La inflación es uno de los principales desafíos económicos en la Argentina, por afectar de manera directa el poder adquisitivo de los ahorristas.

Frente a esta situación, los bonos ajustados por el Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER) se convertieron en una alternativa atractiva para aquellos que buscan proteger su capital de la erosión inflacionaria.

Los bonos CER son títulos de deuda emitidos por el gobierno nacional que ajustan su capital e intereses según la inflación.

El CER es un índice que se calcula a partir del Índice de Precios al Consumidor (IPC), algo que significa que el valor de estos bonos se incrementa a la par de la inflación.

De esta manera, estos bonos ofrecen un escudo frente a la pérdida de poder adquisitivo.

Estos bonos, además de ofrecer una protección contra la inflación, devuelven un cupón de interés que, aunque generalmente es bajo, puede sumarse al ajuste por CER.

Bonos CER, una alternativa para la inflación que permite a los inversores proteger el poder de sus ahorros

Bonos CER: ¿conviene invertir en ellos? 

Invertir en bonos CER resulta particularmente atractivo en un contexto de inflación alta y sostenida.

A diferencia de otros instrumentos, como los plazos fijos en pesos, que quedan rezagados ante un aumento inesperado en los precios, los bonos CER ajustan automáticamente su valor, y garantizan que el capital invertido no pierda valor real.

Además, estos bonos son una opción menos volátil que el dólar, algo que los transforma en una alternativa segura para quienes buscan preservar su capital sin exponerse a las fluctuaciones abruptas del mercado cambiario.

Dentro de los bonos CER, existen diferentes opciones que se adaptan a distintas necesidades de los inversores:

La elección del bono CER más adecuado depende de los objetivos y el perfil de cada inversor.

Sin embargo, considerando el contexto económico actual, el Boncer 2025 (TX25) se presenta como una opción balanceada.

Ofrece protección contra la inflación en un plazo razonable, sin requerir un compromiso a largo plazo.

Esto lo convierte en una excelente alternativa para quienes buscan preservar el valor de su dinero mientras se mantienen flexibles frente a posibles cambios en el panorama económico.

Para aquellos que pueden tolerar mayor riesgo y priorizan la maximización del rendimiento a largo plazo, el Boncer 2030 (TX30) es una opción atractiva.

Su mayor plazo permite un ajuste más significativo por CER, algo que podría generar una rentabilidad superior a la de los bonos con plazos más cortos.

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