Las fintech surgen con un carácter disruptivo donde parecía ser que su llegada significaba romper con lo tradicional, ejercido hace años y sin cuestionamientos por el sistema bancario.
Sin embargo, con el correr de los años y poniendo al usuario en el centro de la escena, la banca y las fintech lograron no solo una convivencia y coexistencia, sino también impulsar la transformación y mejora del sistema financiero en Argentina.
Este tipo de cambios en el sector abren el interrogante para muchos sobre si se habla de las fintech versus o con la banca tradicional.
Aunque sus orígenes son distintos, con los años se fueron acercando y vinculando. La banca tradicional nació hace más de dos siglos en el país y se impuso como institución legitimada para realizar todo tipo de transacciones, intermediación financiera sobre todo como una de las pocas opciones para las personas que buscaban realizar operaciones en la industria.
Por su parte, las fintech rompieron este paradigma y se abrieron nuevos y diversos canales para obtener productos y servicios financieros.
Mundo digital
A partir de la aceleración del mundo digital en diferentes rubros, y en especial en la industria financiera, la banca tradicional tuvo que accionar frente a este cambio de contexto y pensar nuevas estrategias.
Las fintech formamos parte de este nuevo esquema, el cual viene integrado a nuevas demandas y formas de consumo de los usuarios.
Definitivamente podemos decir que el vínculo de estos actores claves del sistema financiero, no debe tomarse como uno de competencia, sino de un trabajo en conjunto donde se pueden encontrar nuevos y mejores resultados para los negocios y generar ecosistemas distintos pero favorables para ambos desde el punto de vista financiero.
En ese sentido, la banca cada vez más se encuentra receptiva a nuevas soluciones brindadas por las fintech, como así también se muestra más permeable ante la posibilidad de hacer alianzas.
Según el informe sobre el Panorama Regulatorio Fintech en Latam 2021/2022, América Latina la integran 20 países y cuenta con un potencial de 650 millones de habitantes, de los cuales casi el 50% no utiliza servicios financieros formales y basa su economía en el efectivo.
En el plano local, si bien nuestro país no cuenta con una Ley FinTech, como sí en otros países, existen varias normas que tienden a brindar un marco regulatorio apropiado para diversas verticales del negocio fintech.
¿Dónde estamos parados?
Esto se ve reflejado, entre otras cosas, por las constantes alianzas entre fintech y bancos, sobre todo para desarrollar puntos específicos con foco tecnológico o negocios de nicho y la experiencia y envergadura de los bancos son propicios para desarrollar ecosistemas de valor y colaboración.
La Argentina presenta cada vez más ejemplos de cooperación, para conectar fintech al sistema de pagos, desarrollos conjuntos en materia de validación de identidad, servicios SaaS o BaaS, utilizar los servicios de algunas verticales específicas, así como varias otras iniciativas impulsadas por bancos o con inversión del sector bancario.
Tal es así que soluciones como la nuestra, son consultadas por el sistema bancario para ayudar a encontrar el perfil de usuarios idóneo para cada préstamo o tarjeta crédito.
La utilización de herramientas digitales nos abren la puerta al mundo de la Big Data que nos permite desarrollar procesos de segmentación que son utilizados para lograr un mayor nivel de certeza al momento de derivar perfiles de usuarios a nuestros clientes.
Esta información que procesamos proviene de diferentes fuentes, tanto propias como de terceros, por ejemplo, la data proveniente de los distintos burós de crédito o centrales de información.
Por otro lado, contamos con un motor de decisión diseñado especialmente para que, en pocos segundos, se pueda procesar información a través de nuestros proveedores de datos para luego brindarla a las diferentes empresas integradas en nuestra plataforma.
Esto genera agilidad y eficiencia ya que nuestros usuarios sólo ven las ofertas disponibles que las empresas están efectivamente dispuestas a otorgar.
En este sentido, evitamos que las entidades financieras tengan que exhibirse rechazando solicitudes, lo que les evita una exposición negativa ante los usuarios, y que cada vez que aparece su marca en una oferta la operación está en condiciones de ser otorgada.
Las empresas del sector fintech contamos con una fuerte base tecnológica que nos permite generar valor a toda la cadena, sentando las bases para un sector financiero más eficaz y ágil.
Necesidades financieras
También desarrollamos la capacidad y habilidad para llegar a más sectores que hoy no están atendidos en sus necesidades financieras y con esto cubrir una demanda insatisfecha y cumplir con la gran misión que es la verdadera bancarización.
Es por eso que las fintech surgimos para acompañar y potenciar al sector donde había una gran necesidad por colocar sus productos y contribuir en la inclusión financiera.
Esta situación, altamente potenciada por la pandemia, donde las sucursales físicas se mantuvieron cerradas y la gente se vió obligada a operar de forma remota impulsó la digitalización como fue el caso de las billeteras virtuales y, los más audaces, hasta manejar criptomonedas.
Frente a este escenario, podemos concluir que el interrogante presentado en un comienzo de esta nota acerca de si Bancos y Fintech compiten, podemos afirmar que conviven en un contexto de competencia y cooperación simultánea y que las sinergias de esta cooperación ya están dando sus frutos para ambos.
*Por Pablo Blanco, CFO de Alprestamo