Leonardo Cositorto, director de Generación Zoe, debía comparecer en una audiencia donde se discutirían las acusaciones de estafas piramidales que afectaron a muchas personas en distintas provincias, incluida Corrientes.
No obstante, el Tribunal de Juicio de Goya decidió suspender la sesión temporalmente debido a la posibilidad de un acuerdo entre las partes y la "reparación integral del daño".
Las fuentes judiciales aseguran que este acuerdo no exime a Cositorto de enfrentar una posible condena en caso de ser declarado culpable, y la audiencia se reanudará el próximo lunes.
El Tribunal de Juicio de Goya, bajo la presidencia del juez Ricardo Carbajal y la colaboración de los magistrados Jorge Carbone y Julio Duarte, aceptó la petición de la querella, respaldada por la Fiscalía y las defensas.
Esta decisión implicó que los dos últimos testigos programados no pudieran declarar debido a las conversaciones sobre un posible acuerdo de reparación integral del daño.
Además de Leonardo Cositorto, otros cinco acusados se encuentran en juicio: Miguel Ángel Echegaray, Maximiliano Javier Batista, Lucas Damián Camelino, Nicolás Ismael Medina y Javier Sebastián Medina.
El abogado querellante, Pablo Fleitas, solicitó un cuarto intermedio tras consultar a las 98 víctimas que representa, quienes se mostraron favorables a la posibilidad de llegar a un acuerdo de reparación.
El juez Carbajal expresó que, dada la naturaleza de la petición presentada por todas las partes, se invitaba a los medios a asistir y a transmitir en vivo lo que se planteara en el tribunal.
Aunque se esperaba que el viernes declararan cuatro testigos, solo se escucharon dos testimonios antes de que se suspendiera la audiencia.
El primer testimonio fue el de Alejandro Eugenio Castillo, un oficial de la policía de Corrientes que participó en dos allanamientos de oficinas relacionadas con Generación Zoe.
Posteriormente, Cristian Federico Gómez, quien se presenta como una de las víctimas del caso, también brindó su declaración antes de que se decidiera el cuarto intermedio en el juicio.
El foco de la investigación judicial sobre Leonardo Cositorto se intensificó a finales de 2021 y principios de 2022, cuando el esquema piramidal de su empresa, Generación Zoe, mostró signos evidentes de inminente colapso.
Durante este tiempo, Cositorto, que ya era una figura reconocida en redes sociales y medios de comunicación, comenzó a enfrentar múltiples investigaciones en su contra en provincias como Corrientes, Córdoba, Salta y en la ciudad de Buenos Aires.
Al complicarse su situación legal, Cositorto, quien había expandido sus actividades a otros países, desapareció de la vista pública.
Mientras se encontraba en la clandestinidad, envió mensajes en video para apaciguar a sus seguidores e inversores, pero su ubicación permaneció oculta hasta abril de 2022, cuando fue arrestado en República Dominicana por agentes de Interpol.
La orden de captura internacional había sido emitida el 18 de febrero, y Cositorto logró eludir a las autoridades durante 50 días antes de ser encontrado.
La División de Investigación Federal de Fugitivos y Extradiciones de la Policía Federal informó que su captura se facilitó debido a las reuniones virtuales que organizaba cada noche en busca de nuevos inversores para un nuevo proyecto llamado Sunrise Coach.
Ante las primeras alarmas, la Comisión Nacional de Valores (CNV) inició un sumario administrativo por la posible realización de una oferta pública irregular y actividades financieras fuera del marco legal por parte de Generación Zoe.
Emitió una alerta a través del portal de la Organización Internacional de Comisiones de Valores (OICV) y notificó a los entes reguladores de países como Colombia, España y Paraguay sobre la investigación en curso.
Además, la CNV había requerido el cese inmediato de cualquier actividad pública de negociación de valores en Argentina por parte de Cositorto y su empresa.