Una suba de precios que no tiene fin y el aumento de las tarifas impactan cada vez con mayor fuerza en los bolsillos de los usuarios. Luego de un 2018 con una inflación de casi 50%, la cifra más alta en los últimos 27 años -y ante la cercanía de las elecciones-, este sombrío escenario no muestra siquiera una tenue luz al final del túnel.
Sólo por nombrar algunos aumentos, en abril subirá el combustible 2,8%; el gas, 35% en promedio -según la última audiencia pública- y el boleto de subte pasará de $16,50 a $19, si bien aún no se confirmó la fecha de su entrada en vigencia.
En este marco, los salarios siguen perdiendo poder de compra y las fintech tratan de salir al rescate de una golpeada clase media. En particular, de los no bancarizados. En la búsqueda de nuevas soluciones, aparecen alternativas dinámicas y sencillas que llevan las "casas de préstamo" al mundo digital.
Si bien la Cámara Argentina Fintech todavía no cuenta con datos consolidados sobre el crecimiento de este canal de financiamiento, fuentes del sector señalaron a iProUP que sólo las cinco principales fintech otorgan un promedio de 10.000 nuevos créditos por mes cada una.
En cuanto a su evolución, la cantidad de dinero que entregan crece a un ritmo de 10% mensual, a partir de una demanda en franca expansión explicada, en gran medida, por el creciente aumento del costo de vida.
La última en sumarse
Con la inmediatez como estandarte, estas plataformas mudaron las alternativas de crédito al mundo digital, en el que sólo hacen falta un par de clics en el celular para hacerse de dinero al instante.
Tarjeta Plata, una firma argentina con 25 años en el mercado, detectó la necesidad de financiamiento que tienen muchos argentinos. Y analizó que el rápido avance de la tecnología era la puerta de entrada para transformar esa demanda en una oportunidad de crecimiento, valiéndose para ello de la innovación.
Hasta hace poco, quien requería de un crédito tenía que ir físicamente a una sucursal con su DNI, una factura de servicios y el recibo de sueldo. El trámite duraba entre 45 y 60 minutos y luego debía aguardar no menos de dos días para recibir el dinero.
Hoy, una persona puede hacerse rápidamente del cash a través de la aplicación "Plata Ya", que utiliza Inteligencia Artificial (IA) a través del reconocimiento facial y el cruce de datos para analizar el perfil del interesado.
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"Plata YA es un servicio rápido y da respuesta en cinco minutos. No requiere que el interesado se acerque a una oficina ni que cumpla con engorrosos procedimientos", asegura a iProUP, Mario Meringolo, gerente de sistemas de Tarjeta Plata.
Esta herramienta tiene el foco puesto en todo el espectro de usuarios, con diferentes propuestas en función del perfil del solicitante. Según destaca Meringolo, "toda persona puede acceder a un crédito en los términos y condiciones en que pueda honrar el pago de sus obligaciones".
Durante el primer año de vida, la aplicación ya tuvo 30.000 descargas, acumula 10.000 clientes registrados y supera los 2.000 préstamos otorgados.
Claro que desarrollar una plataforma de este tipo sus desafíos. Entre ellos, el análisis del riesgo crediticio y un sistema que asegure que quienes solicitan dinero lo hagan a su nombre y que no están apropiándose de la identidad de un tercero.
Otras opciones del mercado de préstamos
En Argentina, el ecosistema local tiene cada vez más actores que se reparten los distintos segmentos del mercado. Por eso, Tarjeta Plata no es la única que permite sacar un crédito rápido y desde el celular.
Wenance, otra histórica fintech local, lanzó hace un año Welp, su app móvil. Desde entonces, otorga cerca de 10.000 préstamos por mes y ha registrado un crecimiento del 35%.
"Somos una empresa más 'tech' que 'fin'. Creamos algo que es fácil, eficiente y simple", asegura a iProUP Martín Invernizzi, chief commercial officer de Wenance.
Valiéndose de la tecnología, el dinero es entregado en apenas quince minutos. Con solo el DNI y especificando el monto requierido, el motor de riesgo se encarga de comprobar la información disponible en las agencias de datos.
"Consultamos con los burós para saber tu perfil crediticio, pero también evaluamos si fuiste cliente nuestro y tenés un buen score", explica Invernizzi. El objetivo es ir mejorando luego el perfil, no solo con dentro de la app, sino también con el resto de los entes reguladores.
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Wenance es la única fintech avalada y validada para operar con firma electrónica. "En cuestión de minutos, el cliente ya tiene su préstamo aprobado", agrega Invernizzi.
MONI es otra alternativa con "ADN argentino". Con más de 600.000 préstamos entregados a sus clientes en Argentina y México, se posicionó como una de las opciones más utilizadas.
"Gracias a su impacto en términos de inclusión financiera, la compañía se posiciona sobre el segmento de clientes sub-atendidos por el sector bancario tradicional", explican desde la empresa.
Además, lanzó recientemente una plataforma que posibilita el uso de la tarjeta de débito como una de crédito. Para tal fin, ideó un servicio de acreditación inmediata de fondos que funciona a toda hora.
Esta solución es, en rigor, una línea de préstamos de otorgamiento y acreditación en el acto, que permite a los titulares de plásticos de débito que no poseen saldo realizar las compras en comercios, pagar en cuotas y acceder a los descuentos, promociones y beneficios del banco emisor.
"Hoy existe una importante demanda insatisfecha en el mercado local de servicios financieros en general y, en especial, en el segmento de créditos y financiamiento al consumo", explica Juan Pablo Bruzzo, CEO de MONI y presidente de la Cámara Fintech Argentina.
El ejecutivo señala que cerca del 70% de los argentinos no cuenta hoy con una tarjeta y "tampoco son sujetos de crédito según los parámetros de análisis convencionales".
Entre ellos, se encuentran "desde clientes del sistema bancario tradicional que utilizan su cuenta sólo para recibir sus haberes, los retiran en forma inmediata y no realizan pagos o transferencias desde su cuenta".
En la actualidad, en el país hay 45 millones de titulares de tarjeta de débito, pero no todos tienen una de crédito.
"Al estar registrada como proveedor no financiero ante del BCRA, MONI informa de manera periódica el comportamiento de su cartera, lo que permite a sus clientes construir su historial", asegura el ejecutivo de la firma que ya lleva otorgados 800.000 pesos en el país.
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Afluenta se autodenomina como la primera fintech argentina. Su esquema es el financiamiento entre usuarios: algunos, piden a tasas más bajas que los bancos tradicionales; y otros lo prestan, obteniendo un retorno mayor al que ofrece el sistema financiero convencional.
"Hoy hay más solicitudes de créditos que nunca porque los bancos se retiraron de la oferta de crédito", señala Alejandro Cosentino, fundador de la plataforma.
"El tomador del préstamo se comporta de manera similar a lo largo del tiempo. El crédito hipotecario arrancó, generó expectativa y ahora se retiró. Pero la familia que se había entusiasmado con la mudanza y no la puede hacer, ahora arregla el baño, la cocina. Un 30% de los que piden financiamiento lo usan para mejorar su vivienda", ejemplifica.
De acuerdo con el ejecutivo, los tres principales grupos de clientes son: quienes desean remodelar el hogar, cambiar el auto y ponerse al día con la tarjeta. En conjunto, acaparan cerca del 65% del dinero prestado.
La plataforma de préstamos online Credicuotas también es parte de esta nueva era de emprendimientos financiero-digitales.
Con un repunte sostenido y exponencial desde su lanzamiento en 2016, esta fintech busca triplicar su base de clientes para 2019 (actualmente es de 100.000), al seguir desarrollando productos tecnológicos que le permitirán originar créditos a individuos a mayor escala.
Miembro del Grupo BIND, la firma aumentó un impactante 700% su portfolio de inversión en tan sólo dos años.
Facundo Vázquez, director de Credicuotas y COO del Grupo BIND, asegura a iProUP que el promedio de duración de la solicitud y otorgamiento de un préstamo en Credicuotas es de cuatro minutos y 20 segundos, que se pueden acreditar en la cuenta del destinatario "en cuestión de segundos, las 24 horas, los 365 días del año", solo con un escaneo del DNI y una selfie.
Como empresa vinculada al Grupo BIND, los estados contables de Credicuotas son auditados por Ernst & Young. Asimismo, están inscriptos en BCRA como Proveedor no Financiero de Crédito, lo que provoca que todas las operaciones de la empresa estén inscriptas en la Comisión Nacional de Valores (CNV).
De esta manera, los jugadores dicen presente y sus diversas soluciones los posicionan como alternativas atractivas y sencillas que prometen llegar un poco más holgado a fin de mes.