El Gobierno tiene desalineadas las tasas de interés en función de la inflación prevista para el mes de marzo. Todo hace pensar en un nuevo incremento de tasas. Mientras ello no ocurra, veremos una suba de los dólares alternativos.
El cuadro de tasas está compuesto por la tasa que fija el Ministerio de Economía, a través de las Ledes, que son letras con descuento, al 28 de abril rinden el 85,0% anual, cuando la tasa de plazo fijo rinde el 78,0% anual.
Si lo pasamos a rendimientos mensuales, la tasa de las Ledes es del 7,08%, el plazo fijo el 6,5% y la tasa de devaluación del peso es del 6,0%. Esta escalerita es un patrón de conducta permanente del libre juego de la Tesorería y el Banco Central.
Esto es que las tasas de la Tesorería y el Banco Central son más altas que la de devaluación del peso. La novedad es que en marzo la inflación seria del 7,2% y sería más alta que todas las expresadas.
Inversores escapan del plazo fijo: qué inversión conviene más ahora
Con la inflación creciendo por encima de la tasa de interés, los inversores se corren a otros activos, ya sean bonos ajustados por inflación, duales, obligaciones negociables o dólares billetes.
Los plazos fijos ajustados por inflación a 90 días rinden el 1,0% anual, la letra ajustada por inflación a un plazo de 106 días denominada X18L3 (parece el nombre de un cohete) rinde inflación más el 4,7% anual, esto es 4,7 veces más que el plazo fijo en un banco.
Con la inflación creciendo por encima de la tasa de interés, los inversores se corren al dólar o a otros activos.
Un plazo fijo tradicional a 30 días rinde el 78% anual, letra a 25 días de plazo rinde el 85,0% anual, y a 119 días de plazo el 91,6% anual. Claramente las letras de la Tesorería pagan más que los bancos.
Un bono dual con vencimiento a 106 días rinde inflación o dólar linked más el 4,0% anual. Este bono rinde menos que la letra ajustada por inflación a 106 días, pero, si hay una gran devaluación, estás protegido.
Las obligaciones negociables son un muy buen instrumento, hay de diversas empresas, pagan una renta que va entre el 7,0% y 12% anual, según la compañía y plazo de la obligación negociable. Debemos destacar que este instrumento no paga ganancias cuando es invertido en cabeza de persona humana, pero al no pertenecer al Estado Nacional, paga el impuesto a los bienes personales.
El dólar es todo un capítulo
El dólar se encuentra pisado y no logra superar la barrera de los $400. Sin embargo, el Contado con Liquidación, que es el dólar que se coloca en el exterior, ya lo logró en varias oportunidades y cerró en $402,8.
Las reservas se ubican en u$s36.563 millones, en breve llega el desembolso del FMI que sería de u$s5.300 millones, pero Argentina tendría que pagar la cuota del mes de marzo que suma u$s2.578 millones, con lo cual recibiremos neto u$s2.722 millones, la alegría no va a durar. En el mes de abril vencen u$s2.528 millones al FMI y quedaremos casi empatados porque solo sobrarán u$s194 millones. Pero los problemas volverán en el mes de junio que vencen u$s2.578 millones y allí no sabremos de qué disfrazarnos.
En resumen, las reservas del Banco Central están para permanecer mucho tiempo debajo de los u$s40.000 millones, en cambio todo haría indicar que el pasivo monetario total se mantendrá, durante el primer semestre, en niveles superiores a los 17,0 billones, y consideramos probable que, para el 30 de junio, se ubiquen en torno de los $20,0 billones, con lo que el precio de referencia del dólar podría ubicarse aproximado a los $500.
El Banco Central no cuenta con los dólares necesarios para pagarle al FMI.
El gobierno viene incubando el virus de las importaciones en la economía, está sumando una gran deuda con el comercio exterior ya que, al no tener dólares para poder importar, patea la pelota para adelante y trata de autorizar importaciones con pagos a 180 días. De esta forma, está cobrando los impuestos de las importaciones y traslada al próximo gobierno los pagos en dólares de las importaciones.
La falta de dólares es crítica, pero el Gobierno se ha empeñado en llevar adelante un programa de dólares alternativos para incentivar exportaciones, por ejemplo, volvería el dólar soja. Según nuestras estimaciones la cantidad de soja sin precio de la campaña vieja y la nueva por cosechar ascendería a 30 millones de toneladas, esto implica que, si se liquida la mitad de ese total, ingresarían a las arcas del Estado cerca de u$s8.000 millones, cifra que es muy importante. Para que el productor liquide necesita un dólar atractivo, de aproximadamente $300.
Si bien se impulsa un dólar agro, las exportaciones de las economías regionales no mueven el amperímetro, a saber:
- Las exportaciones totales en el año 2022 sumaron u$s88.446 millones.
- Las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba exportaron el 73,5% de las exportaciones, que suman u$s65.008 millones.
- El resto de las provincias exportaron el 26,5%, que suma u$s23.438 millones.
- Las exportaciones de vinos de uva en Mendoza sumaron apenas u$s800 millones, por ende, un dólar especial para el vino no les mueve el amperímetro a las reservas del Banco Central.
Aquí lo que mueve el amperímetro es la soja, el maíz y el trigo. Si el Gobierno propone un dólar especial al maíz, esto tendrá un efecto colateral negativo en los precios, ya que la carne y la leche sufrirán un aumento de costos que, más tarde que temprano, se trasladarán a precios. La cantidad de maíz sin precio de la campaña 2021/22 y lo que se podría cosechar de la campaña 2022/23 sumarían 36,5 millones de toneladas, de las cuales 7 millones se podrían vender a corto plazo ya que están en manos de los exportadores, esto sumaría u$s1.750 millones. En el caso del trigo hay mercadería sin precio por un total de 7,1 millones de toneladas, de las cuales se podrían vender 3 millones de toneladas, esto sumaría u$s840 millones.
Se espera que el Gobierno impulse una nueva suba de tasas.
Rascando la olla, el Banco Central puede conseguir dólares en el segundo trimestre del año. El problema es siempre el mismo, de qué vivimos en el segundo semestre si apresuramos la venta en el segundo trimestre con dólares atractivos. Por otro lado, dólares alternativos implican más emisión de pesos y, por ende, incrementar el pasivo del Banco Central, lo que, más tarde que temprano, pondrá las alertas en el mercado del dólar que arbitrará a la suba.
Inflación y tasas: ¿qué podría suceder en los próximos meses?
El Gobierno apura un nuevo acuerdo con el FMI porque no puede pagar la cuota que debe al mes de junio.
Todas las acciones están orientadas a dejarle un problema al próximo gobierno con las deudas de las exportaciones, cifra que podría escalar a más de u$s20.000 millones.
Las reservas difícilmente pueden volver a niveles de u$s40.000 millones a corto plazo, salvo que el Gobierno consiga un nuevo crédito del FMI o del Departamento de Estados Unidos por u$s10.000 millones.
En el mes de abril la tasa de política monetaria debería ubicarse en torno de 90,0% anual si la inflación es del 7,5%, del 84,0% anual si la inflación es del 7,0% o del 80,0% anual si la inflación es del 6,5%. Si el Banco Central no sube la tasa de interés, los dólares alternativos se seguirán deslizando a la suba.
El dólar blue no sube porque el Gobierno contrae la cantidad de moneda en el mercado. La inflación estimada de los últimos 12 meses a marzo rondaría el 104,0% anual, y la base monetaria subió el 44,0% anual. Esta situación no se puede mantener por mucho tiempo, el 13 de abril estaremos a 4 meses de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultaneas y Obligatorias y seguramente se pondrá en marcha algún Plan Platita para inyectar publicidad y propaganda al mercado. Con más liquidez en la calle, el dólar no bajaría de los $500 para el mes de junio, indicó iProfesional.