Mientras la Casa Blanca de Estados Unidos prepara un paquete de medidas para regular a las criptomonedas, en especial, a Bitcoin, el Senado del estado de Nueva York aprobó una ley que apunta a la minería de Prueba de Trabajo (PoW).
La medida busca realizar un esfuerzo por abordar algunas de las preocupaciones ambientales en torno a la extracción de criptomonedas.
El proyecto de ley, que fue aprobado por la Asamblea de Nueva York impondría una moratoria de dos años a cualquier nuevo proyecto minero PoW impulsado por combustible a base de carbono en el estado. El Senado votó 36-27 a favor del proyecto de ley.
Aunque destaca que las empresas mineras existentes o las que actualmente se encuentran en proceso de renovación de permisos pueden ser autorizadas a continuar con las operaciones.
El impulso para una votación de última hora se produjo cuando el liderazgo en el capitolio estatal cambió a algunos de los senadores que antes estaban indecisos.
Por otro lado, los expertos de la industria declararon que esta medida podría tener un efecto dominó en los Estados Unidos, ya que actualmente se encuentra a la vanguardia de la industria minera mundial de bitcoin, representando el 38% de los mineros del mundo.
Una de las empresas que se manifestó en contra es Foundry, propiedad de Digital Currency Group, que recurrió a Twitter para comentar las posibles desventajas que podría traer la aprobación de la normativa.
"Esperamos sinceramente que el gobernador Hochul no promulgue este proyecto de ley, ya que representa el objetivo claro de una industria entre cientos de otras en todo el estado de Nueva York", afirmaron desde la empresa.
"Como empresa con sede en Rochester comprometida con el crecimiento de la economía de la ciudad y el estado a través de la creación de empleos y el estímulo económico, creemos que esta legislación limita los empleos y la innovación en Nueva York en el futuro previsible", remarcaron.
Por su parte, la administración del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, decidió formular su propia política dirigida a la minería de bitcoin, con el objetivo de reducir el consumo de energía y las emisiones.
La Oficina de Política Científica y Tecnológica (OSTP, por sus siglas en inglés) de la Casa Blanca está examinando las conexiones entre la tecnología de registros distribuidos y las transiciones energéticas.
También ve el potencial de estas tecnologías para impedir o promover los esfuerzos para abordar el cambio climático en el país y en el extranjero, y los impactos que estas tecnologías tienen en el medio ambiente.