Sin duda esta caída libre de la criptomoneda más popular genera mucha preocupación dentro del ecosistema cripto. El Bitcoin (BTC) cayó más de un 7% este lunes, hasta alcanzar su nivel más bajo desde julio del año pasado.
Pero la repetición de días sucesivos con estrepitosos derrumbes desde que comenzó 2022, llevaron a que el mercado cripto en general perdiera casi la mitad de su valor en los últimos 70 días: descendió de 3 billones de dólares a poco más de 1.5 billones en menos de un mes.
Tan soló en las últimas 24 horas, el ecosistema de las criptomonedas perdió alrededor de u$s130.000 millones, dada la caída y los continúos retiros de estos activos, en algunos casos masivos de cad avez más usuarios.
Así, BTC se derrumbó nuevamente este lunes cerca de un 4% hasta tocar los u$s33.755,57. Por su parte, el Ether (ETH), la segunda criptodivisa de más embergadura, se desplomó un 7% hasta los u$s2.239,08, según datos de Coin Metrics.
De este modo, ambos criptoactivos tocaron sus níveles más bajos desde el pasado mes de julio y están a un 50% de sus respectivos máximos históricos.
Ésta es la segunda mayor caída en términos de dólares después de la fuerte baja de mayo de 2021, según Bespoke Investment Group.
Los expertos del sector culpan al anuncio de la suba de tasas de interés en los Estados Unidos y medidas como las aplicadas por China y Rusia que tiene como objetivo de prohibir las operaciones de minado y financieras con activos como Bitcoin (BTC).
Para los especialistas, el precio de las criptomonedas se mueve en paralelo con las acciones, que mantienen también una racha negativa desde principios de año, cerrando su peor semana desde marzo del 2020.
Muchos inversores de peso se encontraron vendiendo activos de riesgo, como las acciones de compañías tecnológicas, mientras se preparan para una política monetaria más estricta de la Reserva Federal de EE.UU.
"Es posible que las preocupaciones macroeconómicas, como la respuesta de la Reserva Federal de EE.UU. a las tasas de inflación, hayan facilitado una mayor actividad de desprendimiento de riesgos en general", afirmó Juthica Chou, jefe de comercio de opciones del mercado extrabursátil (OTC) de Kraken.
"La reciente caída de los precios, unida a la alta volatilidad, podría estar provocando más ventas, ya que los participantes buscan reducir el riesgo", agregó.
Por su parte, Vijay Ayyar, vicepresidente de desarrollo corporativo y expansión internacional de Luno destacó que es probable que el bitcóin cotice entre 30.000 y 32.000 dólares, teniendo en cuenta el sentimiento actual del mercado.
Mientras que, John Roque, analista de 22V Research, vaticinó que la principal divisa digital podría desplomarse aún más, añadiendo que la mediana del mercado bajista histórico para el bitcóin cayó hasta un 78%.
Otro golpe duro que sufrió el ecositema llegó el jueves último cuando el Banco Central de Rusia propuso prohibir completamente el minado e intercambio de cripto activos, al considerar que representan un riesgo a la "estabilidad financiera y a la soberanía de la política monetaria".
En la actualidad, las leyes rusas no regulan la emisión y la circulación de este tipo de divisas en su estado, por lo que el informe del ente regulador declara a "los espacios de intercambio de criptomonedas, las bolsas digitales, las plataformas P22 y otros operadores de este mercado al margen del espacio legal".
Según datos aportados por la Universidad de Cambridge, el país gobernado por Putin representa el 13,6% del minado mundial, mientras que los Estados Unidos se sitúa en 42,7% y Kazajstán (que atraviesa importantes conflictos sociales) 21,9%.
La anterior caída fuerte de Bitcoin coincidió también con una prohibición análoga en China -país que llegó a representar un 70% del minado- en mayo de 2021 y confirmada en septiembre del mismo año.
En ese momento, el precio de BTC llegó a perforar los u$s 28.000, aunque luego pudo recuperarse y pasar su máximo anterior de u$s64.000 que había marcado, también, un mes atrás.
Actualmente, además de China, las criptomonedas se encuentran prohibidas en Egipto, Irak, Catar, Omán, Bolivia, Marruecos, Argelia, Túnez y Bangladesh.