La ansiada cosecha récord, que promete traer consigo el alivio necesario a una economía maltrecha, no es el único "brote verde" al que puede aferrarse el país para poner en orden el fárrago de sus cuentas.
Lejos de los campos colmados de granos y de las rutas atravesadas por camiones cargados a tope de valiosos commodities, Argentina se abre paso en el comercio internacional de la mano de productos de altísimo valor agregado, que no conocen de aduanas y no tienen techo de crecimiento.
En 2018, se exportaron u$s1.700 millones en software y servicios de conocimiento vinculados a la alta tecnología (de una facturación total de u$s 3.283 millones), lo que posiciona a esta rama de actividad como una de las de mayor peso en la cada vez más oscilante balanza comercial.
Si a esto se suman otros verticales de los llamados "Conocimientos", como servicios jurídicos y de asesoramiento, investigación y desarrollo y publicidad, entre otros, la cifra asciende a los u$s7.000 millones en exportaciones; volumen que, dependiendo de los cálculos, supera incluso al del sector automotriz.
Prueba cabal de que los tiempos han cambiado es el crecimiento de Mercado Libre, que tiene un valor de mercado superior a los u$s23.000 millones, mientras que YPF, otrora la joya de la corona, vale "apenas" u$s5.000 millones.
Con términos como "cuarta revolución industria" o "transformación digital 4.0" en boca de especialistas, no es casual que el aparato productivo haya puesto sus ojos en un negocio que crece hacia los cinco continentes. Motivos, claro está, sobran.
Sin embargo, a pesar de la aparente bonanza, esta industria no ha sido ajena a los vaivenes de la economía argentina en 2018 - a lo que se ha sumado cobro del derecho de exportación del 12% a la prestación de servicios que rige desde enero-, aunque el saldo comercial sigue siendo positivo.
Según el Observatorio Permanente de la Industria de Software y Servicios Informáticos (OPSSI):- Las ventas de la Industria Argentina de Software aumentaron casi 45% en 2018 respecto a 2017 (medidas en pesos corrientes)- Esto generó un incremento en el empleo registrado del 5,6%
- En valores absolutos, representan cerca de 5.400 nuevo puestos de trabajo - El total de personas que emplea esta actividad supera la friolera de 435.000, según INDEC- En un clima de fuerte inestabilidad laboral, es uno de los pocos rubros en los que la generación de empleo continúa en franco ascenso
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"En este sector falta personal calificado. Pese a los problemas que son comunes a todas las ramas de actividad, como las altas tasas de interés, no se han registrado despidos o quiebres de empresas", señala a iProUP, Aníbal Carmona, presidente de la Cámara de Empresas de Software y Servicios Informáticos de Argentina (CESSI).
Producto de un billete verde que sigue en ascenso, las ventas "fronteras afuera" ya representan el 52% del total de ingresos en dólares de la industria.
El ejecutivo indica que aquellas compañías que sólo operan en el mercado interno encuentran una mayor dificultad para trasladar sus mayores costos a precios. "Eso les hace perder rentabilidad y les dificulta la retención de personal calificado", subraya.
Los datos del OPSSI, basados en la información brindada por más de 200 empresas que emplean a unas 20.000 personas dan cuenta de algunas remuneraciones de mercado: - Para el personal sin experiencia (junior), el salario bruto mensual supera los $30.500, sin contempar las mejoras previstas para el año en curso
- Quienes ya poseen alguna experiencia (semi-senior), perciben un sueldo promedio que ronda los $45.000- Aquellos que cuentan con un mayor expertise (senior), obtienen una remuneración que arranca en $60.000 (sin contar los incrementos 2019)
En comparación con los datos difundidos por la CESSI en marzo de 2018, se registró un aumento promedio de los salarios de poco más del 40%, siendo uno de los segmentos que menos "perdió" frente a la inflación de 2018.
Un sector a prueba de tormentas
Andrés Vior, CEO de Intive-FDV, asegura a iProUP que 2018 "fue un muy buen año, con un crecimiento del 55% en facturación, medida a cambio constante".
No obstante, aclara que esto no necesariamente ocurrió porque el mercado internó ayudó. Más bien, fue producto de las mayores ventas al exterior.
"Veíamos un tipo de cambio muy atrasado a mediados del año pasado. Eso quedó atrás y ahora nos fuimos para el otro lado. Pasamos de contentos a estar preocupados, porque la devaluación ha sido tan extrema que dejó sentada la continuidad de la inflación", subraya Vior.
Las compañías que se dedican "fabricar" software o desarrollar tecnología coinciden en que el impacto de la crisis ha sido menos violento en su industria. Para Vior, "no es fácil para nadie planificar en condiciones tan cambiantes, pero si ves el ‘excel’ los resultados fueron buenos".
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Por su parte, Carlos Lizarralde, co-fundador de 7Puentes, firma especializada en análisis de datos y machine learning, establece un doble análisis respecto al desempeño de su negocio en 2018.
"En lo que hace a ventas al exterior, para nosotros fue un muy buen año. En cambio, en el plano interno hemos notado que muchas firmas tenían más problemas para pagar", destaca a iProUP el ejecutivo.
Ante este panorama, Lizarralde explica que "lo de afuera compensó, ya que nuestra estrategia se centra en tener una pata adentro y otra afuera. Además, por la inflación se complejizó la renegociación de contratos".
Vior añade que, a nivel local, "muchos proyectos se frenaron y en otros los presupuestos se esfumaron antes de tiempo, producto de la devaluación. Nadie imaginaba que se iba a atravesar una situación como la actual".
Hoy, los presupuestos se hacen en pesos y están atados a la cotización del dólar; además dependen del cliente y sus necesidades. El CEO de Intive-FDV aclara que, en Argentina, trabajan con el sector financiero, grandes industriales y el agro, en los que "no hubo tanto impacto de la crisis".
El mercado exige pasaporte al día
Aerolab, estudio argentino dedicado al diseño y desarrollo de productos digitales, es otra de las firmas que salió a ampliar su cartera de clientes del exterior. Agustín Linenberg, director de Nuevos Negocios, revela a iProUP el foco está puesto en aumentar la cantidad de startups con las que opera.
Según Linenberg, poner la mira en captar clientes del exterior implica los mismos desafíos que buscar uno interno. "Es clave mantener una comunicación fluida y dar transparencia en el progreso del proyecto", señala.
"Hay que estar codo a codo con el equipo para trabajar en conjunto con el cliente y con quienes consumen su producto o servicio", aclara el emprendedor.
El nivel de recursos humanos y la gran cantidad de talentos con los que cuenta el país posiciona a la mano de obra argentina como una de las más valoradas del mundo. Esto, desde ya, le abre las puertas a todo tipo de mercados.
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"Hay espacio para todos los jugadores. Siempre hubo competencia y mantenemos un nivel de producción y calidad que hace que no compitamos por precio, ya que no podemos darle pelea a países como India o Pakistán", confiesa Vior.
A diferencia de naciones que tienen industrias de software fuertes por el efecto escala (cantidad), en estas tierras lo que se destaca es la calidad.
Lizarralde refiere al lugar que ocupa Argentina en el mapa mundial de la industria del conocimiento : "Hoy estamos bien posicionados, tenemos la ventaja de nuestra zona horaria y contamos con una buena cantidad de profesionales que hablan inglés".
2019: mismas precauciones, igual optimismo
Una investigacion del OPSSI revela que, de existir en el país el suficiente talento capacitado, las compañías pueden aumentar en promedio su plantel de profesionales hasta un 15%, lo que implicaría la creación de unos 15.000 puestos de trabajo registrados.
En esa misma línea, los empresarios de esta rama de actividad proyectan un crecimiento del 32% en moneda local y un alza de las exportaciones de 16% en dólares para 2019.
Para Carmona, "estos números reflejan la importancia debatir y promulgar urgente la Ley de la Economía del Conocimiento, superadora a la actual Ley de Software que vence a fin de año, y disipar todas las dudas que surgen en la continuidad de promoción del sector".
Este proyecto contempla, además de la industria del Software, a la Audiovisual, Biotecnológica, Geológica, Servicios Profesionales de Exportación, I D, Nanotecnología, Aeroespacial y Satelital, IA, Robótica, IoT, Sensores, Manufactura Aditiva, Realidad Aumentada y Realidad Virtual e Industria 4.0
El presidente de la CESSI considera que su sanción generará el "Vaca Muerta de la gente", ya que la economía del conocimiento en general y la industria en particular son, por su potencial, "más resistentes a las crisis y generan los trabajos del futuro, hoy".
La pelota ahora está del lado estatal, que deberá confirmar en hechos el apoyo que fue garantizado en palabras.
A riesgo de que se las lleve el viento, la industria de software apuesta por una ratificación que consolide un negocio vital para el futuro del país, con menos viento de cola en un horizonte que exige transformaciones urgentes para no perderle pisada a las naciones más desarrolladas.