Quienes trabajamos en Tecnología de la Información (IT), hemos sido testigos del crecimiento significativo que tuvo la Inteligencia Artificial (IA) en el último año.

No obstante, si bien se presenta como una aliada capaz de potenciar las capacidades humanas en lugar de reemplazarlas, esta nueva era tecnológica trae consigo desafíos que debemos enfrentar.

Según nuestra investigación, 7 de cada 10 organizaciones en el mundo ya han implementado nuevas tecnologías como IA, Realidad Virtual (RV) y aprendizaje automático.

No obstante, todas reconocen la necesidad de adoptarlas de manera progresiva para mantener su competitividad en un entorno empresarial cada vez más digitalizado.

A medida que la tecnología avanza, se adentra cada vez más en el núcleo de las organizaciones, ofreciendo oportunidades significativas para mejorar la eficiencia operativa, introducir servicios y productos innovadores, facilitar la toma de decisiones y elevar la experiencia del cliente.

Algunas de estas tecnologías permiten la automatización de tareas repetitivas, análisis avanzado de datos e incluso la creación de entornos virtuales inmersivos.  

En este contexto, aún existe una gran preocupación de que la IA implique un riesgo para el trabajo. Sin embargo, las proyecciones indican que, para 2025, se generarán alrededor de 149 millones de empleos nuevos.

Además, el 58% de los empleadores cree que la IA y la Realidad Virtual (RV) tendrán un impacto positivo en el personal de su organización en los próximos dos años.

En este sentido, a medida que las empresas aprendan a adaptarse y cambiar junto con la IA, los seres humanos impulsarán el futuro del trabajo, ya que mejorarán sus competencias y aprenderán a trabajar con estas herramientas, no contra ellas.

Por eso, las personas deben cambiar sus perspectivas para verlas como una oportunidad de aumentar sus conocimientos técnicos y sus capacidades profesionales.

A su vez, las nuevas tecnologías crean tantas oportunidades para los candidatos como para los reclutadores. La IA está transformando el mundo laboral que conocemos.

Desde el proceso de contratación, ayudando a alinear a los talentos con los roles correctos, hasta la reducción de la brecha en el proceso de contratación, mejorando la eficiencia y la precisión en la selección.

Las organizaciones están experimentando una transformación en la manera en que capacitan a sus empleados y en sus procesos de contratación. Ahora más que nunca, las competencias humanas juegan un papel crucial, especialmente con la integración de la IA y la RV en el mercado laboral.

Las habilidades como la comunicación, el trabajo en equipo, la empatía, el pensamiento crítico y la resolución de problemas son cada vez más valoradas por los reclutadores.

Al mismo tiempo, las competencias relacionadas con el pensamiento sistémico, la curiosidad y el análisis de datos son esenciales para estar mejor preparados ante los desafíos que plantea la IA.

En conclusión, es fundamental comprender que la IA no desplaza la labor humana, sino que lo potencia. Las personas seguirán siendo impulsores clave en el nuevo paradigma, y estas tecnologías permitirán mejorar sus competencias, conocimientos técnicos y capacidades.

A medida que nos familiaricemos y aprendamos a trabajar juntos, impulsaremos el futuro del trabajo y mejoraremos la productividad en nuestras organizaciones y sociedades.

*Por Marcelo Roitman, Director de Experis 

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