Silvergate Bank es la última empresa cripto en estar en el centro de la tormenta ante la crisis atraviesa y el desplome de sus acciones en bolsa.
Silvergate Bank fue por mucho tiempo el banco bandera del mundo de las criptomonedas, con una alta participación en el sector, el cual aparecía como la principal herramienta de los exchanges para recibir transferencias de la banca tradicional por parte de los inversores.
Pero el año 2022 se convirtió en su punto de inflexión para la crisis. Las grandes bancarrotas del rubro y las caídas en los mercados afectaron a la situación financiera del banco, que empezó a ver con preocupación al invierno de las criptomonedas.
Todo explotó con la caída de FTX. Al ser Silvergate un socio importante para la firma de Sam Bankman-Fried, un grupo de afectados presentó una demanda colectiva acusando al banco de no haber protegido a sus clientes.
Según la demanda, el banco sabía lo que estaba sucediendo en FTX y, aun así, siguió trabajando con ellos sin advertirles a sus usuarios de lo que podría pasar. Además, según los demandantes, el banco se prestó para los movimientos de fondos que hicieron los directivos en las horas finales de la crisis.
Esta demanda abrió la puerta para que los entes reguladores de EE.UU. pusieran sus ojos en el banco para investigar cuál fue su papel en la crisis y si esta actitud sospechosa se repitió en otros casos.
Con este panorama, Silvergate decidió alejarse de las criptomonedas al reducir su participación en el sector.
LedgerX, una de las pocas firmas sobrevivientes a la crisis sucitada por el caso FTX, anunció a finales de febrero la suspensión de su relación con el banco.
A este anuncio lo siguió el anuncio por parte de Coinbase, Paxos y Galaxy Digital de también cortar su relación con el banco, el mismo día en que Silvergate debió pedirle una prórroga a la Comisión de Valores (SEC) de EE.UU. para presentar su reporte anual.
Esta racha de malas noticias se incrementó recientemente cuando el banco suspendió a Silvergate Exchange Network (SEN), su red de pagos que permitía que los traders pasaran sus fondos entre bancos de EE.UU. y las exchange de criptos.
Así, Silvergate Bank entró en una crisis que llevó a que sus acciones sean castigadas en bolsa. Al cierre de la primera semana de marzo, la acción había bajado a su mínimo histórico al cotizar en u$s4,86 por acción.
Esta caída se acentuó este lunes 6 de marzo, cuando la acción cayó en un 10% llegando hasta los u$s5,18 por acción, en una caída que también afectó a Coinbase y a Signature Bank, firmas que cayeron de 1% y 2,5% respectivamente.
Con el pasar de las horas, Silvergate pudo recuperar parte de sus pérdidas y el precio se estabilizó en los u$s6, un monto importante para la crisis que están viviendo en el banco.
Ahora bien, esta crisis es otro de los daños colaterales del caso FTX, que puede terminar convirtiéndose en un punto de inflexión para el estado actual del sector de criptomonedas. Solo queda por ver cómo se desarrollan los acontecimientos.
El exchange de criptomonedas Coinbase anunció que terminó su asociación con Silvergate Bank como su socio bancario en dólares estadounidenses, y justificó la decisión al citar una investigación en curso.
En su cuenta oficial de Twitter, la compañía posteó: "A la luz de los desarrollos recientes y por precaución, Coinbase ya no acepta ni inicia pagos hacia o desde Silvergate". La plataforma facilitará las transacciones en efectivo de clientes institucionales para sus principales clientes con su otro socio bancario, Signature Bank.
Las acciones de Silvergate Bank, que se encontraron bajo presión debido a un retraso en la presentación de su informe anual 10-K, cayeron otro 40% en las operaciones previas a la comercialización.
Silvergate Capital también fue degradado a "infraponderado" desde "neutral" por JP Morgan a la luz del susto de insolvencia.
Un informe 10-K es un documento requerido por la SEC que proporciona una visión general de los negocios y la situación financiera de una empresa. El criptobanco aseveró que necesitaría aproximadamente dos semanas más para completar el informe correspondiente al ejercicio fiscal de 2022. La decisión no afectaría a las instrucciones de pago en libras o euros.