La magnitud del caso de estafas piramidales de Generación Zoe, dirigida por Leonardo Cositorto, capturó la atención de Netflix, que presentó este jueves el documental "El Vendedor de Ilusiones".
Con una duración de 107 minutos, la producción examina los inicios de Cositorto, desde sus días como asesor de ventas hasta convertirse en un coach ontológico a cargo de Generación Zoe.
El documental narra el vertiginoso ascenso de la empresa y su posterior colapso.
"El Vendedor de Ilusiones" sigue un hilo temporal y conductor que explica cómo Zoe comenzó sus operaciones en Villa María, destacando el impacto de una sofisticada oficina en una ciudad de 88.600 habitantes.
Testimonios de la fiscal a cargo del caso, Juliana Companys, críticos, periodistas, víctimas y miembros de Generación Zoe conforman una narrativa ordenada que detalla la investigación judicial iniciada en Villa María.
El documental se enriquece con imágenes y videos de medios de comunicación, publicaciones en redes sociales de los protagonistas y la reconstrucción de eventos clave en los lugares donde ocurrieron.
Diversión e Inversión: los Atractivos de Generación Zoe
Libertad financiera, crecimiento personal y la ostentación de bienes y viajes fueron los "ganchos" utilizados por Cositorto y sus colaboradores para atraer a personas en busca de "algo más".
Las expectativas de quienes se unían a Zoe crecían gracias a los variados atractivos que ofrecía la empresa. Sin embargo, la pandemia y el aislamiento social crearon el contexto ideal para que la empresa experimentara un crecimiento del 8,000% en 2021.
Zoe se presentó como "ese algo" que vino a romper la rutina y la cultura en un mundo donde la gente buscaba formación, aprovechar el tiempo del home office y superar la pandemia del coronavirus.
Generación Zoe: qué dicen las víctimas
Zoe buscaba "creyentes" en Venezuela del mismo modo que en Argentina: utilizando charlas, conferencias y eventos, persuadían a individuos con un modelo de negocio multinivel. Además, afirmaban invertir en diversas áreas, desde criptomonedas hasta equipos deportivos. La misma venta de ilusiones.
Hugo Montilla es diseñador gráfico y actualmente busca empleo. Cayó en la telaraña de Zoe en agosto de 2021. Las consecuencias sobre su salud y la de su familia perduran al día de hoy.
"Estuve sumido en una fuerte depresión durante un año. Mis hijas, durante todo ese período, estaban sin estudiar. No tenía el dinero para pagar su educación porque puse todo en Zoe: perdí u$s48.000 y no me pude recuperar más", cuenta Hugo a iProUP.
Cositorto está detenido en la cárcel de Bouwer, en la provincia de Córdoba
"Los promotores de ZOE te instaban a vender posesiones. Te decían que con los rendimientos podrías recuperarlas más adelante. Yo empecé con u$s8.000, pero al ver las primeras ganancias puse mucho más. Un cuñado puso u$s2.000 y los perdió. Era habitual que ingresen por recomendación de un familiar a amigo", agrega Montilla.
Ingresar en este esquema tuvo un costo considerable para muchos, con pérdidas financieras devastadoras y un impacto significativo en la salud mental. Las acusaciones señalan a Blanca Elena Torres como la representante en Venezuela, junto a su hija y su yerno, quienes se habrían fugado del país.
La trama incluye a Leonardo Cositorto, el creador de Generación ZOE, actualmente detenido en Argentina por estafa y manipulación del mercado. Alega que empresarios se unieron para perjudicar su empresa, lo que resultó en pérdidas millonarias.
Mientras tanto, las autoridades venezolanas han iniciado investigaciones, con una persona detenida hasta el momento por estafa internacional. Las figuras clave del esquema están siendo buscadas activamente, mientras que las víctimas claman por justicia y esperan recuperar sus inversiones.
"Si Leonardo Cositorto tuvo orden de aprehensión y alerta por Interpol, lo mismo debería ser para Blanca Torres, ya que ella fue la principal precursora del esquema en territorio venezolano", piden los afectados por el esquema Generación Zoe.
Mónica Arrascaeta es otra voz en el grupo de víctimas que dialoga con iProUP. Se entrecorta su voz cuando recuerda su experiencia. Oriunda del estado de Trujillo, toda su vida la dedicó al comercio de muebles.
Generación Zoe prometía fuertes rendimientos por invertir en criptomonedas, equipos de fútbol y hasta minas de oro
"Puse todo lo que tenía y mi familia se fue a la quiebra. Ahora pude recuperar lo más importante: mi salud mental. Mi marido tuvo un intento de suicidio porque esto nos hizo mucho daño", confía a este medio.
La mujer subraya algo que no por casualidad mencionan todas las víctimas: primero se pone poca plata, se ven rendimientos y eso lleva a poner más.