Ángela María Palermo, mejor conocida como Lita de Lázzari, fue un ícono de la década de los 90’ por sus apariciones mediáticas en las que militaba a favor de la defensa de los consumidores. Sin embargo, siempre será recordada por aquella muletilla que la lanzó al estrellato: "Camine señora, camine".
La misma tiene un trasfondo que va más allá de un consejo de "ama de casa" (hoy desdibujado por sus tintes machistas) y proyecta sobre el concepto de "la oferta y la demanda" como reguladores de la economía, a la par que dicha cosmovisión se aplicaba a nivel gubernamental con el presidente entrante Carlos Menem.
Incluso, el entonces ministro de Economía, Domingo Cavallo en pleno anuncio del Plan de Convertibilidad, aconsejaba a las familias que si un negocio "les resulta caro ¡dejen de comprarles!", aplicando, de manera más catedrática, lo mismo que Lita de Lázzari le incitaba a las jefas de hogar: usar su "poder" (plata) para inferir en los precios.
En gobiernos con economías de libre mercado, con poca o nula intervención del Estado y donde los precios no están regulados, los únicos que pueden "equilibrar" la balanza, son los propios consumidores (la demanda).
Esta lógica vuelve a aparecer con la llegada de un liberal libertario como Javier Milei a la presidencia y tras el decreto que garantiza la desregulación de la economía, los caminos parecen volver a encontrarse con estos discursos que en esta era se redactan en hashtags (#CamineSeñoraCamine) y se comparten por grupos de Facebook.
"No camine más...": Lita de Lázzari como inspiración para un grupo de Facebook de cooperación social
La frase de Lita fue mutando a lo largo de los años, hasta que más cerca en el tiempo, la mediática "ama de casa" subida a una moto exclamó: "¡No camino más!".
Lita de Lázzari junto con el expresidente Carlos Menem, dos íconos de los 90'
Con ese lema como faro, a Eric Blanc y Gimena Creppy, una pareja de Villa Elisa, Entre Ríos, se le ocurrió, en septiembre de 2018 y después de una charla que tuvieron "acostados en la cama, tomando mate de té (mate con limón, té y azúcar)", crear un grupo de Facebook con una clara consigna: "Si vas al super y creés que hay algo en precio, compartilo".
Lo que ambos replicaron es un modelo de cooperación social donde, a través de posteos, los vecinos comparten precios y el lugar donde compraron el producto, con el fin de compararlo con las compras o vistazos de otros y ver cuál es el mejor precio para ese bien.
En la actualidad, "No camine más…", cuenta con 12.800 miembros que según Blanc, provienen en su mayoría de Villa Elisa, una localidad de 15.000 habitantes. El resto, "que representa entre 20% y 30%", agrega, "son de lugares cercanos como Colón o hasta de Uruguay, que vienen, hacen el surtido y se vuelven, porque están a 15 minutos".
La estructura del grupo fue mutando, en un principio funcionaba como relevamiento de precios, pero en la pandemia "la gente lo empezó a usar para otras cosas, tipo compra-venta o si se perdía una llave lo ponían ahí", comenta Blanc disgustado, pero resalta que en las últimas semanas "volvió a su versión original".
Para explicar el impacto, el cofundador relata orgulloso una anécdota por la cuál, gracias al grupo, le bajaron el precio a una yerba Playadito que " en un supermercado estaba $3.800 y en el Día de acá, $2.800. Lo publicamos y el supermercado que la tenía más cara la bajó a $2.800".
Casos de grupos de cooperación social: el ejemplo de PRECIOS BAJOS CHIVILCOY y el "camine señora" de su creadora
Algunos kilómetros al sur y unos años más tarde, a Denise López se le cruzaría por la cabeza una idea similar, pero para aplicar en su Chivilcoy natal, una ciudad de la Provincia de Buenos Aires, pero confiesa: "No sabía bien cómo encararlo porque soy vergonzosa".
Denise López interactúa con un miembro del grupo PRECIOS BAJOS CHIVILVOY
Un día, mientras scrolleaba por Facebook, encontró la publicación de una chica que había comprado pañales y le parecían muy caros, por lo que pedía que la ayuden a buscar mejores precios. Fue entonces cuando se le ocurrió comentar que podría ser una buena idea armar un grupo para comparar precios y poner el más bajo.
"El feedback de las demás personas fue bueno, me decían que les gustaba la idea y al otro día armé el grupo", explica alegre López. Fue así como el 15 de diciembre de 2023 creó el grupo de Facebook "PRECIOS BAJOS CHIVILCOY" y hoy ya cuenta con más de 500 miembros.
La presentación del mismo, escrita por su puño y letra, profesa: "Estamos en tiempos de crisis (...) pero también hay gente que se aprovecha y pone precios super altos. La finalidad del grupo es combatir las avivadas, ayudarnos entre vecinos y ayudar también a los comerciantes que ponen ofertas. A la inflación la vencemos juntos".
"La puesta en común que hicimos es muy buena y encontramos buenos precios. Cada vez que alguien sube un producto se agrega un comentario si alguien vio el mismo a menor precio, dónde, a qué hora y qué día. Publico cosas, pero la gente sube las ofertas y si ven algo más barato lo comentan", explica la chivilcoyana y cierra los audios de manera contundente: "Lo que quiero generar de fondo es que haya más competitividad, porque no puede ser que nadie tenga ofertas o promos", añade.
Cooperación social en redes sociales: una respuesta al malestar y a la necesidad de cuidar el mango
Lo destacable de estos grupos y de la mayoría de ejemplos de cooperación que se dan en diversas plataformas, es que detrás no hay políticos, economistas, financistas o expertos, si no personas que día a día ven cómo los embates de la inflación, la suba del tipo de cambio (por decisiones políticas) y, por qué no, la avivada de algunos comerciantes, afectan fuerte su bolsillo y el de sus coterráneos.
Blanc tiene, junto con su esposa, una agencia de boletos de micros de larga distancia. Hizo un Terciario en Avicultura y asevera que su vínculo con la economía y las finanzas viene porque le gusta la "operación de la bolsa, ver los vaivenes de las acciones y el Dólar Contado con Liquidación", pero remarca tener "muy poco capital".
Blanc y Greppy crearon juntos en 2018 el grupo de Facebook "No camine más..."
López tiene 32 años, es madre de un hijo y estudió varias carreras las cuales algunas no terminó, la que sí: Tripulante de Cabina de Pasajeros. Sin embargo, la mayor parte de su vida fue comerciante, tuvo algunos locales de ropa los cuales no prosperaron y ahora se dedica a la colocación de piercings, la micropigmentación y el microblading (las últimas dos son técnicas estéticas).
Alega no saber de economía y que se basa en lo que ve en el "super, ya que Chivilcoy es chico y si vas de un ‘chino’ al otro podés ver la diferencia de precios".
"Camine señora, camine" 4.0: el fenómeno de cooperación social explicado
Si hay una característica que engloba a los grupos más satisfactorios de cooperación social en redes, es que todos surgen en gobiernos de menor intervención estatal en la economía (o que tienden a), como el de Mauricio Macri, Javier Milei y el de Menem, que dió inicio a la famosa frase, dato que tampoco es casual.
Esto se da porque, dado que el Estado no regula, congela o fija precios (siempre apoyándose en el gasto público), los únicos que pueden "equilibrar" la balanza, son los propios consumidores, la demanda, priorizando un negocio o producto, por encima de otro/s.
En palabras de la economista, Elena Alonso: "En un libre mercado, la oferta y la demanda, sin restricciones, determinan el precio. Al eliminarse las restricciones, también se genera mayor competencia, lo que hace al mercado más transparente y estos grupos aportan a eso".
En ese sentido, los grupos más efectivos son aquellos que se circunscriben a una zona específica, como puede ser un municipio o una ciudad, ya que de lo contrario la información perdería relevancia para los miembros y los volúmenes de compra quedarían muy disipados.
Una usuaria del grupo "No camine más..." propone que el mismo retome su objetivo original tras los anuncios de Luis Caputo
Ejemplos como el de Blanc, en Villa Elisa o el de López, en Chivilcoy, se suman a otros:
- Daniela en Trelew, Chubut, con un grupo de más de 12.000 usuarios
- Ariel y Cristian de Baradero, Buenos Aires, con un grupo que supera los 4.000
Para finalizar, Alonso invita a la reflexión respecto de las "avivadas" de algunos comerciantes, explicando que "hay una delgada línea entre aumentar para cubrir costos para la recompra del producto y la suba especulativa".
"En la Argentina la presión inflacionaria es más alta que el tipo de cambio, entonces si sos un exportador de carne y aumenta el dólar, subís el precio al mercado interno porque te conviene más llevarlo al exterior", completa.