Por primera vez en la historia argentina, un régimen de regularización de activos incluye a las monedas digitales, cada vez más afianzadas entre los argentinos con más de 10 millones de cuentas para operar en el país.
Este nuevo marco legal ofrece una oportunidad para formalizar tenencias que, hasta el momento, podrían estar fuera del radar del fisco a cambio de importantes beneficios impositivos. Según Chainalysis, el colchón cripto roza los u$s100.000 millones, por los que las principales exchanges ven una excelente oportunidad para absorber parte de esos fondos. Y ya lanzaron su "operativo blanqueo".
En el caso particular de las criptomonedas, la normativa establece que aquellas que se encontraban bajo la custodia de un proveedor de servicios de activos virtuales (PSAV) al 31 de diciembre de 2023 son consideradas bienes situados en el país y, por lo tanto, sujetos a este régimen.
Conocidos estos detalles, las exchanges comenzaron a publicar los mecanismos para ingresar en el blanqueo. Una de las primeras fue Buenbit, que comunicó a los usuarios que pueden depositar las criptomonedas en su plataforma antes del 30 de septiembre y mantener dichos activos hasta esa misma fecha, inclusive.
"Si las criptomonedas no las adquiriste en Buenbit, deberás presentar un comprobante de tenencia y valuación a AFIP, certificado por un escribano público, que acompañe junto al 'Resumen de Cuenta Buenbit para Blanqueo' a la Declaración Jurada del Régimen de Regularización de Activos", advierten desde la empresa.
Entre las 70 compañías que forman parte del registro de proveedores de activos virtuales (PSAV), no hay gigantes como Binance, Bitget, Coinbase o similares. Por lo tanto, no ofrecen la "cuenta especial de regularización" y sus usuarios deben transferir los fondos a un PSAV local.
Quienes avancen con esta posibilidad deberán pedir un resumen de cuenta para Blanqueo. Hay que completar el formulario con los activos a declarar, que podrán completar a partir del mes de octubre.
Buenbit optó por publicar una especie de guía en redes. Como era de esperar, despertó la reprobación de usuarios que ven a estos procesos como un camino a contramano de la esencia cripto, que busca un nuevo tipo de dinero digital descentralizado, sin autoridades ni intermediarios.
La plataforma Lemon entregó a iProUP detalles sobre el procedimiento de blanqueo cripto. En cuanto a las etapas del régimen, explican lo siguiente:
"El blanqueo aparece en momentos en que avanza la regulación de los activos virtuales, tanto en el ámbito nacional, regional y global", afirman desde Lemon. Agregan que "los valores de incorporación al blanqueo constituyen costo de adquisición a todos los fines impositivos, lo que permite optimizar su tratamiento fiscal integral."
Julián Colombo, director general de Bitso Argentina, asegura a iProUP : "Hubo una reglamentación mucho menos específica respecto a la de los bancos o los agentes de compensación y liquidación".
El referente cripto advierte que "estamos disponibles para todo usuario que quiera regularizar sus criptos en Bitso. Certificamos a quienes quieran ingresar al blanqueo para todos aquellos que hayan comprado en nuestra plataforma. Hay ya 70 empresas registradas por la Comisión Nacional de Valores", completa Colombo.
Hace días, Bitso reveló a iProUP que el 60% de las compras del primer semestre en Argentina fueron dólares cripto, como USDT y USDC. Esto supone seis veces más que la adquisición de Bitcoin.
Además, es casi el doble del 36% de participación promedio de estas divisas estables en América Latina. "Desde 2023 notamos un boom del dólar cripto. La estabilización cambiaria en 2024 contribuyó a una transición hacia criptomonedas más volátiles como Bitcoin o Ether", indica Colombo.
Así, todos los que operaron en exchanges que son PSAV tienen un paso menos para blanquear. Quienes defienden esta medida aseguran que la formalización de activos brinda mayor certeza jurídica y evita potenciales sanciones en futuras fiscalizaciones.
También resaltan que el régimen ofrece condiciones impositivas preferenciales, como alícuotas reducidas y facilidades de pago, lo que lo convierte en una alternativa atractiva frente a las penalidades que podrían aplicarse en caso de no regularizar.