En el último año, el país registró transacciones de criptomonedas por un total de 85.400 millones de dólares, consolidándose como uno de los principales centros globales para el intercambio de estas monedas digitales.
Este crecimiento se atribuye en gran medida a la búsqueda de los argentinos por resguardar su dinero debido a una inflación extrema y una moneda nacional que sigue perdiendo valor.
Control sobre criptoactivos
El gobierno ha introducido un nuevo paquete fiscal que ofrece una amnistía para aquellos que reporten hasta 100.000 dólares, incluidos los "criptoactivos registrados".
Roberto Silva, presidente de la Comisión Nacional de Valores, ha indicado que esta medida podría mitigar las exigencias del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI).
Este organismo, vinculado al Banco Mundial, al FMI y a las Naciones Unidas, ha presionado a Argentina para que refuerce la regulación de su mercado de criptomonedas tras la llegada de Javier Milei a la presidencia.
GAFI ha amenazado con colocar a Argentina en su lista gris, lo que implicaría una mayor vigilancia y complicaría la inversión extranjera directa, provocando un aumento en las tasas de interés internacionales y una posible contracción del PIB.
Silva ha señalado que la implementación de un registro para criptomonedas es un paso inicial hacia una regulación más exhaustiva, con futuras normativas siguiendo el modelo estadounidense.
En los últimos meses, el país ha intensificado su combate contra el crimen relacionado con criptomonedas, llevando a cabo 64 redadas simultáneas en mayo y junio.
Estas operaciones resultaron en el arresto de 20 personas a nivel nacional y 10 internacionales por delitos como contrabando y lavado de dinero.
En octubre, los líderes argentinos se reunirán con el GAFI en París para revisar los avances en la lucha contra el lavado de dinero y la financiación del terrorismo en Argentina.
Dilema cripto: regulación o libertad
En Argentina, el contexto económico ha impulsado a muchos ciudadanos a adoptar criptomonedas para salvaguardar sus ahorros, debido a la inflación descontrolada y la depreciación del peso.
Esta tendencia ha convertido a las criptomonedas en una opción atractiva para preservar el valor del dinero. Sin embargo, la rápida adopción ha generado preocupaciones significativas sobre el lavado de dinero y otras actividades ilícitas.
El nuevo paquete fiscal y la amnistía propuesta buscan introducir mayor transparencia y regulación en el mercado, aunque la efectividad de estas medidas aún no está clara.
Por esta razón, el gobierno argentino considera esencial colaborar con el GAFI para evitar sanciones que podrían perjudicar gravemente la economía nacional.
Para los defensores de las criptomonedas, las nuevas regulaciones representan un dilema: mientras que podrían proporcionar estabilidad y legitimidad al mercado, también podrían imponer restricciones más estrictas.
Además, es posible que una mayor vigilancia afecte la privacidad y la facilidad de uso que muchos valoran en las criptomonedas.
La cooperación entre el sector privado y el gobierno será crucial para equilibrar estos intereses y asegurar que las regulaciones no frenen la innovación en el ámbito cripto.
Argentina se encuentra en una posición clave en la adopción de criptomonedas en Latinoamérica, y el presidente Javier Milei, a pesar de su postura libertaria, ya ha cedido a las exigencias del GAFI permitiendo una creciente regulación en este sector.