El Servicio Secreto de los Estados Unidos ya incautó más de u$s102 millones en criptomonedas relacionadas con casos criminales. Este organismo es una agencia federal controlada por el Departamento de Seguridad Nacional.
El Servicio Secreto vigila el mercado de Bitcoin
La incautación de esta fortuna cripto se hizo a lo largo de siete años y es el fruto de 254 investigaciones relacionadas con fraude cibernético, según datos de la agencia. A pesar de ser conocida principalmente por proteger al presidente y a los altos funcionarios de EE.UU., el Servicio Secreto también se encarga de la prevención y la investigación de la falsificación de dinero.
Según David Smith, el subdirector de la Oficina de Investigaciones del Servicio Secreto, los analistas y agentes están activamente rastreando el flujo de criptomonedas, una actividad similar a la vigilancia a la antigua.
"Cuando seguís una billetera de moneda digital, no es diferente a una dirección de correo electrónico que tiene algunos identificadores correlacionados", explicó Smith en una entrevista a CNBC.
"Una vez que una persona y otra persona realizan una transacción, y eso ingresa a la cadena de bloques, tenemos la capacidad de seguir esa dirección de correo electrónico o dirección de billetera, por así decirlo, y rastrearla a través de la cadena de bloques", aseguró el funcionario.
Casos testigo
Un ejemplo de estas investigaciones fue un caso que se realizó en conjunto con la Policía Nacional de Rumania en el cual se desbarató una banda que estafó a cerca de 900 personas de los EE.UU. a través de anuncios falsos de subastas de artículos de lujo.
Para lavar esos fondos robados los estafadores recurrieron a las criptomonedas, según reveló la agencia federal. Otros casos incluyeron ataques de ransomware a empresas estadounidenses realizados por hackers rusos y norcoreanos, los cuales demandaron pagos en Bitcoin para devolver los datos secuestrados.
Según el agente, en muchos de estos casos los delincuentes se enfocan en "enturbiar las aguas y hacer esfuerzos para ocultar sus actividades" con criptomonedas enviando los activos a diferentes direcciones para dificultar el rastreo de los fondos ilícitos. Una vez que el Servicio Secreto identifica la actividad ilegal, trabaja para "profundizar un poco más en esas transacciones y deconstruirlas", agregó Smith.
Además destacó que uno de los elementos que dificulta el rastreo es el hecho de que las criptomonedas mueven el dinero "a un ritmo más rápido que el formato tradicional". Aunque Smith reconoció que eso mismo hace que los activos digitales sean más atractivos tanto para los delincuentes como para los consumidores.
Un detalle que descubrieron es que los delincuentes con frecuencia cambian Bitcoin por stablecoins para salvarse de las caídas de precio y por eso ahora están observando de cerca los movimientos del mercado. "Los criminales también son humanos. Quieren evitar parte de esa volatilidad del mercado asociada con algunas de las principales monedas", dijo Smith.
El Gobierno de EEUU presta más atención a las cripto
El Servicio Secreto no es el único organismo de los EE. UU. que incauta criptomonedas a partir de investigaciones criminales. De hecho, la cifra confiscada por la agencia desde 2015 parece relativamente pequeña comparada con el IRS, organismo que incautó u$s3.500 millones en criptomonedas solo para el periodo fiscal de 2021.
Según un informe de noviembre, el 93% de todas las incautaciones realizadas por el equipo de Investigaciones Criminales (CI) del IRS involucraron monedas digitales como Bitcoin, una cifra que ha ido en aumento en los últimos años.
Las declaraciones recientes de Smith son el último indicador de que las agencias gubernamentales de los Estados Unidos están dirigiendo cada vez más esfuerzos dentro del espacio de monedas digitales. Hace unas semanas, el presidente estadounidense Joe Biden firmó una orden que marcó un primer paso para establecer una política nacional para los activos digitales, según informó Diariobitcoin.