El relevamiento de expectativa de mercado del Banco Central República Argentina informa los datos de 38 consultoras y, en forma separada, las 10 consultoras con más aciertos del mercado; no es el objetivo nombrarlas, la idea es ver las diferencias entre la media de mercado y los que más aciertan, indica en esta nota para iProfesional Salvador Di Stefano.
Las 10 consultoras con mayor acierto muestran pronósticos más elevados que la media del Relevamiento de Expectativa de Mercado (REM). Se comienza a observar un cambio en el patrón de comportamiento de las tres variables claves de la economía.
Mientras que en los primeros 9 meses del año 2022, la tasa de inflación era la que más aumentaba, seguida por la tasa de interés y, en último lugar, el tipo de cambio, en la actualidad sigue liderando la suba la tasa de inflación, pero la tasa de devaluación del peso supera a la tasa de inflación.
El top 10 nos indica que la inflación a un año estará en los 3 dígitos, alcanzando el 101,1% anual; la tasa de devaluación se ubicaría en el 87,1% anual y la tasa de interés en el 72,8% anual. Esto implicaría una tasa de interés efectiva del 102,7% anual.
El dólar mayorista se ubicaría en $293,60, esto sería el mismo mes de las elecciones presidenciales. Si suponemos que la brecha con los dólares alternativos se ubica en el 80% anual, los dólares alternativos cotizarían a $528,5; si la brecha sería del 100%, los dólares alternativos cotizarían a $587,2; por último, si la brecha fuera del 120%, los dólares alternativos cotizarían a $645,9. Esto no lo dice quien escribe esta nota, es una proyección de brechas en función de lo que pronostican el top 10 de las consultoras de mercado.
Dicho esto, no sería descabellado que una visión un poco más pesimista de la realidad ubique a los dólares alternativos en niveles cercanos o superiores a los $700 para las elecciones presidenciales del año 2023.
La inflación y la devaluación podrían hacer resucitar el dólar soja
En la actualidad, el Gobierno sigue desesperado por capturar dólares del mercado. Hay versiones que indican que podrían hacer resucitar al dólar soja, ahora con una cotización de $215 para el mes de diciembre. Esto les tiende una trampa a los productores.
Los que vendan soja en el mes de diciembre se verían beneficiados por un mayor ingreso de dinero, mientras que el Estado se beneficiaría por un mayor ingreso de dólares, más recaudación tributaria por derechos exportación e impuesto a las ganancias, ya que dicha venta fijará una ganancia extraordinaria para el productor.
Para el productor que no venda, tendrá en el cierre de su balance al 31 de diciembre un valor extremadamente alto de la soja, que le fijará una alta base imponible para el impuesto a las ganancias. Si vendés, pagás más impuestos y si no vendés, también.
Lo negativo del dólar soja a $215 es que alguien tiene que poner la diferencia entre el valor de $215 y el precio del dólar en el mercado. Se procederá nuevamente a la colocación de un bono al Banco Central y una emisión de pesos contra el respaldo de dicho bono. En buen romance, emitimos contra un papel.
La implementación del dólar soja tiene más perjuicios que beneficios. Por un lado, ingresan más dólares, pero la mayor emisión de moneda nos generará presiones inflacionarias a mediano plazo, y el aumento de los pasivos monetarios impactará en la cotización de los dólares alternativos con subas considerables a mediano plazo.
En el mundo agro, la suba de la soja tiene vasos comunicantes con otras actividades, como los tambos, engorde a corral de vacunos, porcinos y aves que utilizan a la soja como insumo, y ante una suba de costos, en primer lugar, estos sectores perderán rentabilidad, y a futuro la menor producción nos llevará a mayores precios de cada uno de los productos.
A cuánto llegaría el dólar a fin de año
La Argentina tiene una inflación que está viajando a un ritmo de 3 dígitos, y nada parece hacerla detener.
Un bono en pesos a 12 meses rinde el 140% anual, una letra en pesos ajustada por inflación rinde el 6,5% anual, la inflación que nos marca el mercado a 12 meses vista es del 133,5% anual. Esto no lo digo yo, lo dice el mercado.
Con esta suba de la inflación y las medidas arcaicas que toma el Gobierno, como acuerdo de precios o cambios en las reglas de juego para las prepagas, todos los caminos conducen a una mayor inflación que la esperada por la media del mercado, y un aumento considerable en la brecha cambiaria.
Si en breve no ingresan dólares a las reservas, de aquí a fin de año el stock se ubicaría en torno de los u$s35.000 millones, los pasivos monetarios a diciembre están marchando a un stock en torno de los $15.000.000 millones. Con estos números, el dólar a fin de año debería estar por encima de los $400.
Veremos si la recesión deja espacio para esta suba en los tiempos esperados. Las consultoras más importantes de mercado vienen incrementando a la suba los pronósticos de devaluación mes a mes, y lo mismo sucede con la inflación (ver gráficos anexos del Banco Central). Como verán, no es loco pensar en una inflación del 120% anual a un año, y dólares alternativos en torno de los $700.