Este viernes se realizó la segunda edición del Ethereum Argentina, uno de los eventos cripto más importantes del año, a nivel nacional, no solo para el ecosistema blockchain, sino también para las criptomonedas y la Web3.
Uno de los anuncios más destacados de la jornada en el Golden Center de la Ciudad de Buenos Aires fue el de la Onchain Crédit Card, la primer tarjeta de crédito cripto en el país, de la mano de Ripio, una de las empresas líderes del sector a nivel nacional.
La misma fue presentada por Sebastián Serrano, CEO y cofundador de Ripio, quien, en diálogo con IProUP, brindó detalles de este nuevo producto, que se encuentra en etapa de desarrollo. Al mismo tiempo, reveló que, se espera, esté disponible para el público en general entre octubre y diciembre del 2024.
Según describió, una persona podrá operar con su plástico de manera tradicional, haciendo compras como siempre, con la única diferencia de que, en lugar de tener que ir a un banco tradicional, solo deberá crear su cuenta en Ripio, ingresar una criptomoneda de preferencia que sirva como "colateral", o garantía, y, con eso, ya podrá acceder a la línea de crédito.
"Eso le permite a las personas mantener su cripto y holdearla, al mismo tiempo que pueden afrontar gastos en el presente, como comprar una bicicleta, pagándolos en el tiempo", agrega.
Es por eso que, en ese camino, se anunció durante el evento el protocolo CapyFI, basado en Compound, que establece la gestión de la línea de crédito, cómo funcionará la tarjeta y cómo se conectará el sistema blockchain con la red tradicional, como VISA, para hacer compras en comercios. Esto, tras acceder a un smart contract, que representa la línea de crédito de cada usuario y brinda transparencia.
"Hay muchos usuarios en América Latina que han empezado a ahorrar en cripto, que tienen Bitcoin o stablecoins y conectar a dar eso para dar acceso a financiamiento de manera mas rapida, flexible y transparente", sostiene Serrano a iProUP.
En esta línea, el ejecutivo remarcó que esto le permitirá a las personas no bancarizadas acceder a herramientas "que hoy en día están más vinculadas al servicio financiero tradicional y a la que muchos, quizás, por distintos motivos, no tienen acceso".
"Lo único que requiere un usuario es tener criptomonedas. A muchos de ellos, un banco no les daría una tarjeta de crédito. Esto le va a dar acceso a mucha gente a la bancarización", asegura.
Para cerrar, resaltó la importancia de la integración entre el sistema de las finanzas tradicionales, el de las "personas de a pie", y el ecosistema blockchain.
"Creemos que todo se va a ir mezclando e integrando, cada uno, parte de los otros sistemas. Este año, de las cosas más importantes en materia cripto, fue la aprobación de los ETF de Bitcoin y ETH. Estamos viendo cómo los bancos y las fintech integran cada vez más cripto", concluyó.
El Ethereum Argentina es uno de los eventos más importantes del país, que reúne a miles de educadores, estudiantes, emprendedores y desarrolladores, interesados en compartir conocimientos y experiencias sobre tecnología.
Todo converge en una conferencia repleta de charlas, de stands y de figuras del ecosistema, entre ellos Vitalik Buterin, uno de los fundadores de Ethereum, quién dijo 'presente' de manera virtual desde Asia.
Sin embargo, lo que aconteció este viernes en el Golden Center comenzó hace una semana, con una agenda cargada de actividades, con talleres presenciales y online. Y tampoco finalizará este 2 de agosto, sino que lo hará el sábado 3, con una Hackathon que juntará en equipos a más de 400 personas para desarrollar soluciones a problemas reales con más de u$s50.000 en premios.
Con el apoyo de mentores y expertos, los asistentes podrán codear, pitchear y divertirse en un ambiente colaborativo y lleno de energía. Este año, los tracks, o categorías, del Hackaton son:
El peso del evento no es menor en un país como Argentina, que tiene una de las comunidades de Ethereum más fuertes y se encuentra entre los 20 principales países en adopción de criptomonedas, que han ganado protagonismo en los últimos años como medio no solo de inversión, sino también de ahorro, para salvaguardar los ingresos en medio de un contexto económico adverso y marcado por la inflación y la devaluación del peso.