La adhesión al programa de blanqueo de capitales superó ampliamente las expectativas del Gobierno. Desde su lanzamiento, los depósitos en dólares en el sistema financiero experimentaron un crecimiento exponencial, alcanzando niveles no vistos en cinco años.
Sin embargo, a pesar de este aluvión de divisas, las reservas internacionales del Banco Central no mostraron un incremento significativo, generando interrogantes sobre el destino de estos fondos.
Según datos oficiales, los depósitos en dólares en entidades financieras aumentaron en aproximadamente u$s4.000 millones desde el inicio del programa, impulsados en gran medida por la posibilidad de regularizar activos en efectivo sin penalidades.
"El atractivo de esta opción quedó demostrado por el incremento de las aperturas de cuentas especiales para la regularización de activos, superando ampliamente las proyecciones iniciales", señala a iProUP el economista José Clavero.
No obstante, este flujo de dólares hacia el sistema financiero no se tradujo de manera proporcional en un aumento de las reservas internacionales del Banco Central.
"Los bancos están dejando los nuevos dólares depositados en las sucursales en lugar de encajarlos en el BCRA, quizás a la espera de saber qué porcentaje del efectivo blanqueado seguirá en argendólares a partir de octubre, mes donde quienes regularizaron hasta u$s100 mil podrán retirarlos sin penalidad", comenta a iProUP la consultora 1816.
Lógicamente la expectativa era que la regularización de activos contribuyera a fortalecer las reservas brutas, pero hasta el momento se registró una disminución de u$s 442 millones.
"En primer lugar, los bancos optaron por mantener una porción significativa de los nuevos depósitos en efectivo en sus bóvedas, en lugar de depositarlos en el Banco Central", apunta la economista Belén Robledo.
La decisión que comenta la entrevistada puede estar motivada por la incertidumbre sobre el futuro de estos fondos y la posibilidad de que una parte de ellos sea retirada en los próximos meses.
Otro aspecto importante es el que comenta Clavero: "El régimen de blanqueo permite a los contribuyentes que regularicen hasta u$s100.000 sin penalidades a partir del 1 de octubre, lo que puede generar una nueva ola de extracciones y limitar el impacto en las reservas".
Por último, la falta de claridad sobre las condiciones para acceder a los préstamos otorgados con los fondos blanqueados también motivó cierta cautela entre los bancos, lo que limitó el crecimiento del crédito en dólares.
"El Gobierno deberá implementar medidas adicionales para incentivar que los bancos depositen los nuevos fondos en el Banco Central y promover el otorgamiento de créditos productivos que contribuyan al crecimiento económico", cierra Robledo.
Los contribuyentes que opten por invertir en oro para blanquear sus capitales pueden acceder a una serie de beneficios fiscales, entre los que se destacan:
El oro se consolidó como un activo de refugio. Su valor intrínseco y su historia como reserva de valor lo convierten en una opción atractiva para quienes buscan proteger su patrimonio.
En el marco de la ley de blanqueo, el oro físico, en forma de lingotes y monedas, se presenta como una vía segura y eficiente para regularizar fondos no declarados.