Octubre es el mes de la concientización en ciberseguridad, y no por casualidad. Vivimos en un mundo digital cada vez más complejo, donde cada click, cada contraseña débil o cada descarga impulsiva puede poner en jaque a nuestra privacidad o nuestro trabajo.

En la actualidad, sabemos que la tecnología es casi tan vital como el aire que respiramos. Sin embargo, al igual que el oxígeno puede volverse tóxico en exceso, el mundo digital también presenta riesgos invisibles.

Te expones a ataques que no ves venir cada vez que envías un correo electrónico o abrís una aplicación, acciones que no revisamos demasiado por descuido, desconocimiento o simple confianza.

Los fraudes en línea son algo del presente, completamente en auge y donde podemos rever detalles que nos permitan controlar los daños.

Es como conducir por una ruta llena de baches invisibles: tarde o temprano sufrirás un accidente si no sabes cómo evitarlos. Y en este punto es donde entra la ciberseguridad.

¿Te diste cuenta de que tomamos decisiones automáticas todo el tiempo? Es parte de nuestra naturaleza. Evolucionamos para reaccionar rápido, como lo harían nuestros ancestros al huir de un depredador.

Pero, en el mundo digital, esos reflejos a veces nos juegan en contra y nos vuelven más vulnerables. Literalmente, al confiar en esos hábitos automáticos, somos más propensos a cometer errores.

¿Cuántas veces abriste un correo sin pensarlo dos veces o reutilizaste la misma contraseña en diferentes cuentas? Los ciberdelincuentes saben cómo aprovechar esos sesgos psicológicos que nos llevan a la comodidad.

La clave está en frenar un segundo y analizar antes de actuar.

Acupuntura IT y BioHacking: Precisión digital

Acupuntura IT puede sonar raro, pero imaginémoslo así: en vez de blindar todo el sistema con medidas genéricas, se trata de intervenir solo en los puntos más vulnerables, los "nervios expuestos" del entorno digital, donde más duele cuando te atacan.

Es hacer pequeños ajustes específicos para grandes impactos. En el ámbito de la ciberseguridad, mínimas modificaciones (como la doble autenticación) pueden generar un cambio significativo.

Y BioHacking, ¿qué tiene que ver con la ciberseguridad? Más de lo que pensamos. Así como los biohackers modifican sus cuerpos para mejorar su desempeño, en el mundo IT podemos "hackearnos" a nosotros mismos para ser usuarios más inteligentes y menos vulnerables.

Es decir, cambiar ciertos reflejos para hacer de nuestra interacción con la tecnología algo más conciente y protegido. Se refiere a la mejora de nuestros procesos biológicos, hackear nuestras propias costumbres, nuestros propios hábitos digitales.

Tres mantras para protegerte como un profesional

Respira antes de hacer clic: Cada vez que recibas un correo sospechoso o una notificación extraña, antes de abrirlo, respira y reflexiona. La pausa es tu mejor arma contra el fraude.

Una contraseña, una vida: No reutilices contraseñas. Cada cuenta debe tener su propia clave, como si fueran vidas distintas que no se cruzan. Autenticación en dos pasos es tu mejor aliado.

Actualiza, aunque duela: Las actualizaciones suelen ser molestas, pero son el equivalente a reforzar puntos de presión de tu sistema. No subestimes lo que un simple reinicio puede hacer para mantenerte fuera del radar de los atacantes, es como añadir un ladrillo más a tu muralla.

Al igual que cada año desde hace más de dos décadas, este octubre se conmemora como el mes de sensibilización y concientización sobre la ciberseguridad.

Es un buen momento para reflexionar sobre cómo nuestras decisiones automáticas pueden convertirse en brechas. La clave no está en saberlo todo, sino en aplicar pequeñas acciones con precisión y es un acto de responsabilidad.

Como cualquier hábito saludable, protegerse requiere atención y constancia. Pensemos en ello como una inversión en nosotros mismos y nuestros trabajos.

Octubre es el recordatorio anual de que los ataques no descansan y en el universo digital, la seguridad también es un estado mental y de alerta… No únicamente tecnológica.

¿Vas a mejorar tu atención para poder enfrentarlos o seguir confiando en la suerte? Necesitamos hacer de la ciberseguridad una segunda naturaleza. ¡hackear nuestros hábitos!

*Por Matías Labanca,  Chief Information Security Officer (CISO), Instructor de Blockchain y Cripto, Hacker ético y Auditor ISO 27001

Te puede interesar