El candidato a presidente de Estados Unidos por el partido Republicano, Donald Trump, reforzó su apoyo a las criptomonedas, especialmente a Bitcoin, y sugirió que el Tesoro debería considerar su adquisición.
Esta postura marca un cambio significativo, ya que Trump anteriormente criticaba a la divisa digital por "basarse en la nada" y atacaba los esfuerzos del gobierno de Joe Biden para regular la industria como una "guerra contra las criptomonedas".
El respaldo del republicano generó un notable optimismo en los mercados financieros, impulsando a Bitcoin a niveles récord de alrededor de 70.000 dólares antes de una leve corrección.
Esta posición favorable no solo revitalizó en interés en los activos virtuales, sino que también plantea desafíos y oportunidades para el panorama financiero global.
"Debemos convertirnos en la capital cripto del planeta", indicó Trump, quien propuso la creación de una reserva estratégica nacional de criptomonedas, lo cual fue bien recibido por los inversores en Bitcoin. Además, prometió despedir al presidente de la SEC, Gary Gensler, si es reelegido.
La senadora republicana estadounidense Cynthia Lummis también aboga por la adopción de Bitcoin. "Una reserva estratégica de criptomonedas podría fortalecer nuestra posición económica global", aseguró. Y hasta creó un plan para que la nación adquiera el 5% del circulante.
Robert Kennedy Jr, candidato independiente, fue más allá: recomendó que EEUU compre 9 millones de BTC, es decir, la mitad de los bitcoins disponibles hasta hoy.
Por su parte, la vicepresidenta Kamala Harris y nueva candidata por los demócratas tras la renuncia de Biden a la reelección, propone un enfoque más cauteloso, subrayando la necesidad de "una regulación adecuada para proteger a los inversores y evitar el fraude".
Trump sugirió que el Tesoro de Estados Unidos debería considerar la adquisición de Bitcoin. A continuación, 13 razones que fundamentan su postura
Liderazgo en innovación: Trump cree que Estados Unidos debe liderar el mundo en tecnologías financieras emergentes y que Bitcoin es una parte crucial de esta revolución digital
Diversificación de reservas: la inclusión de Bitcoin podría diversificar las reservas del Tesoro, proporcionando una cobertura contra la volatilidad de otras monedas y activos tradicionales
Atractivo electoral: el apoyo a Bitcoin podría atraer a votantes jóvenes y tecnológicamente inclinados, quienes ven a las criptomonedas como el futuro de las finanzas
Influencia económica: poseer una cantidad significativa de Bitcoin podría darle a Estados Unidos una influencia adicional en los mercados financieros globales
Prevención de la inflación: con la emisión de grandes cantidades de dinero fiat, Bitcoin se presenta como una protección potencial contra el avance de precios
Auge del criptomercado: el respaldo gubernamental podría acelerar el crecimiento y adopción, beneficiando a la economía estadounidense en general
Competitividad global: al adoptar Bitcoin, EEUU podría adelantarse a otras naciones en la carrera por la supremacía en criptomonedas y blockchain
Fomento de la innovación tecnológica: un movimiento gubernamental hacia Bitcoin podría estimular la innovación y desarrollo tecnológico en el sector financiero
Transparencia financiera: las propiedades de Bitcoin en cuanto a su auditoría y trazabilidad podrían mejorar la transparencia en las finanzas gubernamentales
Aumento del valor: el respaldo del gobierno podría aumentar la confianza y, por ende, el valor de Bitcoin, beneficiando las reservas del Tesoro
Resiliencia económica: Bitcoin, como activo descentralizado, podría proporcionar una mayor resiliencia económica frente a crisis financieras tradicionales
Interés estratégico: tener Bitcoin en las reservas podría ser una jugada estratégica para influir en el mercado de criptomonedas
La campaña de Trump se tornó camaleónica, buscando ganar apoyo a través de diversas temáticas, desde la religión hasta las criptomonedas, en un intento por conectar con un amplio espectro de votantes.
Esta estrategia multifacética pone de relieve su intención de posicionar a Estados Unidos como líder en la adopción de tecnologías financieras emergentes.