El Banco Central corre de atrás a la inflación, con tasas negativas para el ahorro y la captación de financiamiento, nadie venderá dólares o mercadería. Los precios suben como un globo con gas. Llamen ya a los "cazafantasmas", indica Salvador Di Stefano para iProfesional.
Pese al desembarco de Sergio Massa como "súper ministro", el mercado sigue descontando problemas políticos que no logran revertir el escenario económico recesivo. Llega el mes de agosto y tiene la mochila de una inflación de julio que rondaría el 8%, y que deja un arrastre muy alto para el mes que comienza. Con estos niveles de inflación, el consumo quedará muy debilitado, ya que los incrementos salariales quedaron muy atrasados.
Si el Gobierno no logra reamar las expectativas políticas y económicas, creemos que la inflación del año 2022 podría ubicarse en torno del 100% anual y un dólar blue a fin de año por encima de los $400.
En este escenario, sigue siendo un buen negocio colocar excedentes en plazos fijos ajustados por inflación o letras de descuento ajustadas por CER. Los dólares subieron notablemente en los últimos 40 días, y comprar a los niveles actuales nos dejará menos rentabilidad que los productos ajustados por inflación.
Expectativas para el dólar blue
Mucho más interesante es hacer proyecciones a 12 meses vista. Desde nuestra consultora, la inflación a julio del 2023 podría ubicarse en torno del 108% anual, con estos niveles de inflación el dólar mayorista debería crecer a igual ritmo que la inflación para que los productos que exportamos no pierdan competitividad con el exterior.
Esto implica que para el año próximo el dólar mayorista debería ubicarse en torno de los $270, si el dólar blue sigue manteniendo los actuales niveles de brecha se ubicaría por encima de $500.
Dólar: ¿dónde está el problema?
El Banco Central República Argentina (BCRA) en sus decisiones monetarias eleva la tasa de interés nominal, tratando que el rendimiento de la tasa efectiva se ubique por encima de la inflación acumulada de los últimos 12 meses. Error.
Con una inflación del 64,0% anual, la tasa de plazo fijo se ubicaba en el 53,0% anual, que nos da una tasa efectiva anual del 68% anual, pero es referenciada con una tasa de inflación del pasado.
Según nuestra proyección a 12 meses, al ritmo que estamos viajando, la inflación se ubicaría en torno del 108% anual, por ende, la tasa nominal no debería ser en la actualidad menor al 80% anual, lo que nos daría una tasa efectiva anual del 116,9 por ciento.
Es imposible corregir el rumbo de suba de los dólares alternativos con una tasa del 61% anual como la que se fijó en el día de ayer, cuando la inflación a futuro apunta a una tasa superior al 100% anual. En este escenario los agentes económicos preferirían tener dólares billetes en lugar de plazo fijo en pesos a tasa variable.
El financiamiento es un regalo
Las empresas consiguen en el mercado financiamiento a tasas muy bajas. El cambio de cheque tiene una tasa del 50% anual, una caución contra títulos públicos el 45% anual, préstamos ofrecidos por entidades financieras con tasas entre el 55% y 65% anual.
Con estos niveles de tasa de interés es más negocio financiarse que vender dólares o el stock de mercadería. Si comparamos estas tasas con la inflación proyectada superior al 100%, no hay dudas que quien alimenta la suba del dólar es el propio Banco Central con tasas de interés negativas, que son las delicias de las empresas a la hora de financiarse.
Pymes: por qué hoy es negocio endeudarse
Mucho se dice de las pymes cuando hablamos de financiamiento, pero dada la realidad económica, muchas no han superado la resaca de la pandemia y han quedado con balances muy malos, lo que le han quitado capacidad prestable.
En la actualidad, las pequeñas y medianas empresas están quedando fuera del sistema crediticio formal, dando paso al negocio de las mutuales que crecen a pasos agigantados.
Las muy buenas empresas, que en muchos casos no necesitan crédito para financiar capital de trabajo, hoy se encuentran con un financiamiento a tasas muy bajas, casi una ganga, que son una invitación a endeudarse y postergar liquidación de stock o venta de activos en moneda extranjera, indicó
Conclusión: acopio de dólares e inflación de 3 dígitos
1. Mientras el Banco Central siga corriendo de atrás a la inflación, y la tasa de interés este muy por debajo de la inflación esperada a futuro, la opción de comprar dólares seguirá a la cabeza de las preferencias de los agentes económicos.
2. Por eso no descartamos, más allá del "efecto Massa", que la inflación y devaluación sigan siendo muy elevadas a futuro. Con tasas a precios de gangas, se postergan ventas y se acopia dólar.
3. En la medida que sigamos con esta política monetaria y cambiaria tan expansiva, es muy probable que antes de lo que imaginemos tengamos una inflación de 3 dígitos, y el dólar para el año 2023 podría ubicarse en el horizonte de los $500. Si es que el Gobierno no reacciona, tras el desembarco de Massa, y baja la brecha a niveles más razonables del 70%, como estuvo antes de la salida de Martin Guzmán.
4. En los últimos 5 años, ministro que viene tiene peores resultados que el ministro que se va. Ahora fue el turno de la salida de Batakis. Ojalá que en esta nueva etapa podamos cortar esta racha. Hay que comenzar a creer un poco más en los cazas fantasmas.