Luego del cruce con el gobernador de la provincia de La Rioja, Ricardo Quintela, Javier Milei aseguró que no va a oponerse a los intentos de las provincias de lanzar sus propias monedas, pero lanzó una dura advertencia.
En una entrevista con Radio Mitre, el domingo pasado, Milei confirmó que no se opondría legalmente a la creación de monedas locales por parte de las autoridades provinciales en Argentina, y aseguró que será el mercado quien finalmente decida su valor.
Sin embargo, señaló que las "cuasi-monedas" generarán inflación y aquellos que las acepten terminarán estafados: "Quienes reciban pagos en cuasi-monedas de gobernadores irresponsables verán claramente una pérdida de sus ingresos [...] Lo que no se les quite a través de ajustes presupuestarios se les quitará mediante la inflación en la cuasi-monedas".
El debate en torno a las monedas provinciales surgió a partir de declaraciones de Quintela. El gobernador de La Rioja manifestó que tiene la intención de crear una moneda separada para la provincia, para paliar la situación crítica que atraviesan los riojanos, por la alta inflación, la devaluación del peso y el recorte presupuestario a las provincias: "No quiero que la gente nuestra se muera de hambre".
Llamando a tales medidas "el abandono por parte de la nación" y citando la necesidad de pagar salarios a la policía, Quintela solicitó al legislativo de La Rioja que prepare la base legal para acuñar la moneda local.
La provincia de Buenos Aires es otra de las que tiene el plan en carpeta. En recientes declaraciones, tanto Axel Kicillof como su ministro de Gobierno Carlos Bianco, no descartan la idea de emitir una moneda propia. Carlos Maslaton declaró en varias oportunidades su apoyo al gobernador y le aconsejó crear una "moneda bonaerense" que compita contra el peso y el dólar, con las siguientes características:
Así, según Maslaton, "queda descartada la creación secundaria de dinero por parte del banco ni nadie podrá apalancarse crediticiamente, tanto como dador ni como tomador".
"La fuente jurídica para crearla es el Pacto de San José de Flores, preconstitucional y de cláusula pétrea no tocada por la reforma de 1994. Pero, si no les gusta, todo se arma y todo se justifica. Porque el derecho es apenas una técnica que expresa la voluntad política del Estado", completó.
Federico Domínguez, asesor financiero, explicó a iProUP que las provincias no pueden emitir moneda, aunque sí "bonos al portador". En igual sentido, Martín Tetaz, economista y diputado por Juntos por el Cambio, afirma a iProUP que "el tratado de San José de Flores se reservaba esa atribución para Buenos Aires, pero únicamente a sus instituciones, como el BAPRO".
En este sentido, señaló que la Provincia no puede acuñar divisa, pero el banco sí. De hecho, se emitieron series posteriores al acuerdo e ingreso de Buenos Aires a la confederación.
"Hubo una emisión en 1864 y otra en 1869, pero se emitía una moneda convertible a la de curso legal. Es decir, no pretendía que pudiera cancelar legalmente una obligación, sino que era más un título de deuda", añadió Tetaz.
Y sumó: "Tenía la característica de un título de deuda que era equivalente o se podía saldar, por lo que el Banco Provincia te entregaba la moneda dura o la de curso legal vigente".
"La única vez que emitió cuasimonedas, como el famoso Patacón, eran un título de deuda que incluso pagaba un interés que de 6%. En otras palabras, la propia provincia no se animó a emitir su divisa pero sí esta cuasimoneda", agregó.
El diputado argumentó que cuando Buenos Aires lanzó el Patacón, lo hizo en un contexto de validación junto con otras provincias que estaban haciendo lo mismo.
"Pero hoy, el espejo en el que se puede mirar son las provincias de Córdoba, Santa Fe o la ciudad de Buenos Aires. Y ninguna está considerando emitir cuasimonedas. De hecho, están en contra de esa idea", advirtió.
Tetaz afirmó que las que sí están analizando la posibilidad son Santiago del Estero y Formosa, pero Kicillof no quiere compararse con esas jurisdicciones. Además, el diputado insiste que cuando emitieron cuasimonedas fue en un contexto en el que la convertibilidad se mantenía y las personas tenían incentivos de quedarse con los pesos.
"Hoy, el contexto es completamente distinto: nadie quiere al peso como reserva de valor y todos acuden al dólar, por lo que una cuasimoneda no tendría el mismo sentido y seguramente su cotización caería bajo la par, ya que incluso sería menos 'atractivo' que el peso", apuntó.
Dominguez coincide con Tetaz en que esta cuasimoneda cotizaría con un descuento importante frente al peso argentino. "Es cómo un bono, y la provincia tiene muy baja calidad crediticia, por lo que el precio estará muy por debajo de la par", asegura.