Mientras el criptoctivo más famoso cotiza en torno a los u$s46.000 por unidad, la inversión institucional en criptomonedas aumentó u$s109 millones en la última semana, de acuerdo con el último reporte de CoinShares.
Allí se destaca que se trata de la quinta semana de flujos entrantes de capital hacia las criptomonedas, después de tres semanas en las que predominaron las ventas de BTC por parte de los inversionistas.
A pesar del clima macroeconómico mundial dado por la invasión de Rusia a Ucrania (está claro que, como sucede ante todo conflicto bélico, las bolsas bajan y la tendencia general es buscar medios de refugio de valor), se puede detectar un punto de inflexión en lo que respecta a la criptoeconomía, ya que inversores institucionales y grandes corporaciones a decidieron adoptarlas, de manera sostenida, desde el 2020, y no dejan de hacerlo ahora.
En 2021 hubo numerosas noticias sobre la inversión en cripto por parte de actores importantes como PayPal, Mastercard, Tesla, MicroStrategy, Square y algunos de los bancos más prestigiosos del mundo.
Considerando sólo veintitrés empresas, de acuerdo con datos aportados por Trustnodes, se llevó a cabo una inversión de una cifra cercana al millón de bitcoins en ese año.
¿Qué impacto tiene esta adopción corporativa en las criptomonedas? En primer lugar, les da un respaldo importantísimo y produce mayor confianza en el público en general, incluidas, por supuesto, las pymes.
En segundo lugar, estimula a las empresas enmarcadas en sistemas financieros ineficientes, donde la exposición a la inflación es un problema, a usar criptomonedas en el día a día y a convertir parte de sus fondos en moneda a criptodivisas.
En la Argentina, en particular, se suman las dificultades para dolarizar activos que sufren tanto las pymes como las grandes compañías.
En ese sentido, las criptomonedas pueden aportar herramientas para ayudar a que las empresas mitiguen estos obstáculos en vistas a habilitar una eficiencia financiera mayor al hacer rendir los pesos locales con inversiones líquidas de rescate inmediato, sin mínimos ni límites, junto con la posibilidad de dolarizar esos rendimientos al instante sin comisiones con DAI u otras criptomonedas, como sucede con Buenbit PRO, un producto ideado exclusivamente para gestionar las criptofinanzas de negocios.
Ya quedaron atrás los tiempos en que las criptomonedas eran propiedad exclusiva de arriesgados inversores individuales. Hoy en día, muchas empresas de todo el mundo se hacen de bitcoin y otras criptomonedas para que su capital no pierda valor e, incluso, se rentabilice, además de contar con una cartera de inversión diversificada.
Esta lógica encuentra razón en las emisiones monetarias de años pasados en todo el mundo (de allí que se vean picos inflacionarios en los Estados Unidos, por ejemplo).
El 1 de febrero de 2022, MicroStrategy anunció la compra de 660 BTC. De este modo, ya acumula más de 125.000 bitcoins. De acuerdo con Michael J. Saylor, CEO de la compañía, son exactamente 125.051 BTC, adquiridos a un precio promedio de u$s30.200 por unidad. Unos u$s3.776 millones invertidos en total.
Así, con el precio de la criptomoneda sobre los 39.000 USD, el monto acumulado por MicroStrategy supera en valor de mercado superior a los u$u4.700 millones. Esto equivale a un aumento de 25% en la valoración del portafolio en cuestión en promedio.
Téngase también en cuenta que, cuando en mayo de 2020, la empresa contaba con una inversión de u$s5000 millones en Bitcoin, comunicó lo siguiente: "Esta inversión refleja nuestra creencia de que bitcoin, como la criptomoneda más ampliamente adoptada en el mundo, es un depósito confiable de valor y un activo de inversión atractivo con más potencial de apreciación a largo plazo que tener efectivo".
En cierto modo, lo que Microstrategy manifestó entonces es que no veía por qué, en un ambiente inflacionario, debería seguir apostando por dólares si las tasas que se pagan en esa moneda son cero.
Un estudio elaborado sobre la base de una encuesta llevada a cabo por Okta, realizada para conocer cómo las principales empresas del mundo se transforman con la tecnología, arrojó información significativa: se entrevistó a 1050 ejecutivos de distintas industrias globales con más de u$s1.000 millones de ingresos al año y más de 50.000 empleados.
El resultado puede asombrar a muchos, pero no tanto si se tiene en cuenta lo expuesto hasta aquí: 61 % de los ejecutivos encuestados aseguró que la tecnología de los criptoactivos se encuentra entre las inversiones de la estrategia de transformación digital de las organizaciones que representan.
Habiendo hecho este breve recorrido, se puede concluir que la inversión en criptomonedas por parte de instituciones financieras, grandes compañías y pymes es un hábito irreversible en un ecosistema cripto robusto, que ofrece soluciones a problemas concretos.
La experiencia indica que incluir activos como DAI en la estrategia financiera de las pymes ayuda a ganar agilidad en entornos donde la exposición a la inflación es corrosiva y los costos para transferencias internacionales son muy elevados. Es el momento para adoptar esta nueva tecnología que llegó para quedarse y que aún se encuentra en una fase de adopción temprana.
*Por Matías Alberti, Country Manager de Buenbit