo. La realidad es que hace tres años que en Uruguay se ven el triple de grúas y muchas de estas obras son de empresarios argentinos", indica.
Entre otros hombres de negocios, viven en Uruguay desde hace unos años:
"Antes del éxodo de los argentinos a comienzos de esta década, ya había en Uruguay unas 300 compañías instaladas. El 75% se dedicaba al comercio de bienes y el 25% restante , a los servicios", indica a iProUP Gerardo Tasende, de la consultora GTS Uruguay.
"Hoy, la cantidad que exportan servicios supera las 2.000. Desde firmas con menos de cinco personas, contadores, abogados, consultoras, arquitectos, startups tecnológicas y profesionales independientes, hasta otras con más de 500 en centros de servicios o compañías globales de outsourcing, como Tata Consultancy, Sabre, EGS y Globant", dice.
Domínguez señala: "Desde 2019 a 2023 han llegado empresarios argentinos en busca de reglas claras. A su vez, el país simplificó en 2020 la obtención de la residencia fiscal".
"Una persona física la obtiene a través de la compra de uno o varios inmuebles: la suma debe estar por arriba de un valor aproximado de u$s530.000, más 60 días de residencia efectiva anual en el país", precisa.
Tasende remarca que "en Uruguay existen varias razones, además de tributarias, por las que empresarios e inversores lo consideran como interesante destino para radicar todas o parte de sus actividades", por los que destaca las siguientes 10 claves:
"Hay un entorno tributario amigable, particularmente para individuos con alto patrimonio e inversionistas que realizan actividades con sociedades de esos países, en el que los principales incentivos son los siguientes", enumera Tasende:
Se grava el ingreso generado únicamente por actividades realizadas dentro del territorio, no los servicios prestados en el exterior o actividades de trading off shore.
Los no residentes están sujetos a una tasa fija del 12% sobre los ingresos generados dentro del país.
La alícuota del Impuesto a la Renta de las Actividades Empresariales (IRAE) es del 25%.
Guzmán Ramírez, del estudio montevideano Bergstein & Asoc, revela a iProUP que el gobierno amplió a 11 años la franquicia en el impuesto a la renta para las personas físicas que obtienen la residencia fiscal.
"El beneficio del tax holiday permite optar por tributar por el Impuesto a la Renta de los No Residentes (IRNR) por 11 años, para los rendimientos de capital mobiliario provenientes del extranjero (bonos, acciones y otros", señala Tasende.
Estas personas tienen la alternativa de pagar IRPF sobre los mismos rendimientos a una tasa reducida del 7%, pero sin límite de tiempo, considera Ramírez, y destaca:
"A pesar de todas las medidas de transparencia tributaria implementadas en el marco de OCDE, Uruguay continúa ofreciendo un grado de secreto financiero que atrae a individuos de alto patrimonio", concluye el Banco Mundial.