El Gobierno Nacional anuncia la creación de un Cómite Nacional de Blockchain que estará presidido por quien esté a cargo de la Secretaría de Innovación Pública, con facultad de dictar normas complementarias, aclaratorias y reglamentarias.
De esta manera, se crea la Secretaria de Innovación Publica dependiente de la Jefatura de Ministros.
"Blockchain es una tecnología con el potencial de mejorar las prestaciones de servicio a la ciudadanía y también mejorar los procesos internos del Sector Público, con foco en la transparencia, desburoractización y la descentralización", afirman en el comunicado oficial.
El uso de la tecnología Blockchain puede transformar la digitalización del Estado permitiendo reducir la discrecionalidad humana.
Además de posibilitar ampliar los horizontes de participación ciudadana y asegurando mayores grados de seguridad en el manejo de la información pública.
"En la próxima década, se espera que la tecnología blockchain impacte de manera positiva promoviendo la eficiencia y transparencia en las gestiones de Gobierno y Administración Pública", comentan en el comunicado.
Y aclaran que buscan generar nuevos mecanismos de confianza hacia lo público.
El Gobierno Nacional hace foco en Blockchain
El caso argentino
En el caso argentino, tanto a escala nacional, como provincial y municipal, la tecnología blockchain puede ayudar a simplificar los sistemas de registro, almacenamiento y conciliación,así como también a reducir los costos de esos procesos.
De forma general la tecnología blockchain permitirá gestionar el sector público de manera más transparente y eficiente haciendo más ágiles las interacciones de los ciudadanos con el Estado.
Actualmente se vislumbran dos tipos de usos inmediatos para la tecnología blockchain en la transformación digital del Estado: la auditoría y la certificación de identidad.
El primer uso, relativo a las prácticas de auditoría y la democratización del acceso a la información pública, es el que cuenta con mayor desarrollo.
El tamaño y la complejidad de las estructuras del Estado han complejizado la trazabilidad y transparencia de los procesos burocráticos.
Esta situación genera complicaciones tanto para los organismos de control, como para proveedores y dificulta que el grueso de la ciudadanía tenga acceso fidedigno a las transacciones de los Estados.
Trámites y procesos como licitaciones, compras, subvenciones, certificaciones o adjudicaciones se han vuelto complejos de rastrear y evaluar para el ciudadano.
Qué es Blockchain
Uso pràctico de blockchain
En este caso, la implementación de blockchain facilita el acceso por parte de los ciudadanos, de manera simple y rápida, a un tipo de información resguardada y de difícil consulta.
Bajo este primer uso de la tecnología blockchain como facilitadora en los procesos de auditoría, la ciudadanía puede seguir de manera sencilla diversas gestiones que competen al dominio público.
Especialmente aquellas en las que entran en juego la gestión económica y administrativa de gobierno.
Potencialmente, el acceso a esta información puede redundar en procesos de auditoría en tiempo real.
Esto es así gracias a que para la tecnología blockchain, la burocracia estatal puede ser reconocida como un libro de registro más entre tantos otros.
El segundo tipo de uso inmediato para la tecnología blockchain en la transformación digital del Estado.
Busca evitar la falsificación y fraude en la gestión y uso de distintos tipos de documentos y títulos otorgados por la Administración Pública.
Los Estados Nacionales registran y certifican la identidad de las personas reconociendo su nacionalidad, sus lazos filiatorios y, en el caso particular del Estado argentino, su identidad autopercibida de género.
A través del registro de nacimientos y defunciones los Estados certifican la existencia de los individuos y, en momentos claves de su vida como puede ser al momento de matricularse en el sistema educativo o vincularse en matrimonio.
Esa información se utiliza como respaldo y confirmación de las identidades.
Además, el Estado Nación registra y certifica también la propiedad y la posesión de bienes materiales y simbólicos.
En este sentido, el ejemplo paradigmático es el documento nacional de identidad.
En el mundo pre-digital, el simple hecho de poseer un documento o un pasaporte en papel certificaba la identidad de una persona y la asociaba a un país de origen.
Sin embargo, la validez de ese papel no radica en su material de composición si no en el hecho de que fue otorgado por un Estado Nación luego de haber sido asentado en un registro.
De modo que la identidad de una persona está validada porque figura en la base de datos nacional.
Los registros son para blockchain, al igual que para los Estados, espacios de confirmación y funcionan como respaldo al momento de evacuar dudas o resolver problemas.
Análogamente se puede sostener que aquello no existe en un registro tampoco existe para el Estado, al igual que aquello que no se reconoce como un registro o ledger no existe para blockchain.