Argentina es uno de los países más cripto del mundo. Así lo indican cifras de Consensys provistas a iProUP: el 94% de los habitantes conoce las monedas digitales, contra el 92% del promedio global.

Si bien aumenta el uso, entre las exchanges locales se observa un estancamiento de las transacciones. Y parte de la explicación la ofrece el "bitcoin blue", operatoria entre particulares (conocida como P2P), fuera del radar de la AFIP e incentivada, principalmente, por la necesidad tanto de freelancers de hacerse de efectivo como de ahorristas que buscan comprar dólar digital, principalmente USDT.

Esa demanda la cubren los "cambistas 4.0", personas que cambian saldos digitales (criptomonedas, dólares de PayPal, etc.) por pesos y viceversa. No es tarea para cualquiera: según los expertos, hace falta:

Según estimaciones del sector, es posible superar los u$s1.000 mensuales, según el conocimiento y dedicación horaria del trader.

Cambistas 4.0: en qué consisten

Iñaki Apezteguia, experto en criptomonedas, dice a iProUP que la adopción de activos digitales sigue en alza en Argentina, por el afán de ahorristas de salir del peso con mayor libertad en cuanto a montos y opciones para hacer rendir el capital. Mauro Liberman, cofundador de Crypstation, señala a iProUP que hay dos tipos de traders:

"Estos últimos, durante el mercado bajista, se retiraron en masa a la espera de tiempos más calmos. Hoy vuelven a asomarse buscando mecanismos para resguardarse de la pérdida de valor de nuestra moneda", amplía el especialista.

Los usuarios avanzados pueden ganar hasta 1.000 dólares mensuales con cierta dedicación horaria

Nicolás Verderosa, abogado y analista cripto, indica a iProUP que ahora se aceleró la actividad por la mayor cantidad de plataformas y activos disponibles: "Con la creciente adopción de criptomonedas, más personas están interesadas en participar en el trading y aprovechar las oportunidades del mercado. Buscan alternativas para proteger y hacer crecer su dinero".

Cambistas 4.0: cómo obtienen rentabilidad

Apezteguia señala que el arbitraje es una actividad muy rentable. Es decir, la compra de una moneda virtual en un exchange para su posterior reventa a mayor precio. Además, destaca la simplicidad en términos operativos de la transacción. Es decir, se puede realizar con solo un par de clics.

Se debe tener en cuenta qué empresas hay detrás, ya que a veces tienen restricciones en términos de generación de cuenta. "También hay que chequear los volúmenes, comisiones, disponibilidad de criptos y las limitaciones que pueda haber para operar por una red u otra", resalta.

Liberman señala que hay precios de activos ligeramente diferentes en cada exchange, más altos o más bajos, lo cual es positivo para esta actividad. "Esto se da por numerosas circunstancias, entre ellas las comisiones, el volumen y la liquidez", agrega.

"La clave es hacer la compraventa de forma prácticamente simultánea, teniendo en consideración variables importantes como los costos de transacción", recomienda. Para el arbitraje entre diferentes exchanges se debe tener en cuenta:

Apezteguia remarca que "la rentabilidad dependerá de la magnitud de las diferencias de precios, volúmenes de negociación y comisiones involucradas. Las oportunidades de arbitraje pueden ser efímeras y existe gran competencia con otros traders, lo que puede limitar los beneficios potenciales".

La compra y posterior venta se debe realizar casi de manera simultánea para aprovechar oportunidades de mercado

Gastón Levar, Director de Marketing de Syklo Argentina, brinda otro consejo: el que más gana en el arbitraje es aquel que entra en un país y sale por otro, porque puede apropiarse de una diferencia de precios más pronunciada. 

Según el experto, los cambistas 4.0 "son personas que entienden los riesgos y saben cómo proteger su dinero, ya que se anticipan a la noticia estando informados". En tanto, Liberman apunta: "La rentabilidad en estas prácticas depende de la constancia, capacidad de visualizar la oportunidad y la recurrencia".

Respecto a la dedicación horaria, Apezteguia sostiene que basta con un par de horas al día, aunque advierte que el tiempo requerido está relacionado con la práctica como trader.

"Dependerá de la frecuencia de las oportunidades de arbitraje y disponibilidad para monitorear los precios y operar. Puede requerir una supervisión constante del mercado y ejecución rápida para aprovechar las discrepancias antes de que se corrijan", concluye Verderosa.

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