Philip Rosedale, fundador del mundo virtual online Second Life de Linden Lab, se reincorporará al proyecto como asesor estratégico para guiar su entrada en el metaverso.

Un futuro NFT

Si bien Rosedale considera que la interoperabilidad de los contenidos en el metaverso es "un fracaso total", cree que un futuro basado en los NFT es el camino a seguir a largo plazo. Second Life es un universo online de diversos juegos sociales que se lanzó en 2003, adelantándose décadas a la palabra "metaverso"

Philip Rosedale, fundador del mundo virtual online Second Life de Linden Lab

El fundador dejó su puesto de director general de Linden Labs en 2008 para crear en 2013, la empresa de Realidad Virtual "High Fidelity". En un anuncio del 13 de enero, la empresa de Rosedale declaró que está invirtiendo en Linden Labs tanto con dinero en efectivo como con lo que se describe como "patentes de computación distribuida", incluyendo dos relativas a la moderación de la comunidad en entornos descentralizados.

En una entrevista Rosedale dijo que, además de explorar la posibilidad de añadir tecnología de RV a Second Life, las animaciones avanzadas de avatares mediante cámaras de seguimiento facial también podrían ser una posibilidad futura.

"Utilizar la cámara web para animar un avatar es un punto intermedio muy interesante", dijo. "No hay suficiente gente que se fije en ese espacio, es uno en el que he pasado mucho tiempo pensando".

Un universo paralelo

En cuanto a la posibilidad de incorporar a Second Life nuevas ideas como los objetos interoperables no fungibles, Rosedale necesitará que le convenzan. Sin embargo, no rechazó el uso de tokens no fungibles (NFT), diciendo que la "idea a largo plazo es totalmente correcta". Second Life ya tiene su propia economía y moneda, los "Dólares Linden".

 

Según Rosedale, cada año se venden 375 millones de artículos en el mercado de Second Life, por unos 2 dólares cada uno. En su opinión, estos artículos ya son esencialmente NFT. Añadió que este concepto solo "va a crecer más y más y más", si bien estos objetos dentro de Second Life no se registran en la cadena de bloques y, por lo tanto, no pueden existir fuera del juego, propiedades esenciales de los NFT.

En su decimonoveno año de funcionamiento, Second Life afirma tener un PIB anual de U$S 650 millones, con más de 8 millones de artículos únicos vendidos en su Mercado, según informó Cointelegraph.

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