Cerca de cerrar el tercer trimestre del año, los objetivos más próximos del Gobierno argentino son blanquear la economía y obtener los dólares necesarios para calmar la devaluación de los tipos de cambio.

Con poca confianza depositada en el Estado, lo que complica el cumplimiento de las metas, las luces parecen estar puestas sobre la divisa estadounidense.

Con el contexto actual de alta inflación y volumen de gasto, las proyecciones no son nada alentadoras, en las que se plantea la posibilidad de un dólar a $400 para diciembre de 2022.

La implementación del dólar soja trajo sus resultados positivos, al haber generado el ingreso de u$s6.000 millones en solo un mes.

Sin embargo, las reservas del Banco Central no aumentaron y todos los dólares que entraron fueron consumidos.

El ministro de Economía, Sergio Massa, trabaja en nuevas medidas, como mayores restricciones a la importación, que serían anunciadas a la brevedad.

La implementación del dólar soja generó el ingreso de u$s6.000 millones en solo un mes.

El Gobierno no logra seducir a los capitales y genera una gran desconfianza, por lo que se ve obligado a poner límites al ingreso de mercadería del exterior.

Banco Central, a la espera de los ingresos del FMI y otros organismos financieros

Para el comienzo del cuarto trimestre del año el Gobierno presentó el presupuesto, en el que trabajarán para lograr una aprobación y así lanzar medidas para la reactivación de la economía.

Durante el mes de octubre, se recibirían de parte del Fondo Monetario Internacional (FMI) u$s3.900 millones, y la misma cantidad ingresaría desde organismos financieros internacionales.

Aunque desde la asunción de Massa como ministro se aseguró que ese dinero llegaría, pero todavía no lo hizo.

Este monto, sumado a las restricciones implementadas a la importación y el aumento del dólar turismo le permitiría al Estado llegar a fin de año sin grandes complicaciones para cumplir las metas con el FMI.

El dólar turismo que, por su parte, tendría una suba con el objetivo de desalentar los viajes al exterior. Principalmente, esto ocurre como respuesta a que la actividad dejó un déficit de u$s4.300 millones en 12 meses.

El dólar podría cerrar el año a $400 por la alta inflación y volumen de gasto.

¿Dólar a $400? Las expectativas para el cierre del año

En el contexto reciente de alto déficit fiscal, el Gobierno tuvo una tendencia a inclinarse por una mayor inflación y devaluación del peso.

Hace ocho meses que el Banco Central aumenta la tasa de interés debajo de la inflación y el tipo de cambio incrementa menos de la tasa de interés y de inflación.

Además de una mayor inflación, esto genera un atraso cambiario, una suba de los dólares alternativos.

Los últimos tres meses la balanza comercial estuvo en déficit, y el flujo de dólares fue negativo en el país, lo que produce un retroceso en el stock de reservas.

Por eso, si el Gobierno no logra conseguir un ingreso verdadero de dólares desde el exterior, el peso mantendrá su proceso de devaluación y las restricciones a la importación deberán acelerarse.

Con una inflación encaminada a los tres dígitos para diciembre, los dólares alternativos se acercarían a los $400. En caso de recibir realmente los u$s4.000 millones para aumentar las reservas, rondaría los $370 para fines de año.

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