La pandemia dejó un problema macroeconómico global, las constantes subas de las tasas de interés, la inflación y la falta de confianza en los mercados y en los bancos generó un estado inestable para el dólar. A continuación, el recorrido de la devaluación del dólar.
La página de la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos publicó datos en su última actualización de precios al consumidor donde indicó que en abril de 2023, un ciudadano promedio de EE.UU. tendría que gastar u$s131.07 para comprar los mismos bienes que podría haber comprado por u$s100 en 2013.
La historia del dólar estadounidense vió altibajos significativos en su poder adquisitivo a lo largo de los años. Desde la creación de la moneda en 1785, experimentó cambios dramáticos en su valor.
A lo largo de los siglos XIX y XX, el dólar pasó por períodos de estabilidad, inflación y deflación, lo que desencadenó en fluctuaciones significativas en su poder adquisitivo.
El recorrido del dólar estadounidense
Durante la mayor parte del siglo XIX, el dólar mantuvo un poder adquisitivo relativamente estable, con pequeñas fluctuaciones en el valor. Sin embargo, a medida que el siglo XX empezó, el valor del dólar comenzó a disminuir.
La Gran Depresión de la década de 1930 tuvo un impacto significativo en el poder adquisitivo del dólar, ya que la inflación se disparó y el valor de la moneda se redujo drásticamente.
La Gran Depresión tuvo un impacto significativo en el poder adquisitivo del dólar
En las décadas de 1940 y 1950, el dólar recuperó parte de su valor, gracias en gran parte al final de la Segunda Guerra Mundial y al auge económico de la posguerra en los Estados Unidos.
Sin embargo, en las décadas de 1960 y 1970, su valor disminuyó una vez más, esta vez debido a la inflación creciente y a la pérdida de confianza en la moneda estadounidense.
A finales de la década de 1970 y principios de la de 1980, el dólar comenzó a recuperar su valor una vez más, gracias en gran parte a las políticas monetarias del presidente Ronald Reagan. Durante la década de 1990 mantuvo un poder adquisitivo estable, aunque existieron fluctuaciones significativas en su valor.
En los años 2000, el dólar volvió a experimentar una disminución en su poder adquisitivo, debido en gran parte a la recesión económica mundial de 2008.
Desde entonces, el valor del dólar fluctuó en función de una variedad de factores, incluyendo la política económica del gobierno, los cambios en los mercados internacionales y la incertidumbre geopolítica.
Esto significa que la inflación aumentó significativamente en la última década, lo que llevó a un aumento en los precios de los productos y servicios básicos en todo el país. Los expertos económicos que monitorean de cerca la inflación se encuentran preocupados por su impacto en la economía a largo plazo.
La inflación aumentó significativamente en la última década
La inflación puede tener efectos negativos en la economía, como la disminución del poder adquisitivo de los consumidores y la disminución de la demanda de bienes y servicios, lo que podría llevar a la reducción de la producción y el empleo.
También puede afectar a los inversores y ahorradores, ya que la inflación reduce el valor real de su dinero.
Inflación en Estados Unidos
Los datos indican que la inflación hace 10 años se ubicaba en 1.6% anual, y para marzo de este año la inflación interanual se ubica cerca del 6%, según los datos que muestra la web datosmundial.com, un portal que tiene un histórico de la inflación generada en Estados Unidos.
Es importante destacar que la inflación no es un fenómeno aislado de los Estados Unidos. Muchos países de todo el mundo experimentaron un aumento en los precios al consumidor en los últimos años.
A medida que la economía global se recupera de la pandemia de COVID-19, la inflación puede seguir siendo un tema relevante a considerar en el futuro cercano.
A esta situación, se le debe añadir el hecho de que países como Rusia, China, Brasil cerraron negocios y acuerdos bilaterales con diferentes países tomando como referencia otras monedas (como el euro o el yuan). Además, dejaron de lado la hegemonía del dólar en este tipo de transacciones.