El fraude vinculado a criptomonedas continúa en ascenso en Estados Unidos. Según un informe publicado por el FBI, las pérdidas asociadas a estafas en criptomonedas alcanzaron los u$s5.600 millones en 2023.

La cifra revelada representa un aumento del 45% en comparación con el año anterior.

Esta cifra evidencia un incremento alarmante en las actividades delictivas relacionadas con activos digitales como el bitcóin, ether y tether.

El reporte, basado en datos del Centro del Crimen en Internet del FBI (IC3), indica que, aunque los fraudes relacionados con criptomonedas solo representaron el 10% de las denuncias de fraude financiero en el país, el monto perdido en este tipo de operaciones fue el 50% de las pérdidas totales por fraude cibernético.

Según Michael Nordwall, responsable de la división de investigación criminal del FBI, la naturaleza "descentralizada" y las transacciones "irreversibles" de estas divisas las convierten en "un vehículo atractivo" para los delincuentes, dificultando la recuperación de los fondos.

En total, el FBI recibió unas 69.000 quejas por fraudes vinculados a criptomonedas durante el año pasado.

El grupo más afectado fueron las personas mayores de 60 años, quienes presentaron 16.800 denuncias, con pérdidas que superaron los u$s1.600 millones.

Nordwall subrayó la importancia de concienciar al público sobre este tipo de estafas.

"El informe busca llamar la atención sobre la proliferación de las pérdidas relacionadas con el fraude de criptomonedas y educar a los ciudadanos para que puedan protegerse de estos delitos", explicó.

El crecimiento de las estafas con criptomonedas pone de manifiesto la vulnerabilidad de los usuarios en un entorno donde las transacciones transfronterizas, sumadas a la falta de regulaciones globales, crean un espacio fértil para el accionar de los estafadores.

Ante este panorama, las autoridades recomiendan estar alertas ante promesas de rentabilidad rápida y ofrecer información personal o financiera solo en plataformas confiables.

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