El 9 de junio de 2021, la Asamblea Legislativa de El Salvador aprobó la Ley Bitcoin, otorgando al mayor activo digital del mercado el estatus de moneda de curso legal en el país.
Este hito representó un momento trascendental en la historia mundial. Con 62 votos a favor, el órgano legislativo salvadoreño respaldó la ley, presentada por el presidente Nayib Bukele.
Aunque la ley entró en vigor tres meses después de su aprobación en la Asamblea Legislativa, dejó en claro que Bitcoin sería utilizado en cualquier transacción requerida por personas naturales o jurídicas, públicas o privadas.
Esto implicó que individuos, empresas, organismos gubernamentales y otras entidades del Estado salvadoreño recibieran la autorización para utilizar Bitcoin como moneda, con la obligación para todos los agentes económicos del país de aceptarlo como medio de pago.
Después de la implementación de la Ley Bitcoin en El Salvador y su posterior entrada en vigor, el país ha emergido como un punto focal para diversas iniciativas relacionadas con los activos digitales.
Este desarrollo ha llevado a que la nación se destaque como un epicentro crucial para la adopción a nivel estatal de Bitcoin y las tecnologías asociadas.
El impulso de estas medidas ha posicionado a El Salvador como un líder en la integración de la criptomoneda y su infraestructura tecnológica subyacente, destacando su compromiso con la innovación financiera a nivel nacional.
A continuación, se enumeran los avances del país en los últimos tres años.
El Salvador se ha dedicado a establecer una infraestructura regulatoria integral para el ámbito de los activos digitales, caracterizada como "amigable" por figuras destacadas de la industria, como Jack Mallers.
Tras la aprobación de la Ley Bitcoin y su entrada en vigencia, el gobierno de Bukele presentó múltiples propuestas legislativas al Parlamento, mayormente orientadas a impulsar el crecimiento del ecosistema emergente desde el país.
Entre ellas se incluye la Ley de Emisión de Activos Digitales y la creación de la Comisión Nacional de Activos Digitales (CNAD), un órgano regulador encargado de supervisar las actividades de las empresas del sector en El Salvador.
Además, se aprobó una ley que exonera de impuestos a las empresas tecnológicas que operan en el país, con el objetivo de estimular la inversión extranjera en la nación centroamericana.
Tras la implementación de la Ley Bitcoin y la legislación adicional para el creciente ecosistema, El Salvador experimentó un aumento notable en la inversión extranjera.
Empresas relacionadas con Bitcoin respondieron a este ambiente regulatorio favorable, aumentando sus inversiones en el país.
La Asociación Bitcoin de El Salvador informó sobre un aumento significativo en las solicitudes de empresas extranjeras en busca de asesoramiento legal, financiero y migratorio.
Grandes compañías del ámbito de las criptomonedas y la tecnología, como Binance y Google, establecieron presencia en El Salvador, aprovechando el clima favorable para el desarrollo de negocios.
La implementación de la Ley Bitcoin transformó a El Salvador en un destino atractivo para empresas Fintech de renombre, según Mónica Taher, exdirectora de Asuntos Tecnológicos Internacionales para la Secretaría de la Presidencia.
Poco después de la promulgación de la ley, más de un millón de visitantes llegaron a El Salvador, atraídos por la realidad bitcoiner del país.
Este incremento representó un aumento del 40% en comparación con períodos anteriores.
Tanto Bitcoin como la oferta de surf y la seguridad del país se convirtieron en poderosos atractivos para los turistas.
Según la ministra de Turismo, Morena Valdez, la adopción de Bitcoin fue un paso crucial para atraer visitantes extranjeros, muchos de los cuales optaron por quedarse en el país.
Valdez destacó que Bitcoin ha jugado un papel fundamental en el aumento del turismo, ya que El Salvador es el primer país en otorgarle estatus legal.
La aprobación de la Ley Bitcoin en El Salvador ha tenido un impacto significativo en el ámbito educativo del país, con el gobierno de Bukele y entidades privadas implementando programas para enseñar sobre la criptomoneda más importante del mundo.
Uno de estos programas es CUBO , lanzado por el gobierno, que proporciona educación sobre Bitcoin y su tecnología a estudiantes salvadoreños, incluso enseñándoles a configurar nodos de Bitcoin.
Otra iniciativa es "Mi Primer Bitcoin", desarrollada tras la adopción legal, y liderada por el bitcoiner John Dennehy, que se integra en las escuelas públicas del país, enseñando a los niños desde conceptos básicos de dinero hasta las ventajas de Bitcoin.
Además, surgieron proyectos como Node Nation SV, centrados en capacitar a los niños salvadoreños en la configuración y operación de nodos de la red Lightning de Bitcoin, fomentando la alfabetización digital y financiera desde una edad temprana.
Según el presidente Bukele, Bitcoin ha transformado la percepción de El Salvador en el extranjero, ofreciendo una alternativa a personas que buscan libertad frente a la censura y restricciones financieras.
La nueva política de seguridad, que se implementó junto con la Ley Bitcoin, ha llevado al arresto masivo de pandilleros y criminales, restableciendo la paz en las calles del país.
Max Keiser, asesor de Bitcoin del presidente Bukele, destacó que la adopción de Bitcoin también ha debilitado a los grupos delictivos al dificultarles el control monetario y la extorsión de la población.
La adopción legal de Bitcoin precedió a la guerra contra la delincuencia, brindando una herramienta inconfiscable que impide el financiamiento de los criminales a expensas de los salvadoreños.
Después de tres años y una nueva elección presidencial, la Ley Bitcoin se consolida como una política estable para Bukele y su gobierno, respaldada por los resultados positivos.
Mónica Taher y Mike Peterson, líder de Bitcoin Beach, coinciden en que la Ley Bitcoin seguirá siendo fundamental en la nueva administración y es improbable que el gobierno de Bukele la abandone, sino que probablemente la fortalezca.
Gracias a sus resultados, parece que El Salvador continuará cosechando los beneficios de esta ley innovadora, incluso si eso implica enfrentamientos con instituciones poderosas como el Fondo Monetario Internacional (FMI).