La teoría del Big Bang asegura que hace 13.800 millones de años hubo una gran explosión de un ínfimo punto que contenía toda la materia para crear las estrellas, planetas y galaxias. Algo semejante ocurre con las criptomonedas: todo comenzó con Bitcoin (BTC) en 2009 y, desde entonces, surgieron un sinfín de rivales.
El impulso del ecosistema aceleró la aparición de divisas digitales de todo tipo. Entre ellas, las 'memecoins', que figuran en el top 100 de criptoactivos por capitalización.
Santiago Echazú, cofundador de Paisanos, afirma a iProUP que "las memecoins son criptomonedas basadas en memes de Internet que surgieron en 2013 con Dogecoin".
Y recuerda que DOGE empezó como una broma inspirada en el meme del perro Shiba Inu y hoy es la octava criptodivisa con mayor capitalización de mercado así como "una de las más poderosas del ecosistema".
"Las memecoins tienen a favor el uso del humor, que las vuelve un elemento con un gran poder de viralización y, a partir de ellos, aumentar su popularidad exponencialmente. Ello las transforma, a su vez, en un activo seductor para muchos inversores", añade.
De hecho, figuras reconocidas a nivel mundial generaron un sinfín de expectativas sobre este tipo de divisas. El caso más elocuente es el de Elon Musk, CEO de Tesla y Twitter, quien en los últimos años impulsó visiblemente la valoración de DOGE. De hecho, un día hasta cambió el icónico logo del pajarito en Twitter por el de la criptomoneda.
Manuel Díaz Reynolds, Head of Sales de Arex, las denomina "monedas parodia" e indica a iProUP que surgen a partir de la creatividad de una comunidad como la cripto que decide "crear una divisa con fines humorísticos y poco sustento práctico".
Muchos traders miran a estos activos de reojo, ya que su gran volatilidad genera desconfianza: solo basta con ver los números de la propia Pepe Coin (PEPE), que tuvo un crecimiento "rápido y furioso": se valorizó 10.000% pocas semanas después de su lanzamiento.
"Estos activos se sustentan por la confianza que existe sobre la propia comunidad. Son tendencia un día, y así como suben pueden bajar de forma repentina al carecer de un sustento sólido", opina Echazú. Agrega que su popularidad hace que su valor se maximice en un período corto de tiempo pero, como los trends en Twitter, de un día para otro caen en el olvido".
El experto Roque Maschwitz, Sr. Fintech Business Development en D24, comenta a iProUP que, en en muchos casos, se desconoce su origen real, por lo que "no tienen respaldo serio o real alguno y no llegan a generar la confianza que les brinde cierta estabilidad: solo tienden a incrementar su valor por meras especulaciones".
"Es muy común que alguna figura famosa (como Musk) las promocione y así comienza a circular el rumor de su uso, lo que genera una reacción en cadena. Su precio es altamente volátil dado al no contar con una base sólida del porqué de su uso y adopción", señala Díaz Reynolds.
Es así como los movimientos están marcados por su grado de popularidad. "Por lo general, en pocos días o semanas su precio sube y baja estrepitosamente, similar a un esquema de Pump & Dump, (inflar y tirar)", detalla.
Se trata de una conocida estafa del ecosistema utilizada para valorizar artificialmente un token y, una vez alcanzado un punto máximo, que sus promotores logren vender todos los activos.
Tras el boom de PEPE, varios exchanges de renombre sumaron a la moneda digital a su plataforma, entre las que se destacan:
Binance, la compañía de blockchain más grande del mundo, impulsó el valor de esa divisa al anunciar que sumaba a Pepe Coin, además de Floki Inu a sus pizarras. Para el ejecutivo de Paisanos, "si hay una moneda que muchos mundo quieren, significa que hay demanda. Entonces, los exchanges van a generar la oferta necesaria mientras ese negocio sea viable".
El responsable de Arex cree que los incentivos de un exchange para añadir estas divisas son un triple negocio: "Una comisión al creador por listar el memecoin, otra por venderle las stablecoins para comprarla y, finalmente, una al usuario final por comprar y vender la memecoin".
Ante un rubro tan volátil, los analistas coinciden en que la inversión en este tipo de activos es sumamente peligrosa.
"Para entender el riesgo, hay que comprender quién está detrás de las memecoins. Por lo general, son grupos de redes sociales o comunidades que crean estos activos con el único fin de captar volumen y, una vez que sube, tomar una ganancia extraordinaria", advierte Díaz Reynolds.
Como ejemplo, menciona a Dogecoin, que escaló un 6.500% desde 2021, empujada por el último mercado alcista de los criptoactivos en general. Hoy, DOGE se encuentra un 90% por debajo de su valor más alto.
Según CoinMartketCap, todas las memecoins representan unos u$s17.000 millones. En términos bursátiles, equivale a estar en el puesto 900 de capitalizaciones de empresas que cotizan en diferentes bolsas globales.
"Esto quiere decir que es un mercado extremadamente pequeño y eso suma aún más volatilidad. De querer invertir en ellas, sugiero no usar apalancamiento y destinar una pequeña proporción del capital, no más del 5%", aconseja el especialista de Arex.
Además, aconseja "tener un claro plan de salida en caso de suba o baja, que deje en pérdidas la posición. Existen planes de trading que podrían funcionar en situaciones particulares, pero requieren mucha experiencia y entender los riesgos", resume.
Maschwitz indica que "todos los instrumentos de inversión tienen características, riesgos y retornos diferentes. Las memecoins no sólo carecen de respaldo, también de previsibilidad sobre los rendimientos".
"El que decide invertir lo hace por la simple especulación de que un hecho puntual dispare su valor, como quien pone una ficha en la ruleta. Es cierto que existen casos de personas que se hicieron millonarias de la noche a la mañana, pero no deja de ser cuestión de azar o información privilegiada", concluye.