En los últimos días, el diputado Javier Milei adelantó que si fuera ungido como presidente de la Nación lanzaría un plan para dolarizar la economía. El mediático economista siempre aseguró que eliminaría el Banco Central, institución a la que acusa de ser el origen de la inflación endémica de la Argentina.
La iniciativa es aplaudida por quienes se autodenominan "libertarios". En este sentido, ya existe un "mundo" con un sistema económico sin una autoridad central y que funciona sin mayores sobresaltos: Bitcoin y otras monedas digitales se apoyan, justamente, en la llamada descentralización: la gobernanza de la red se basa en consensos y en el poder de sus usuarios. Se trata de una suerte de democracia virtual.
Como respuesta, muchos referentes de las monedas digitales (como Santiago Siri) aseguraron que lo mejor sería adoptar al Bitcoin como moneda de curso legal, una medida que rige en El Salvador desde septiembre. No sería una medida muy radical en el país: ya hay más de 3 millones de argentinos que poseen alguno de estos activos.
En efecto, el país ocupa el 10º lugar en adopción y se estima que se mueve el equivalente a u$s3.300 millones en activos digitales al año, de acuerdo con cifras provistas a iProUP por Chainalysis.
Decisiones y autoridades
El Banco Central emite resoluciones sobre política monetaria que deben ser aceptadas por los actores del ecosistema financiero. Sin embargo, para la moneda digital líder eso no existe. En su lugar, están las Bitcoin Improvement Proposal (BIP), es decir, sugerencias de los propios usuarios para mejorar el protocolo.
"Cada documento reúne comentarios de la comunidad y se busca consenso para las decisiones. Existen tres tipos: seguimientos de normas, informativos y procesos", explica a iProUP Matías Bari, CEO y cofundador de Satoshi Tango.
"Si bien las resoluciones del Banco Central y las propuestas de Bitcoin buscan ser claras, transparentes y mejorar las políticas y el sistema, en las BIP hay una participación muy importante de la comunidad. Ojalá pueda aplicarse algo así en el BCRA en un futuro cercano", completa.
En este sentido, el experto en monedas digitales Manuel Beaudroit advierte a iProUP: "Los jugadores del ecosistema financiero no tienen un canal abierto con el BCRA para mejorar el sistema. Lo más parecido son las Mesas de Innovación, en las que se presentan iniciativas de los principales actores".
Nahuel Burbach, experto cripto e integrante del proyecto de inversiones Zerion, asegura a iProUP: "Las BIP son públicas, abiertas a todos y se aprueban a través del consenso", a diferencia de las medidas del BCRA que son verticales y de cumplimiento obligatorio.
También señala que las mejoras en Bitcoin demoran más, pues existe "un mayor análisis de propuestas para así asegurar una implementación beneficiosa y más previsibilidad del sistema a largo plazo". A efectos comparativos:
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Sólo en 2021, el Banco Central lanzó más de 230 comunicaciones tipo "A", con modificaciones de carácter permanente
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A lo largo de los últimos siete años, el Bitcoin tuvo apenas 386 propuestas de mejora (algunas en estado de borrador, otras rechazadas por la comunidad y un pequeño porcentaje, aprobadas. La más importante fue la BIP-141, que implementó la funcionalidad SegWit para acelerar las transacciones).
Satoshi Nakamoto, pseudónimo de la persona o equipo que creó Bitcoin, publicó en 2008 el White Paper o Libro Blanco donde sentó las bases de una "versión puramente electrónica de efectivo". El Banco Central, por su parte, cuenta con la Carta Orgánica, que fija el funcionamiento de la entidad.
"Se pueden encontrar algunas similitudes, ambas son el puntapié inicial", afirma a iProUP Gabriel Vago, del exchange ArgenBTC, quien explica:
- "El White Paper crea la primera moneda descentralizada de la historia, estableciendo los detalles de su funcionamiento y protocolo"
- "La Carta Orgánica del Banco Central crea una entidad autárquica, fija la composición de su estructura y alcances de sus políticas y decisiones, velando por la estabilidad monetaria y financiera"
Al estar basado en la comunidad y ser una red descentralizada, Bitcoin no posee autoridades, mientras que el Banco Central tiene un presidente y un directorio. "No hay un Miguel Pesce en Bitcoin, son esquemas diferentes", advierte Bari.
"Gavin Andresen es uno de los pioneros de la moneda digital y fundador de Fundación Bitcoin, que busca proteger y promover su uso en el mundo. Es una de las caras principales", dice el directivo.
Emisión
Se trata de uno de los puntos más opuestos entre el funcionamiento de una economía con banco central y un sistema basado en divisas virtuales.
"En el caso de Bitcoin, está prefijada: habrá 21.000.000. Tal certeza puede crear algo superador al sistema actual. Una moneda fiduciaria, como el peso, está atada a la política monetaria", señala Beaudroit.
Vago coincide: "El Central debería aprovechar esta característica, ya que aporta muchísima claridad y seguridad en temas inflacionarios y de estabilidad económica. El hecho de que pueda fijar una política de emisión transparente y perdurable en el tiempo sería un avance importantísimo", remarca.
El tope fue prefijado para evitar la especulación y la inflación dentro del ecosistema. Cabe recordar que la emisión de Bitcoin baja a la mitad cada cuatro años, lo que se conoce como Halving, que ocurrió por última vez en mayo de 2020. "Al principio, se liberaban 50 Bitcoin cada 10 minutos, ahora es 6,125 bitcoins", señala Vago.
A modo comparativo, en lo que va del año el Banco Central imprimió $1,5 billones de pesos (poco más de u$s19.000 millones al oficial), mientras que Bitcoin generó unas 347.000 monedas que equivalen a cerca de u$s3.600 millones.
Minería
Algunas divisas virtuales, como Bitcoin, tienen la figura del "minado" para obtener nuevas monedas. Se trata de personas o empresas que ponen a disposición del ecosistema su equipamiento, validan las operaciones que escriben en la cadena de bloques y dan robustez a la red.
"A través de su proceso liberan nuevo 'oro', pero también son los 'escribanos' que registran las operaciones en los bloques, que luego se incorporan a la Blockchain", explica Vago.
Bari coincide en esta analogía y agrega: "La minería tradicional consiste en remover tierras con maquinaria pesada para obtener el mineral que permita pagar los costos de explotación y obtener ganancias. En Bitcoin es prácticamente lo mismo, salvo que el equipamiento consta de equipos informáticos".
Así, al ser "creadores" de riqueza, los mineros generan divisas, insumo clave para un banco central: las reservas en diferentes monedas son una herramienta fundamental de política monetaria.
"Una alternativa que podría ser implementada rápidamente y que puede poner a la Argentina como foco en innovación es destinar un pequeño porcentaje de las reservas a divisas virtuales previamente analizadas con el fin de explorar e implementar la tecnología", advierte Burbach.
En este punto, el Banco Central "tomó conocimiento" de la existencia de activos criptográficos en mayo de 2014 y advirtió a la población sobre la volatilidad. Ese año, las reservas cerraron en u$s31.500 millones, por lo que:
- Podría haber adquirido el 5% en Bitcoin (u$s1.775 millones)
- Eso hubiera significado la compra de unos 5,84 millones de bitcoins (u$s280 cada uno a fin de ese año)
- Hoy, con la divisa digital a $42.000, el BCRA podría convertirlos a unos u$s245.000 millones
- Por lo tanto, el Gobierno habría tenido fondos para pagar cuatro veces el acuerdo con el FMI (u$s53.000 millones)
- O, directamente, podría cancelar el 40% de la deuda pública total (u$s353.000 millones)
Bancos y exchanges
Los exchanges o casas de cambio, según Beaudroit, son quienes se encargan de "proveer liquidez" y son "la puerta de entrada para que la gente se haga del activo".
"En el mundo del dinero fiduciario hay dos proveedores de liquidez: el Banco Central, con las emisión primaria; y los bancos, que en general son los puntos en los que accede al mercado de pesos", señala el experto.
En tanto, Burbach añade que los exchanges "son una mezcla entre bancos y sociedades de bolsa, ya que permiten realizar la compra y custodia de activos, pero también el acceso a diferentes herramientas financieras para sacar provecho a los activos".
"Permiten a los usuarios pueden comprar, vender, o intercambiar sus cripto por otras cripto o dinero fiduciario. Tienen muchos puntos en común con los bancos e incluso cobran tarifas por las transacciones, como las comisiones bancarias", agrega Bari.
Circulación
El Banco Central tiene entre sus funciones la de vigilar la circulación de dinero dentro de la economía. Así, la base monetaria (dinero en manos del público y los bancos) en la Argentina ronda los $3,75 billones de pesos (u$s33.000 millones al oficial) según el BCRA.
En tanto, en Bitcoin existen hasta el momento 18,99 millones de monedas, por un circulante equivalente a u$s800.000 millones y un volumen de operaciones diarias de u$s25.000 millones. Pero esa divisa virtual tiene una herramienta que todo banco central envidiaría.
"El Bitcoin se rige por su gran libro contable, la blockchain, en el que quedan asentadas las operaciones de toda la comunidad. Esto permite que sean completamente trazables", afirma Vago.
Burbarch añade que las cuentas en Bitcoin "no están asociadas a datos personales de ni de ningún tipo, por lo que tienen un aceptable nivel de privacidad pero no son 100% anónimas, y existen otras monedas para este objetivo".
"Si se logra conocer la identidad de una de las direcciones intervinientes en una operación se la puede rastrear. En cambio, el uso de dinero fiduciario en efectivo es 100% anómimo", completa Vago.
Sin embargo, el anonimato funciona en las operaciones entre particulares. Las fintech que ofrecen servicios de monedas virtuales deben cumplir con regulaciones "KyC" (conozca su cliente) y de prevención al lavado de dinero y financiamiento del terrorismo.
En este sentido, Bari remarca que "los usuarios tienen que revelar su identidad para cobrar, recibir bienes o servicios" y añade que "en SatoshiTango hacemos eso en el proceso de verificación de cuenta de cada usuario, con foto del DNI o prueba de domicilio".
"Cada operación tiene su comprobante, al igual que en el mundo 'real'. Si tenés un problema en un banco, te acercás al sector comercial para que lo resuelvan. Con nosotros funciona igual", explica el ejecutivo.
Por otra parte, cualquier persona puede rastrear una transacción de Bitcoin siempre que posea la clave pública (similar al CBU bancario) de un usuario a través de sitios como Blockchain Explorer.
Otra ventaja que señala Burbach es que "Bitcoin permite transferir sin importar la ubicación geográfica y a costos mínimos, mientras que dinero fiat limita a las partes a estar en un mismo lugar y es costoso de trasladar".
Todavía es utópico pensar que Bitcoin concretará el sueño libertario. Pero varios países -como Francia, Suecia y China- avanzan en crear sus propias monedas, aunque controladas por un banco central. Lo único cierto es que blockchain será la plataforma del dinero 4.0.