Crece la regulación de las criptomonedas en el mundo, a partir de las sucesivas crisis que enfrentó el ecosistema en el último tiempo, que perjudicaron a miles de personas y a sus ahorros.
Así sucedió durante la mayor parte del 2022, año marcado por la tendencia del 'criptoinvierno', tal como se denomina a la fase bajista que golpeó duramente a la industria. En ese período, Bitcoin (BTC) y otros activos insignia del rubro mostraron derrumbes generalizados en sus precios y empresas prometedoras del sector, como Terraform Labs, Celsisu Network y FTX, se declararon en bancarrota.
Estos sucesos afectaron a los inversores que depositaron su confianza en estas (y más) plataformas. Sin embargo, un rubro de profesionales en particular que salió beneficiado de estos hechos fueron los abogados. ¿Por qué?
Se estima que los profesionales del derecho recaudaron alrededor de u$s700 millones en honorarios, una cifra que podría aumentar en caso de que se presenten nuevos colapsos, según datos de BeInCrypto.
El listado de 'beneficiados' no incluye únicamente a abogados: también aparecen como ganadores de la crisis cripto trabajadores como:
A modo de ejemplo, Sullivan & Cromwell, uno de los despachos de abogados más importantes de Inglaterra, recaudó más de u$s110 millones durante la causa por el cierre de FTX.
La explicación que se desprende de muchos expertos del rubro es que los montos son de esa magnitud debido a las altas tarifas que se ven obligados a cobrar, como consecuencia de la complejidad de las transacciones con criptomonedas y, en muchos casos, los altos costos que pueden representar algunas redes.
Las tarifas cobradas por hora de Sullivan & Cromwell llegaron hasta los u$s2.165 para los socios lo que, a su vez, representa un desafío adicional para los acreedores.
En casos anteriores, jueces de bancarrotas designaron examinadores de honorarios para supervisar los elevados gastos que suponen estos casos, principalmente para los inversores que ya perdieron montos superlativos de sus ahorros, tras perderlos en la quiebra de estas plataformas.
Otra problemática que se suma a esta situación son los crecientes ciberataques al ecosistema: recientemente, la plataforma de préstamos cripto Exactly, fundada por argentinos, sufrió un robo de 4.323 ETH, equivalentes a u$s7 millones, del total de u$s36 millones que custodia la firma.
La empresa resolvió la brecha de seguridad, reactivó las operaciones en pocas horas y trabaja con la policía, expertos en ciberseguridad y empresas como Chainalysis para identificar a los atacantes y recuperar los fondos.
No solo eso: ofrece una recompensa de u$s700.000 a quienes brinden cualquier información que permita dar con las monedas robadas y los responsables del hackeo.
La startup tomó una determinación poco usual en el país: comunicó el incidente a los usuarios ni bien se enteró, cuando empresas y organismos públicos mantienen el silencio. La serie de ataques a protocolos de finanzas descentralizadas (DeFi) de las últimas semanas pone en relieve el nuevo foco de los atacantes, que van por un mercado incipiente.
"El atacante pasó una dirección de contrato de mercado maliciosa, eludiendo la comprobación de permisos, y ejecutó una función de depósito también maliciosa para robar activos depositados por los usuarios", señalaron desde Exactly.