¿Todo lo que sube tiene que bajar? Pareciera que fuera ayer cuando el optimismo con respecto a Bitcoin, cuando la moneda con mayor capitalización de mercado alcanzaba su máximo histórico de u$s68.000 en noviembre y cubría con euforia a todo el ecosistema cripto.
Pero en 2022 la suerte fue otra. Bitcoin comenzó a bajar y se mantuvo varias semanas en torno en apuntando a los 40.000 dólares, hasta que el 18 de mayo descendió por debajo de los u$s30.000. Este retroceso marcó una pérdida de 57% de su valor con respecto a su pico histórico. Hoy, se ubica en los u$s30.000.
En este mercado de altos y bajos, se debe comprender que esta no es la primera vez que la criptomoneda experimenta fuerte baja de su cotización. Gabriel Vago, CEO y cofundador de ArgenBTC, asegura a iProUP que se trata del comienzo del cuarto ciclo de la criptomoneda.
Según el experto, "Bitcoin repite patrones cíclicos de cuatro años", a saber:
- El primero, entre 2010 a 2013: terminó con el boom de precios y los famosos u$s1.300 por unidad
- El segundo, de 2014 a 2017: finalizó con alguna depreciación tras tocar los u$s20.000
- El tercero, de 2018 a 2021: llegó al boom de precios a u$s70.000
En su cuarto ciclo, la divisa digital líder está más consolidada entre los ahorristas, inversores y Estados: El Salvador se atrevió a ser el primer país en aceptarla como moneda de curso legal.
Por el momento, el plan del presidente salvadoreño Nayib Bukele no estaría llegando a buen puerto, porque los bonos de la deuda soberana del país centroamericano colapsaron en abril y cayeron 15,1% hasta mínimos históricos. La nación se encuentra al borde del default.
Además, las criptomonedas sufrieron un revés por parte de la Reserva Federal que, para combatir el avance de la inflación en Estados Unidos, incrementó la tasa de referencia provocando que los activos menos riesgosos (como los bonos de la principal potencia local) tengan más atractivo para los inversores que las acciones y divisas digitales.
En este contexto, los ahorristas se preguntan qué ocurrirá con las criptomonedas en la vida cotidiana: ¿están mostrando fuertes falencias o esto solo significa el inicio de un movimiento más grande?
Pros y contras de una "criptoeconomía"
El valor cada vez menor del peso ya es parte de la vida cotidiana. Sin embargo, los expertos se preguntan si la Argentina podría elaborar un plan similar para inyectar estos activos digitales que tienen los ahorristas en la economía formal, más allá de que el Banco Central tenga una versión negativa sobre tales instrumentos.
El economista Ignacio E. Carballo, Crypto & Alternative Finance lead en AMI y Director del Ecosistema Fintech de la UCA, afirma a iProUP que le parece "muy apresurado" hablar de un fracaso sobre lo que ocurrió en El Salvador, ya que se trata de una iniciativa muy reciente.
En el mismo sentido, Matías Bari, CEO y cofundador de SatoshiTango, coincide con el diagnóstico y asegura a iProUP que hay que "esperar un tiempo para ver cómo esto pega en la sociedad salvadoreña y qué implicancias tiene realmente".
"Bitcoin hoy solo tiene 13 años. Está claro que no se pueden transformar décadas y décadas de historia y convertir a un país en una economía cripto de la noche a la mañana. Hoy es prematuro calificarlo porque parece todo un experimento. No diría que fue un fracaso, todavía", asegura.
Bukele planea emitir deuda en criptomoneda para construir la Bitcoin City
Asimismo, Carballo aporta que El Salvador está atravesado un momento crítico por el rol que juega Bitcoin en términos del impacto en sus reservas y la probabilidad de que afecte a las arcas fiscales y se declare en default.
"Si eso no sucede, me parece apresurado hablar de fracaso. Incluso, si pasase, desde el primer día mi análisis sobre este tema es mucho más multidimensional: hablamos de una economía con un gran porcentaje de pobreza y escaso acceso a internet, con un solo 30% de la población. Habría que tener en cuente como cambiaron estas dimensiones para hablar de un impacto final de esta ley, no solo teniendo en cuenta la cotización de Bitcoin", expresa el economista.
Según cifras aportadas a iProUP por National Bureau of Economic Research, solo un 20% de los salvadoreños descargaron la aplicación "Chivo", billetera que lanzó el gobierno de Bukele.
Sin embargo, para Carballo esto es positivo, ya que los 4 millones de personas se instalaron la aplicación pasaron a tener automáticamente una cuenta digital para abonar en locales y enviar y recibir dinero del exterior.
"Si bien hay datos optimistas y otros no tanto, me parece que hablar de fracaso es todavía bastante apresurado. Además, estas medidas no son del agrado de ciertos entes como la Fed y el FMI, pero a eso lo analizo de forma independiente", enfatiza.
Por su parte, Guillermo Navarro, abogado especialista en cripto, señala a iProUP que "las economías cripto van a tener sus problemas hasta que el mercado obtenga mayor estabilidad, pero las variantes son parte de lo interesante de montar estos modelos".
"Eso no quiere decir que todo deba ser cripto, sino que debe haber una diversificación. Los ataques de la Fed también hay que tenerlos en cuenta para ver cómo organizar estos esquemas", aporta Navarro.
¿Dolarización o bitcoinización?
Un sector del arco político argentino coquetea con la idea de una posible dolarización de la economía. Sin embargo, en este contexto, no sería tan descabellado pensar en apostar a cripto antes que al billete verde.
En un escenario de elección, ¿cuál de estos dos caminos sería el mejor para que la Argentina enfrente a la inflación ya la devaluación de su divisa?
Para Carballo, las economías "sensibles" son más permeables a este tipo de medidas, por el costo de oportunidad que ofrecen: tanto El Salvador como la República Centroafricana, segundo país en fijar como moneda de curso legal a Bitcoin, no tienen una política monetaria fuerte o propia.
Tal es el caso de El Salvador, que está dolarizado. Carballo agrega que "si se compara ese escenario con el de las economías desarrolladas, que además le marcan el compás a la política monetaria global, como el dólar, el euro, la libra o el yuan, para estos países es más alto el costo de oportunidad". Es decir, tienen más para perder que para ganar.
Por su parte, Navarro asegura que para que un cambio de tal magnitud tenga lugar en la Argentina se necesitan reglas claras y mucho conocimiento de la tecnología y de ecosistema cripto.
"No sirven los pensamientos únicos, por lo que debe haber primero un proceso de estandarización jurídica y económica, y luego también organismos que estudien bien el tema. Estamos muy lejos de esto", enfatiza el letrado.
En tanto, Carballo se muestra en contra de implementar la dolarización en la Argentina, ya que "lo que pasaría inmediatamente es que los salarios valdrían centavos de dólar".
"Las veces que eso se trató de mantener el tipo de cambio con 'esteroides', como con la caja de conversión en la época de la convertibilidad, se llegó a una olla a presión que golpeó muy duro a la economía", recuerda.
Cuatro millones de salvadoreños tienen instalada la Chivo Wallet
En este sentido, propone caminos alternativos, como el que comenzaron a transitar los siguientes países latinoamericanos:
- Bahamas: una moneda digital del banco central
- Colombia: la integración de las divisas digitales al sistema financiero
- Brasil: un mercado de valores que posibilita el acceso a productos de inversión cripto
"Creo que hay matices en una economía cripto, pero si uno se refiere al Bitcoin como única moneda de curso legal, creo que se pierde todo tipo de posibilidades de la Argentina pueda tener una política monetaria propia", expresa.
Por su parte, Bari, de SatoshiTango, señala que los países con una economía sensible adhieren a este tipo de medidas porque en algunos casos tienen la falsa esperanza que esta salida resolvería sus problemas.
"En realidad, lo que quita del medio las criptomonedas es la posibilidad de intervención humana en decisiones. Lo que ocurre con Bitcoin de forma automática, puede suceder con humanos de forma manual. Pero en la práctica no pasa: viene uno, pasa el otro, imprimen billetes y hoy tenemos una inflación descomunal", lamenta.
Para el ejecutivo, en una economía cripto "se pierde esa cintura para resolver problemas. Por ejemplo, la pandemia obligó a que el Estado lance ayudas económicas como el IFE y eso en una economía cripto no se podría hacer, ya que no se puede imprimir el dinero a voluntad".
Según el ejecutivo, "como todo en la vida, es un trade off. Lo que brinda cripto hoy es libertad, previsibilidad absoluta, descentralización y evitar que un gripo de iluminados que forman parte del Estado te controlen la política monetaria y las finanzas todo el tiempo".
"No obstante, esto puede jugar en contra si ese grupo de personas es honesto y puede resolver ciertos problemas por tener ese poder. Pero no es el caso de nuestro país", concluye.