La cada vez más creciente acumulación de Bitcoin por parte de entidades gubernamentales y corporativas en Estados Unidos reavivó el debate sobre la descentralización de la criptomoneda más fuerte del mundo, uno de sus pilares fundamentales.
Así, la primera potencia global domina:
- 723.766 BTC entre empresas públicas y cotizantes
- 1.086.595 BTC en gestoras de fondos
- 213.246 BTC el gobierno (confiscaciones)
Se trata de un total de 2.023.607 BTC, equivalente a más del 10% de los 19,74 millones de bitcoins en circulación.
Son cifras que indudablemente representan una acumulación significativa y llevaron a cuestionar si la filosofía original de Bitcoin, que buscaba un sistema financiero descentralizado y resistente a la censura, está en peligro.
¿Qué implica la concentración de Bitcoin en pocas manos?
La descentralización es un principio clave en el diseño de Bitcoin. Al distribuir la posesión de la criptomoneda entre un gran número de personas, se busca evitar que uno solo ente tenga un control excesivo sobre la red.
Ahora bien, con los datos previamente mencionados es lógico preguntarse si ese valor no está en peligro.
Rodolfo Andragnes, fundador de la ONG Bitcoin Argentina, remarca a iProUP que "Lo inclusivo de Bitcoin es que sin importar quién sos, podés adquirir BTC. Seas empresa, gobierno o individuo, a Bitcoin no le importa".
"Dicho esto, creo que el dinero es poder y que quienes más concentren del activo monetario más escaso del mundo, concentran poder. Esto se convertirá en un activo geopolíticamente estratégico", señala a iProUP .
Andragnes advierte que "la descentralización de Bitcoin no está basada en la tenencia (no es un Proof of Stake), sino que en que el poder no se concentra en ninguno de los interesados: tenedores, programadores, empresas del ecosistema, mineros, nodos y usuarios. Por lo tanto, necesitan alinearse para que prospere algún cambio".
Pedro Rey, fundador de cripto La Plata y CriptoEducador desde 2017, se suma al debate: "Mientras más compras de Bitcoin o más tenencias de los gobiernos, se afecta a la posible manipulación del precio y la distribución de quienes son los tenedores más importantes. Sin embargo, no se daña a la descentralización de la red, que depende de sus reglas inquebrantables en su código e incentivos".
Entre los peligros que conlleva el actual panorama de acumulación de Bitcoin por parte de Estados Unidos subyace que una entidad que posee una gran cantidad de Bitcoin puede influir significativamente en la cotización, lo que podría perjudicar a los pequeños inversores.
Además, si un Estado o gran corporación decide vender una gran cantidad de Bitcoin, podría causar una fuerte caída en el precio y generar inestabilidad en el mercado.
"A medida que se concentra la propiedad de Bitcoin, disminuye el número de nodos que validan las transacciones en la red, lo que podría hacerla más vulnerable a ataques y manipulaciones", agrega un experimentado minero a iProUP.
"Los BTC de Estados Unidos no son de ellos, salvo que el Estado considere que un cuadro recuperado de un delincuente ahora es de él. En ese sentido, a modo de ejemplo, casi 90.000 BTC de esa tenencia es de un robo a Bitfinex, por cuanto, al haberlos recuperado, debería haber cierta obligación a reintegrarlos", menciona Andragnes.
El experto admite que "esto no significa que en vez de adueñarse de las incautaciones no decidan, además, salir a comprar Bitcoin".
La fortuna que Estados Unidos acumuló en Bitcoin
El gobierno de Estados Unidos incrementó significativamente sus reservas de Bitcoin en los últimos años, convirtiéndose en uno de los mayores tenedores a nivel mundial y los candidatos presidenciales prometen que el Tesoro acumulará activos. Le sigue China, con 190.000 BTC.
Andragnes remarca que este acopio se debe en gran parte a confiscaciones efectuadas a organizaciones delictivas. Otro apunte no menor es que hay una notable falta de transparencia en la gestión de estos activos.
Las autoridades no publican información detallada sobre las transacciones realizadas, direcciones de las billeteras ni los procedimientos de custodia. Un grado de opacidad que, lógicamente, genera dudas sobre la rendición de cuentas, la seguridad de estos fondos y el destino de los mismos.
"El gobierno estadounidense amasó una fortuna en criptomonedas gracias a las incautaciones realizadas y la poca información en la gestión de estos activos es preocupante. Las instituciones gubernamentales suelen ocultar gran parte de estos datos y no hay, hasta el momento, una exigencia para aclarar la cuestión", dice a iProUP Franco Pilnik, fiscal de ciberdelitos.
Si bien hay sitios en donde se puede obtener información genérica, no existe un registro público accesible que detalle estas transacciones. Ni siquiera se conservan copias físicas de estos informes. La falta de transparencia se extiende a las direcciones de Bitcoin asociadas a estas billeteras, lo que dificulta rastrear la propiedad de los fondos.