McDonald's anunció recientemente que comprará la startup israelí Dynamic Yield, cuya tecnología permitirá personalizar la interacción con los consumidores y así aumentar sus esfuerzos en marketing online.
De este modo, el gigante de la comida rápida pagará más de u$s300 millones, según señaló una fuente cercana a la operación. La firma adquirida tiene oficinas en Nueva York y en Tel Aviv, y cuenta con clientes de la talla de Ikea.
McDonald's aseguró que podría utilizar los desarrollos de Dynamic Yield para cambiar la pantalla de sus kioscos de autoservicio y de este modo modificar el menú según la hora del día, el tránsito actual de la tienda y los combos más populares.
La movida es un esfuerzo del gigante del fast-food en Estados Unidos, donde enfrenta una feroz competencia de cadenas rivales que también han mejorado sus propuestas con ofertas promocionales e inversiones en servicios y repartos digitales.
"Con esta adquisición, nos estamos expandiendo tanto en nuestra posibilidad de incrementar el rol que la tecnología y los datos tendrán en nuestro futuro y la velocidad con la que podremos implementar nuestra visión de crear experiencias más personalizadas para nuestros consumidores", remarcó Steve Easterbrook, CEO de la firma, en un comunicado.
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Según la empresa, la tecnología de Dynamic Yield será implementada primero en los Estados Unidos y luego se expandirá a mercados internacionales. Además, comenzará a integrarla en todos sus productos digitales, como los kioscos de autoservicio y la aplicación.
Cómo funciona
La "tecnología de decisión" se integrará en los nuevos tableros de menús electrónicos que se ubican en los sistemas de autoservicio o drive-thrus y brindarán una experiencia personalizada al cliente, por lo que los elementos pueden cambiar incluso cuando uno esté ordenando.
Por ejemplo si se pide una hamburguesa, el menú podría mostrar las papas en el centro del tablero o añadir productos en los laterales del mismo, como postres o bebidas, buscando persuadir a los clientes para comprar algo que no habían planeado.
Esta tecnología tiene en cuenta además otros factores como el clima, ofreciendo bebidas frías en verano o chocolate caliente en invierno. A la vez el algoritmo puede detectar cuán ocupado está el local y mostrar en pantalla artículos más rápidos de preparar en caso de que las colas de espera sean largas.
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Esta tecnología es similar al que utilizar Amazon con sus artículos similares o complementarios, que rastrea la actividad de búsqueda del usuario mientras navega el sitio.
McDonald’s probó en varias de sus sucursales la tecnología y planea implementarla en más de 1.000 locales en los próximos tres meses. A la larga, la compañía planea instalar los menús inteligentes en los 14.000 restaurantes de Estados Unidos y en otros países. Se estima que la tecnología también llegue a los quioscos de autoservicio y a la aplicación móvil.
Esta estrategia muestra el esfuerzo de la empresa por aumentar sus ganancias usando inteligencia artificial. La combinación de "tecnología de decisión" y datos de clientes a través de aplicaciones y programas de lealtad le permite ofrecer experiencias más personalizadas, destinadas a tentar a la compra adicional sin que el cliente casi se dé cuenta.
Easterbrook sugirió que eventualmente las patentes de los autos sean reconocidas y así ajustar los elementos del menú según las comprar recientes de los clientes de sus drive-thrus.
Esta información estaría disponible en toda la cadena de locales, lo que aumentaría la capacidad de impulso de ventas, si bien esto genera cuestiones con la privacidad que darán que hablar en caso de que la empresa decida utilizar el método.