Argentina fue históricamente un país en el que la minería de criptomonedas fue rentable, gracias a energía económica y costos reducidos en moneda local. Pero la actividad presenta desafíos y una nación vecina puede capitalizar los beneficios de la actividad en la región.
"La Argentina es un país con muchas complicaciones, pero uno de los factores que más afecta es la electricidad, subsidiada en gran parte del país, que ofrecía un ahorro considerable a los mineros argentinos", asegura a iProUP Roy Fernández, referente de la ONG Bitcoin Argentina.
Adrián Sirio, CEO de la startup de inversión con blockchain Ettios, asegura a iProUP que "el costo promedio de la electricidad para los mineros de Bitcoin varía, pero en general es más bajo que en otros países".
Tras las últimas actualizaciones, el precio del kilowatt/hora es el siguiente:
En este sentido, Fernández asegura que un equipo de minado consume actualmente entre 160 y 190 dólares mensuales, dependiendo de la tarifa de luz y el modelo del dispositivo.
Además, remarca que "ya no es rentable con placas de video", como se podía realizar con ethereum u otras divisas, "pero sí con bitcoins: siempre ha sido y será la mejor opción si se atesoran".
También impacta el rendimiento de la actividad tras el halving, que redujo a la mitad desde abril la recompensa a los mineros: de 6,25 a 3,25 BTC por bloque.
El país no posee una regulación específica sobre la producción de Bitcoin. Según Fernández, "sería muy favorable que los equipos de minería de criptomonedas estuvieran exentos de tasas impositivas al momento de su importación".
"Esto permitiría la introducción de nuevos bitcoins de manera más eficiente en el mercado argentino, además de posicionar al país como un competidor destacado en la industria minera", completa.
Fernández está al frente de Bitcash.ar, una firma de minería cripto en el Norte argentino, e impulsa iniciativas para que el Gobierno considere a la actividad como una fuente crucial de generación de riqueza en la era del oro digital.
Sin embargo, se percibe cierto interés institucional: YPF y otras petroleras radicadas en Vaca Muerta usan el gas de venteo para minar criptomonedas que le permitan financiar los proyectos de extracción.
Respecto a los impuestos, tampoco está claro cómo está gravada esta actividad en Argentina: en 2023, AFIP determinó que se considera una venta de servicios hacia el país donde esté localizado el pool.
Al ser una exportación, la alícuota a aplicar del Impuesto al Valor Agregado (IVA) es 0. "Si fuera así, estaríamos alcanzados por el Impuesto a las Ganancias, con una alícuota que podría llegar al 35%. Pero aún desconocemos esto, ya que no existe claridad ni tampoco un comunicado oficial de AFIP.", enfatiza Fernández.
Además, en la provincia de Buenos Aires está alcanzada por Ingresos Brutos, con una alícuota de 5%, como 'Servicios de procesamiento y validación de transacciones de criptoactivos y/o criptomonedas'.
El futuro de la minería de Bitcoin en Argentina es incierto, pero tiene potencial de mejora con el tiempo, según ambos especialistas. Los desafíos actuales, como la moneda débil y la falta de claridad en los impuestos, dificultan el establecimiento de empresas mineras en el país. Algo que puede aprovechar un país vecino.
"El contexto actual del país es negativo en materia de incertidumbre monetaria, lo que genera una oportunidad para la expansión de la industria minera. Sin embargo, también representa un problema a la hora de establecer una empresa o atraer inversores para la minería de criptomonedas", sostiene Fernández.
Incluso, señala que Paraguay emerge como una opción atractiva a nivel regional. "Busca establecer un marco 100% legal para la minería de criptomonedas", aseguran desde la ONG Bitcoin Argentina.
"Desde la Cámara Fintech de Paraguay están buscando que los empresarios argentinos y de otros países hagamos operaciones de minería industrial en su país con todas las facilidades, con dos factores muy atractivos: energía barata y carga impositiva baja a la importación de equipos", completan.
Facundo Ezequiel, miembro de la comunidad de criptomonedas en Argentina y docente sobre el tema en colegios y facultades, comparte su experiencia y perspectivas sobre la minería de criptomonedas.
"En 2015, descubrí un video en YouTube sobre una nueva tecnología llamada blockchain, que consistía en transacciones seguras y sin intermediarios. Los mineros utilizaban su poder computacional para garantizar estas transacciones, ya sea mediante ASIC (hardware específico para minar Bitcoin) o GPUs (tarjetas de video)", recuerda.
Este primer acercamiento lo llevó a interesarse más en la tecnología y la transparencia que la blockchain podría ofrecer, viendo la minería como un incentivo para entrar en el mundo de las criptomonedas.
Inicialmente, utilizó equipos Canaan Avalon 743 (7.3 THS) y luego avanzó a Asic Bitmain S19J (90 THS) para generar BTC, mientras que, con GPU, armó su primer rig con varias GPU, método que fue rentable hasta la llegada del Merge de Ethereum en 2022.
Por otra parte, el docente destaca que este último hecho marcó un punto de inflexión, ya que el desafío hoy es encontrar alternativas, como prestar poder computacional a inteligencias artificiales o minar varias monedas simultáneamente.
Para comenzar en la actividad, remara que se requiere Internet, una buena instalación eléctrica y suficiente espacio. Sin embargo, "la rentabilidad actual es baja debido a los altos costos eléctricos y la variabilidad en el valor de las criptomonedas", sostiene.
Fabrizio Domínguez, otro miembro de la comunidad, comenzó a minar con su computadora personal antes del COVID-19, motivado por las ganancias potenciales. Inicialmente, usó programas sobre Windows y luego migró a un sistema operativo específico para minería.
Actualmente, la minería desde casa ya no es viable debido a los altos costos eléctricos y las bajas ganancias. "Hoy se necesitaría un capital significativo y estar dispuesto a esperar un aumento considerable en el valor de las criptomonedas", concluye.