En la jornada de hoy, Javier Milei asumirá la presidencia de Argentina, marcando un hito al convertirse en el primer mandatario con una ideología libertaria que lidera un país latinoamericano.
Milei realizará el juramento al cargo, asumiendo como el 19.º presidente de Argentina, que se llevará a cabo en el Congreso de la Nación.
Durante la breve ceremonia, recibirá la banda presidencial de manos del saliente gobernante Alberto Fernández.
Posteriormente, frente a las imponentes escalinatas del edificio, pronunciará un discurso inaugural que reflejará sus enfoques y objetivos para la nación.
El cambio según Milei: de la crisis a un futuro libre
El economista y político, catalogado como de "extrema derecha", "derecha libertaria" o "populista de derecha", emerge en el escenario político asumiendo el poder en medio de una crisis económica y social sin precedentes.
Enfrentando una inflación desenfrenada, una elevada deuda externa y una creciente inseguridad, el nuevo presidente se compromete a cambiar el rumbo.
Su estrategia para abordar estos desafíos radica en un plan de austeridad y privatizaciones, concebido para revitalizar la economía y reducir el gasto público.
En sus proclamaciones públicas, el mandatario electo ha afirmado: "Vamos a cambiar la historia de Argentina. Vamos a construir un país libre, próspero y soberano".
Estas palabras reflejan la ambición de un líder que busca dejar una marca indeleble en el país.
Milei se autodenomina "anarcocapitalista", "liberal-libertario" y "minimalista en la vida real", posicionándose como una figura política polémica y disruptiva.
Con propuestas económicas revolucionarias, promete transformar Argentina, desafiando las convenciones establecidas y dando forma a un capítulo inédito en la historia del país.
Reforma monetaria y criptomonedas
Durante su campaña electoral, Javier Milei prometió un giro radical vinculado a Bitcoin, siendo la pieza central la eliminación del Banco Central de la República Argentina (BCRA).
Milei argumenta que el Banco Central, percibido como un ente corrupto e ineficiente, ha contribuido a la inestabilidad económica del país, fundamentando la necesidad de su eliminación como parte de una ambiciosa reforma monetaria.
Adicionalmente, planea establecer un régimen de libre competencia de monedas, conocido como "dolarización". Este enfoque no se limita al dólar, sino que abarca también las monedas digitales, como el bitcoin, al permitir la libre circulación de divisas, incluyendo las criptomonedas.
Al asumir la presidencia, Milei tiene en sus manos dos propuestas para regular la industria de las criptomonedas.
La primera es un anteproyecto de ley presentado por la ONG Bitcoin Argentina, programado para ser presentado ante el Congreso el próximo año.
La segunda proviene de la Cámara FinTech, que recientemente entregó su propuesta al presidente electo, perfilando un escenario de cambios significativos en la regulación de las criptomonedas en Argentina.
¿Dolarización o descentralización?: incertidumbre bajo el gobierno de Milei
En términos generales, las promesas de Javier Milei en favor de Bitcoin y las criptomonedas generan expectativas positivas para una industria en crecimiento en Argentina, ya reconocida como un referente de adopción en Latinoamérica.
Sin embargo, la incertidumbre se cierne sobre la postura de Milei hacia Bitcoin, dado que sus compromisos se fundamentan en una ideología libertaria que aboga por la libertad individual y la desregulación de los mercados.
La posibilidad de que Milei modifique sus planes una vez asuma la presidencia, alejándose de Bitcoin, no puede descartarse.
Algunos sugieren que, si la dolarización logra sacar al país de la crisis, las criptomonedas podrían perder relevancia en Argentina.
El bitcoiner Manuel Ferrari aporta su perspectiva señalando que "el mejor contexto y el mejor marketing que tuvo bitcoin fue el gobierno kirchnerista", refiriéndose a la crisis económica e inflacionaria durante los últimos cuatro años.
El futuro económico y político del país podría obligar a Milei a ajustar su enfoque, generando una gran expectativa desde el momento en que asuma la presidencia.