Rusia ha tomado medidas importantes para reducir su dependencia del dólar estadounidense en el comercio global.
Una de ellas es la creación de dos exchanges de criptomonedas controlados por el Estado y la otra es el lanzamiento de una stablecoin respaldada por el yuan chino.
Estas medidas son una respuesta directa a las sanciones impuestas por EE.UU., obligando al país a desarrollar alternativas financieras. Con estas acciones, Rusia busca fortalecer su economía mediante nuevos sistemas de pago.
Rusia avanza en su estrategia de desdolarización
Rusia ha implementado una serie de medidas significativas en su búsqueda por desvincularse del dólar estadounidense y mitigar el impacto de las sanciones occidentales.
Una de las iniciativas clave es la introducción de una nueva stablecoin, respaldada por el yuan chino en una proporción de 1:1, lo que garantiza una moneda estable y confiable para las transacciones internacionales.
Esta stablecoin no solo permitirá a Rusia eludir las sanciones impuestas por Estados Unidos.
También refuerza la estrategia de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) de reducir la dependencia del dólar en el comercio global, promoviendo el uso de monedas locales en las operaciones internacionales.
Además, la creación de bolsas de criptomonedas en Moscú y San Petersburgo subraya el compromiso de Rusia con esta estrategia, facilitando los pagos digitales para la liquidación de transacciones comerciales.
Esta medida busca fortalecer el papel del yuan en el comercio global y consolidar su posición en el grupo de los BRICS, que aboga por un sistema financiero mundial más diversificado y menos dependiente del dólar.
Nueva estrategia financiera del BRICS
Esta estrategia se enmarca en un esfuerzo más amplio de los países BRICS para contrarrestar la hegemonía del dólar estadounidense en el comercio internacional.
Si el plan se ejecuta con éxito, podría disminuir notablemente la influencia del dólar en las transacciones globales, especialmente entre los BRICS y naciones en desarrollo, que ya están comenzando a utilizar el yuan chino en sus intercambios comerciales.
Estos movimientos reflejan los cambios geopolíticos y económicos que están ocurriendo, mientras países como Rusia y China buscan rediseñar el sistema financiero global para disminuir la dependencia del dólar estadounidense.
Esta transformación podría tener profundas repercusiones en el comercio internacional y en la estructura del poder económico en los años venideros.
¿Por qué los BRICS quieren su propia moneda?
La intención de desvincularse del dólar no es nueva para los países del bloque y varios acontecimientos ubican esta idea en un horizonte cada vez más cercano:
- La reorientación del comercio internacional de Occidente a Oriente (de EEUU a China)
- El congelamiento de los activos de Rusia y su banco central, (u$s300.000 millones) tras la invasión a Ucrania
- El impacto de la suba del dólar en países emergentes por el aumento de tasas de EEUU
- La férrea posición de Brasil a favor de la desdolarización, planteada a China con la que mantiene acuerdos comerciales por u$s150.000 M
- La propuesta de Lula de crear una moneda latinoamericana
- El ascenso económico del gigante asiático a nivel global y entre los BRICS (70% del total), su rol como prestamista
- La Nueva Ruta de la Seda, megaproyecto para conectar comercialmente a Asia con el mundo
- El avance del yuan en las transacciones transfronterizas, con un récord de u$s550.000 millones
"En un principio, los BRICS aglutinaban países emergentes, pero 20 años después el poder se transformó. China hoy es una potencia, Rusia reorientó su fuerza con la guerra de Ucrania y lo mismo India en diversas cuestiones", señala a iProUP Amilcar Salas Oroño, profesor en Política Exterior Argentina (UNMdP).
Según el experto, "avanzar en una moneda común es una estrategia relacionada con organizar este nuevo orden mundial alrededor de China, facilitándole la posibilidad algunos países emergentes que tienen dificultades con el dólar". Como muestra del poderío, estas naciones concentran a nivel global:
- 22% de la superficie continental
- 42% de la población
- 24% del PBI
- 16% de las exportaciones y 15% de las importaciones
Patricio Giusto, director del Observatorio Sino-Argentino, señala a iProUP que el BRICS comenzó como una plataforma de cooperación, en comercio e inversiones, para grandes economías emergentes, pero también otras más pequeñas como Argentina, México, Arabia Saudita e Indonesia. Ahora, buscan proponer una opción al sistema monetario internacional.
"Hay intenciones de generar alternativas que aporten mayor autonomía a sus bancos centrales. China ya lo implementó con éxito con el yuan y ahora la idea es llevarlo al intercambio bilateral y multilateral de los BRICS", explica Giusto.
En su visión, si bien el billete verde mantiene su supremacía, China avanza en un contexto internacional propicio, con el dólar cuestionado por países muy endeudados, como Argentina o Pakistán.
"Hay un resurgimiento de los BRICS y un reacomodamiento geopolítico en las plataformas lideradas por China que permite que el bloque avance en su propia moneda virtual, con el aval de Rusia, Brasil, Sudáfrica y hasta India, que tiene reticencias por su posición neutral por su enemistad con China y equilibrio permanente con los EEUU", opina Giusto.
Los BRICS ya avanzan en sus propias monedas virtuales
La posibilidad de concretar una divisa común es un proyecto para los BRICS. Pero cada uno de los miembros está avanzando de manera individual en el desarrollo de sus propias monedas digitales de banco central (CBDC):
- China: desarrolla el yuan digital desde 2014 y está realizando pruebas a gran escala. Se espera que más de 900 millones de personas lo usen de manera cotidiana en la próxima década
- Rusia: el banco central espera la autorización del parlamento para comenzar las pruebas de su rublo digital a más tardar en 2024. Además, ofrece su tecnología a otras naciones
- India: trabaja en la e-rupia sobre tecnología blockchain. Si bien es un proyecto piloto, ya lo usan 1,3 millones de personas y 300.000 comerciantes
- Brasil: el banco central está probando el real digital, con la participación de entidades clave como Bradesco, Banco do Brasil e Itaú. Estará disponible para pagos minoristas en 2024
Moneda BRIC: su impacto geopolítico
Actualmente, el dólar domina el mercado mundial, con casi el 90% de las transacciones y el 60% de las reservas de los bancos centrales. Para Salas Oroño, avanzar en el desarrollo de una moneda propia del bloque reforzaría un nuevo orden mundial alrededor de China.
Sobre todo, porque gran parte del comercio global se está organizando en torno a la Nueva Ruta de la Seda impulsada por el país asiático, que a su vez es prestamista e inversor de un gran número de países, incluyendo la Argentina.
Giusto añade que el contexto internacional es propicio y, en términos geopolíticos, permitiría al gigante asiático ser un actor fundamental no solo nivel comercial, inversiones y otras cuestiones estratégicas, sino también en lo financiero.
China y Rusia lideran el proyecto para desdolarizar la economía global
"Todavía no posee un gran impacto para el dólar, pero se empiezan a plantear alternativas. Es buena la diversificación y no depender de una sola moneda internacional", señala Giusto. Y añade: "Se observa una tendencia a un mundo no solo más polarizado en lo geopolítico, sino que también amplia sus alternativas financieras en el comercio y flujo de inversiones globales".