OpenAI, creadora de ChatGPT, lanzó Sora y avanzó varios casilleros en la carrera por la inteligencia artificial, ya que permite generar videos a partir de texto: el usuario ingresa instrucciones y generará un video.
Se trata de una evolución de DALL-E, que crea imaǵenes a partir de palabras. En ambos casos, entiende lo que le piden las personas y produce el contenido automáticamente.
Sora también encendió alarmas por su poder para crear noticias falsas, más en un contexto decisivo para EE.UU., ya que este año habrá elecciones presidenciales.
Pero va más allá: Sam Altman, CEO de OpenAI, posee el apoyo de Microsoft (invirtió u$s1.000 millones en la firma) y está negociando inyecciones de capital por cerca de u$s5 billones para crear la infraestructura de inteligencia artificial más grande del mundo, que incluye la fabricación de chips.
Así, Sora anticipa la visión de Altman para un futuro en el que lo real y lo virtual borrarán sus límites. Pero sus efectos ya se experimentan hoy.
Sora: lo que viene
Gastón Levar, director de Bowery X, asegura a iProUP que el impacto de Sora es rotundo, ya que no plantea los "miedos" del reemplazo de la IA a largo plazo (20 años o más), sino que ya está repercutiendo en trabajos actuales.
En el caso de Sora, lo hace en los profesionales que se dedican al diseño 3D, edición de video, animación, postproducción, entre otras actividades. "Para personas de entre 35 y 40 años, el impacto es muy fuerte, sobre todo cuando se entiende hacia dónde avanza y cuáles son los desafíos a corto plazo, lo que genera mucho miedo", advierte.
Iñaki Apezteguia, ejecutivo de Crossing Capital, dice a iProUP que, como toda innovación, genera temor sobre si reemplazará la interacción y creatividad humana: "La discusión pasa por si la IA puede comprender temas como el alma, los sentimientos, entre otros, o simplemente 'levanta' texto y lo transforma en contenido audiovisual superrealista".
Sora permite a los usuarios generar vídeos detallados con movimientos de cámara complejos y múltiples personajes expresando emociones
"Yo creo que hay que adaptarse, aprender a usarlo. Los creadores de contenidos más reticentes a incorporar nuevas tecnologías quedarán en desventaja. En pocas palabras, al ser algo inevitable, hay que incorporarlo", añade.
En esta línea, el especialista sugiere que, así como en ChatGPT el secreto es formular bien las preguntas, acá el desafío será cómo hacer experiencias cada vez más únicas o cómo desarrollar a nivel audiovisual cuestiones originales, destacándose los "curadores" de contenido.
Levar cree que además potencia el metaverso, que lo considera una fusión entre cinco tecnologías: realidad aumentada, virtual, inteligencia artificial, blockchain y conectividad.
Según su análisis, "estamos viendo un salto cuántico en lo vinculado a inteligencia artificial y realidad virtual, que se mezclarán con realidad aumentada, cosa que está pasando con las Apple Vision Pro. Además, se está combinando con los NFT para que lo que genere la IA sea un activo único".
Sora: lo que viene
Si bien Altman se "puso el sombrero" de la próxima fase de innovación, Levar considera que estos proyectos escapan a la decisión de una sola persona: "Hay algo en marcha que comenzó hace 4 años. Públicamente, con los primeros prompts de ChatGPT. Considero que pasó a ser el CEO de una compañía, pero los proyectos ya no dependen solo de uno".
Y sostiene que hay un megaplan integrador: "Lo que decantará solo es el Real World Metaverse, en el que las personas adoptarán y demandarán una mezcla de tecnologías".
Los Vision Pro de Apple podrían aprovechar las capacidades de la Inteligencia Artificial para crear experiencias nunca antes vistas
"Insisto, si el Apple Vision Pro ya me permite hacer una lectura de retina para ver mi identidad e interactuar con la vida real y virtual al mismo tiempo, sumado a que si tengo buena conectividad voy a poder ingresar a sistemas de web 3.0 o blockchain, la integración pasará por decantación, la adopción del mundo real", anticipa.
Finalmente, Apezteguia argumenta que es probable que los planes a futuro estén en el desarrollo de soluciones para cuestiones cotidianas. "Si bien aún no es algo plasmado en un documento, hace mucho sentido", concluye.