Pocas aplicaciones generan tanto revuelo como Uber. Cuando la empresa llega a un país es común ver las decenas de manifestaciones de taxistas en contra de sus operaciones.
En Argentina, por ejemplo, desde que llegó en el año 2016, miles de taxista pugnaron por que se lo declare ilegal.
Sin embargo, seis años después ya es una realidad, y Argentina no es el único país en que la app traería inconvenientes.
Ahora, la empresa fundada por Travis Kalanick, está nuevamente en el ojo de la tormenta porque se filtraron unos expedientes que revelan cómo es la metodología para su operatoria.
"Básicamente, Uber llega y luego empieza la tormenta de mierda legal y legislativa", se puede leer en el documento producido por The Guardian.
Las polémicas filtraciones de los Uber Files
Es julio de 2014 y varios directivos de Uber discuten en una cadena de correos cómo enfrentarse a las protestas de los taxistas de medio mundo ante su llegada.
Su app permite pedir un conductor privado y sin licencia, algo que rompe con las normas de todos los mercados.
"No, no hay ejemplos, no hay investigación, no nos paramos a entender el marco legal", siguen los mensajes.
"A veces tenemos problemas porque, bueno, es que somos jodidamente ilegales", resumirá otra directiva a final de ese año, en el que Uber desembarcó en 31 países.
De nada sirve prepararse ni estudiar la normativa: hay que "abrazar el caos", apunta otra ejecutiva de la empresa en ese mismo periodo. En los mercados más complicados, como España o Italia, la estrategia a seguir es clara: desarrollar "tácticas para enfrentarse a las autoridades".
Uber y los manejos ilegales
¿Qué dicen los Uber Files?
El diario británico The Guardian obtuvo acceso a 124.000 documentos provenientes de la empresa digital de transporte Uber y que datan de entre 2013 y 2017.
"La empresa violó la ley, engañó a la policía y al regulador, le sacó provecho a la violencia contra los conductores y ejerció presiones secretas sobre gobiernos del mundo entero", titula The Guardian.
Entre los más de 124.000 registros se analizaron 83.000 correos electrónicos intercambiados por los ejecutivos de Uber y mil archivos más que implican conversaciones entre los responsables de la compañía, incluido su cofundador y entonces CEO, Travis Kalanick.
En sus intentos de imponerse por encima de las leyes de transporte, Uber generó violentas reacciones en varios países. En Francia, por ejemplo, provocó un conflicto intenso entre conductores de taxis tradicionales y de VTC.
En vez de buscar una vía pacífica, la empresa explotó las tensiones para convencer al gobierno y a la población franceses. Organizó en ese entonces campañas en los medios de comunicación e incluso manifestaciones para deteriorar la imagen de los taxis, como lo explica un exdirectivo de la compañía.
Cuando la dirección de Uber empezó a preocuparse por los riesgos que podían correr sus conductores si participaban a dichas protestas, el entonces jefe de la empresa Travis Kalanick contestó: "Pienso que vale la pena. La violencia garantiza nuestro éxito".
En Sudáfrica, donde los choferes de Uber pueden recibir pagos en efectivo, algunos de ellos fueron atacados. Uno de ellos falleció en 2017, luego de que su vehículo fuera incendiado.
Si bien la nueva administración de Uber reformó algunas prácticas, en la mayoría de los países donde se ha instalado los conductores trabajan en condiciones precarias, con ingresos bajos y sin posibilidad de defender sus derechos mediante sindicatos.
Uber y los problemas para llegar a un marco legal
¿Una empresa diferente?
Jill Hazelbaker, una vocera de Uber, reconoció a ICIJ "errores" y "traspiés" que culminaron hace cinco años en "uno de los ajustes de cuentas más vergonzosos en la historia de las empresas en Estados Unidos".
Dijo que Uber cambió radicalmente su forma de operar en 2017, después de enfrentar juicios muy sonados e investigaciones oficiales que desembocaron en la destitución de Kalanick y otros altos ejecutivos.
"Cuando decimos que Uber es una empresa diferente hoy, lo es literalmente: el 90% de los empleados actuales de Uber llegó después que Dara [Khosrowshahi] asumiera como Director General", en 2017, dijo Hazelbaker en una declaración por escrito a ICIJ.
"No hemos ofrecido ni ofreceremos disculpas por un comportamiento pasado que claramente ya no está en línea con nuestros valores actuales".