La compleja situación económica que atraviesa la Argentina y los altos niveles de inflación hacen que el dinero en efectivo o sin remunerar pierda valor día a día, en forma acelerada.

Frente a este escenario, las empresas Fintech aportaron una alternativa para proteger los ingresos de la gente: las cuentas de inversión, un instrumento que permite a los usuarios de plataformas virtuales disponer en todo momento de su dinero para efectuar pagos o transferencias y, al mismo tiempo, recibir un interés por el monto invertido.

El esfuerzo de la industria y el avance de la tecnología hicieron posible que, con solo dos clicks en una aplicación, cualquier persona pueda invertir dinero que, históricamente, tenía depositado en una caja de ahorro con rendimiento nulo.

En la actualidad, múltiples empresas Fintech proveen este servicio y, en todos los casos, otorgan a sus usuarios un rendimiento superior al 90% anual por sus saldos invertidos en Fondos Comunes de Inversión (FCI), a través de las llamadas "cuentas de inversión" o "cuentas remuneradas".

Las ventajas de ese sistema hicieron que, por su simplicidad y facilidad de acceso, cada vez más personas lo elijan.

Argentinos confian en empresas Fintech para proteger sus ingresos

Según datos del último Informe de Pagos Minoristas del Banco Central, los saldos en cuentas de inversión en plataformas Fintech -que se vehiculizan hacia FCI- pasaron de $154.800 millones en enero de 2023 a $438.700 millones en julio último.

 

Es decir, los fondos que los usuarios eligieron invertir a través de las Fintech crecieron 183% en solo seis meses.

En comparación, los depósitos del sector privado en plazos fijos tradicionales -el instrumento más difundido por los bancos para obtener rendimientos en pesos- pasaron de un promedio de $8,03 billones en enero de 2023 a $11,93 billones en julio último, un 48% de aumento.

Vale aclarar que más del 80% de estos plazos fijos corresponde a depósitos "mayoristas". 

Esto es, de más de $1 millón, de los cuales más de la mitad corresponden a imposiciones de más de $20 millones, que grandes empresas, aseguradoras y otras instituciones están obligadas por normativa a invertir una parte de su capital.

Dado el contexto inflacionario, la mejor manera de tomar dimensión es descontando el efecto del aumento general de precios, que acumuló un 51,16% entre enero y julio, según el Indec.

De allí se desprende que la inversión real en cuentas remuneradas a través de las Fintech creció 87,5% en ese lapso, mientras que los plazos fijos cayeron 1,8% en términos reales.

 

Una perspectiva más amplia ayuda a entender la relevancia de este fenómeno en el manejo cotidiano de las finanzas de millones de personas.

En los últimos cuatro años, la cantidad de cuentas de inversión abiertas creció 20 veces en la Argentina: se pasó de casi 630 mil cuentas en julio de 2019 a 12,8 millones en julio de 2023, de las cuales 4 millones se crearon en 2023, según información de la cámara compensadora Argentina Clearing y Registro. S.A. (Acyrsa), ente de registro de operaciones entre Fondos Comunes y billeteras virtuales.

Los datos reflejan cómo las Fintech popularizaron una alternativa de ahorro entre personas que nunca habían accedido al mercado de capitales o que tenían pocas opciones para invertir su dinero.

En pocos años, millones de usuarios encontraron una forma de proteger sus ingresos y acceder a recursos que ahora pueden destinar al consumo o a cualquier otro objetivo de inversión.

La Cámara Argentina Fintech tiene el compromiso y la voluntad de trabajar con las autoridades para encontrar, en forma conjunta, mecanismos que potencien la digitalización de las finanzas, promuevan herramientas de ahorro y crédito para toda la población y aceleren la inclusión financiera, en particular de aquellos sectores que históricamente han tenido más dificultades de acceso.

Para ello es necesario una normativa acorde, que fomente la competencia, proteja la innovación y estimule el desarrollo de alternativas que se ajusten a los tiempos que corren.

El potencial de crecimiento de nuestro país en materia de inclusión financiera es inmenso, y la tarea para alcanzar ese objetivo necesita de la participación de todos los actores del sistema. La cooperación y la competencia justa es el camino para lograrlo.

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