Tomar el celular, pedir un auto y abonar con tarjeta al llegar. Algo tan simple y cotidiano encerraba una compleja trama de irregularidades, lobby con líderes mundiales y acoso sexual.
Así lo indica The Uber Files, una serie de 124.000 registros, entre los que se encuentran 83.000 correos electrónicos y documentos hallados en tres computadoras y cuatro iPhone dados a conocer por el Consorcio de Periodistas de Investigación.
La información revela las estrategias llevadas a cabo por la app entre 2013 y 2017, periodo en que comenzó su expansión mundial. Y deja en claro que la discusión con los taxistas era sólo la punta del iceberg sobre la legalidad de su operación.
¿Uber es legal en Argentina?
Los datos son categóricos. Según los documentos, Uber presionó a mandatarios de la talla del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, o de Italia Matteo Renzi. Argentina no fue la excepción.
En los expedientes se insinúa que Mauricio Macri logró reducirle el pago del Impuesto a las Ganancias mediante un dictamen de Nicolás Dujovne, además de ayudarlo a instalarse en Buenos Aires. La aplicación llegó al país el 15 de diciembre de 2015, una semana después de su asunción.
"Pensamos que la llegada de Macri iba a generar un contexto más pro-mercado que nos permitiría sortear los problemas con los sindicatos", afirmó una fuente citada en los documentos filtrados.
Travis Kalanick, fundador de Uber
Lo curioso es que la posición de Nación habría sido alentar este tipo de apps, mientras que en la Ciudad, en la que gobernaba el mismo signo político, se mantuvo la estrategia contraria. De hecho, pese a que la Justicia porteña lo declaró como legal en 2020, el Ejecutivo señaló que "opera al margen de la ley".
"Estas plataformas, que intermedian entre dos personas para dar un servicio, devinieron en esquemas societarios para presuntamente evadir el pago de impuestos y cargas sociales", afirma a iProUP Juan Carlos Cerutti, abogado del estudio Plan A. Asegura que Uber y otras apps, como Rappi o PedidosYa, son "estructuras paralegales", que se aprovechan de la falta de control del Estado.
"Estas empresas tienen una estrategia en Argentina: van a juicio y arreglan en segunda instancia por el 100%", revela Cerutti. La finalidad: evitar la jurisprudencia y "mantener a salvo" la actividad.
A nivel global, la empresa chocó contra la regulación y la Justicia, como en California, España, Australia y Reino Unido. Aunque en países emergentes, la firma tiene menos resistencia.
"Simplemente, somos jodidamente ilegales", fue el texto que envió Nairi Hourdajian, ex jefa de comunicaciones globales de Uber, a un compañero durante los esfuerzos Tailandia e India para prohibir el servicio.
¿Cómo perjudicó Uber a la Argentina?
El accionar de Uber en el país tiene una consecuencia cotidiana: hay menos taxis en la ciudad. Según datos oficiales, el año pasado cerró con 32.735 licencias, contra 38.000 del padrón histórico.
Alberto Rodríguez, secretario de la Asociación de Taxistas de Capital, revela a iProUP que no se actualizó cerca del 15% de licencias, porque están circulando unos 24.000. La falta de taxis es algo más que una "sensación".
Según su visión, la app es la principal responsable. "Cuando la demanda no era la actual, nadie se daba cuenta", indica Rodríguez, lamentando el triste saldo: "Uber subió los precios y la gente empezó a mirar a los taxis otra vez". Pero esta vez, no había tantos.
El dirigente añade: "Ingresó al país sin respetar las leyes de transporte público, no pagan impuestos, incumplen la normativa laboral y no reconocen a sus conductores como trabajadores".
"Estamos peleando contra una multinacional, un enemigo muy poderoso que quiere monopolizar el servicio de transporte de pasajeros. Estamos luchando desde hace seis años y realmente nos hizo mucho daño", explica.
También critica que la app haya entrado al país haciendo dumping, ofreciendo promos, tarifas baratas, viajes gratis y, una vez que se quedó con el mercado, comenzó a aplicar precios de monopolio.
¿Cuáles fueron las "malas prácticas" de Uber?
"En este momento se te considera agresivo. Cambiá la forma en que la gente ve la empresa. Esto te hará parecer tierno", recomendó el primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte, a Travis Kalanick, fundador y CEO, en 2016, según los documentos revelados. Se refería al ingreso intempestivo en los países –como en Argentina– que generaba el malestar de los taxistas.
No fue el único mandatario que sufrió la "personalidad" de Kalanick. En 2016, el entonces vicepresidente de los EE.UU., Joe Biden, buscó una reunión con él en el Foro Económico Mundial en Davos.
Dara Khosrowshahi, reemplazante de Talanick y responsable de "arreglar" la empresa
El fundador de la firma se molestó porque Biden demoró en llegar a la cita. Cuando se encontraron, Kalanick le señaló que la empresa estaba transformando "para mejor" las ciudades y la forma en que trabaja la gente.
Pero la apertura de mercados y prácticas comerciales no eran sus únicas armas desleales. También utilizó tecnología sigilosa para frustrar las investigaciones de los gobiernos, incluyendo EEUU. La compañía tenía "botón de pánico" para cortar el acceso a sus servidores y evitar que las autoridades consiguieran pruebas durante los allanamientos.
"Presione el interruptor de apagado lo antes posible. Se debe cerrar el acceso en AMS", fue la orden que emitió Talanick cuando la policía se presentó en Amsterdam, detallan los documentos filtrados.
¿Cuáles son los argumentos de Uber?
Ante las consultas de iProUP, desde Uber citaron las palabras de Jill Hazelbaker, vicepresidenta senior de marketing y asuntos públicos, quien señala que la empresa contrató a Dara Khosrowshahi en reemplazo de Talanick para transformar a la firma por completo.
Tenía una larga lista de misiones: preparar la salida a la Bolsa, lograr la rentabilidad y afrontar la competencia de Lyft, que Talanick había intentado de manera hostil. Pero el principal reto sería resetear la cultura interna, que incluía denuncias de violencia de género, acoso sexual y maltrato laboral. Para ello, se asesoró con Eric Holder, ex Fiscal General de los EE.UU.
"Dara reescribió los valores, renovó el equipo de liderazgo, hizo de la seguridad una prioridad, contrató a un presidente de la junta independiente e instaló los controles rigurosos y el cumplimiento necesario para operar como empresa pública", señalan desde Uber, que indica que "el 90% de los empleados actuales se unieron luego de que Dara se convirtiera en CEO".
Aseguran que ha "pasado de una era de confrontación a una de colaboración, con voluntad de negociar y encontrar puntos en común con oponentes, incluyendo sindicatos y empresas de taxis. Pedimos al público que nos juzgue por lo hecho en los últimos cinco años. No tenemos ni daremos excusas por el comportamiento pasado, que no está en línea con nuestros valores actuales".
Kalanick renunció bajo presión en 2017 cuando los inversores expresaron su preocupación por la cultura laboral de Uber. Permaneció como director hasta finales de 2019, año en la que la empresa salió a la Bolsa. No "agitó la campana", pero estuvo a unos metros. Se había salido con la suya.